Capitulo 4

141 2 0
                                    

- te contraté una, para que vea porque te cortas los brazos… tienes problemas –fue la última palabra que dijo y luego golpeo la puerta- 

Enfadada, por lo de la psicóloga, me vestí, y entré al baño que por cierto estaba en mi cuarto, al salir… me subí a la ventana, y de ahí… por un árbol baje. 

Exactamente, me iba a escapar… yo no necesito Psicólogos… solo necesito tranquilidad, necesito pasarla bien, y que no me estén criticando todo el tiempo. Exactamente eso es lo único que quiero. 

Comencé a correr para que mi madre no notara mi fuga, y llegue a un parque y me lancé al pasto del cansancio

- Hola… -sonó una voz mientras yo estaba sentada en el pasto algo agitada por haber corrido tanto- 

- Hola li… ¿lilo? ¿laion? Li… ¿Ian? 

- ¡Liam! –Sonrío- soy Liam… -se acercó junto a mi- 

- Lo siento, Liam…. Es algo complicado tu nombre. –Me burle- 

- ¿complicado? tiene solo cuatro letras –Río-

- complicado pues. –insistí-

- comenzó a reír- en fin… te vi. Corriendo ¿de quién corrías? 

- ¿te importa? –Pregunte pesada- te gusta meterte en asuntos personales –le sonreí-

- No, no me importa, pero por alguna razón quería saber. –me dijo muy tierno, e incluso me causo ternura eso- 

- Bueno, entonces te contaré. –el me miraba coqueto- Escapé de mi casa porque mi madre contrato una psicóloga tu sabes porque… por lo de –apunte mi brazo- eso… debe pensar que estoy totalmente loca… y no es así, solo estoy un 99% loca –sonreí-

- ¡ja! Pensé que ya estabas completamente loca. –lo mire seria solo para molestarlo y luego le sonreí- Ah, así que eres una chica “mala” 

- ¿Mala? Soy más que mala cuando quiero serlo. –lo mire y el mordió su labio- asique ten cuidado.

- Lo tendré. –Pauso unos segundos- Tu mama te va a matar.

- Lo sé… pero… ¿crees que me importa? -sonreí- 

- Eres muy ruda. –Río coqueto- 

- y tu eres muy santo… -lo mire entre risas-

- ¿yo? ¿Santo? 

- Si tu… -desvié mi mirada a unos chicos que jugaban a la pelota y note como él tenía fija su mirada en mi- 

- ¿y por qué piensas que soy un santo? –volví mi mirada a él y el estaba con una cara chistosa- 

- Porque es obvio, eres tranquilo, no fumas, no bebes, no haces nada malo… y sales a fiestas de niñitas, como la fiesta de ayer. –Sonreí- 

- No me conoces, me acabas de conocer ayer… y la fiesta estaba genial, tú no la disfrutaste. –sonrío- 

- Lo sé no te conozco… pero no tengo para que conocerte tanto, si se te nota que eres muy santito… y la fiesta de ayer estaba aburrida, y no la disfrute porque era una fiesta de niñitas. –insistí- . 

- Bueno, la verdad es que si… soy tranquilo. –Dijo con algo de vergüenza- ¡pero la fiesta estaba excelente!

- Eres un “novato”... vete o si no te pegaré mi mala forma de vivir… soy muy mala. –Lo mire- 

- ¿y si yo te pego mi forma de vivir y te enseño a ser buena?

- Una semana conmigo, y ya te conviertes en malo. Asique no te esfuerces pequeño… Liam. –Lo mire fijamente- 

- Eso es lo que crees ¡apuesto a que no! Yo soy y siempre seré un chico bueno, no como tu chica mala, aunque lo malo siempre se puede cambiar por algo bueno… 

- Soy el lado oscuro, y tú el lado bueno. ¡Qué gracioso! 

Fuimos interrumpidos por… 

-_______ (TN) ¡que rico verte! ¿Cómo estás? –Dijo tiernamente Emma- 

- Bien ¿Cómo despertaste? 

- Con estos chicos no dormí nada. –Yo me reí- 

- ¿Quién te fue a ver en la mañana? Bueno… es de mañana –río-

- Una maldita psicóloga, pero me escapé de la casa. 

- ¡eres muy mala! –Río Emma- 

- ¡eso es lo que le decía! – Liam Se unió a las risas de Emma- 

- ¿y ustedes cómo es que andan juntos? 

- La encontré corriendo de su casa. –Río Liam- 

- Ah OK –dijo Emma- Menos mal.

- ¿Por qué?

- Penseque que… no nada.

- ¿Qué pensaste? –Pregunté exaltada- 

- nada… -dijo entre risas y levanto sus cejas- 

Conversamos un rato, y luego... cuando ya habían pasado dos o tres horas me fui a mi casa.

-Hola ma.’ –dije apenas la vi. En la cocina, haciendo el almuerzo- 

- ¿Qué te está pasando niñita? ¡Cuando eras pequeña no eras así! ¿Por qué has cambiado tanto? ¿Qué hice yo? 

- ¿harás la misma charla de siempre? OK… -tome una silla y me senté enfrente de ella – continua.

- No, tengo una “charla” nueva –me miro tan enojada que jure que en ese mismo momento me materia- ¿sabes algo? Te enviaré a un internado, para que no puedas salir de ahí.

- ¿a un internado? –Reí irónica- está loca. 

- si continuas con tu actitud, es lo único que te queda. –Me miro la última vez de mala forma, y llevo la comida a la mesa-

- Mamá, si tú me mandas a un internado es obvio que me escapare. –dije a la siga de ella- 

- Bueno, si te escapas, no eres bienvenida en esta casa… no se en donde vivirás. –Me miro la ultima vez- ¡Bajen a comer! –Bajo mis 3 hermanos, Así es… tengo 3 hermanos hombres, uno de 23 otro de 18 y el otro solo tiene 10 y claro mi padre, que se comporta como un hermano mas… es atroz vivir con tantos hombres- 

Comí de mala gana, mientras mis hermanos me molestaban por lo de irme a un internado y el resto de lo que quedaba del día lo pasé encerrada en mi cuarto…. De repente buscando tonterías en mi cuarto encontré una caja llena de fotos mías cuando niña, extraño a esa niña, a esa niña tierna, alegre… llena de vitalidad, sin problemas ni preocupaciones y así comencé a llorar como una niña… y me quedé dormida recordando a la Pequeña ____ (tn) desde hace unos años atrás. 

Me desperté sin ánimo, solo bajé a tomar desayuno, y luego almorcé un pan con queso, ya que no quería saber nada de nadie. 

Cuando ya calló la noche decidí salir a dar una vuelta, porque no podía conciliar el sueño. Estaba oscuro y frío, pero nada me importaba, solo necesitaba caminar, y caminar y intentar olvidar toda la angustia que me corroe, y dejar de desear a la pequeña niña que era antes, porque nunca volverá… me senté en la entrada de una casa mientras miraba como la gente pasaba y pasaba… hasta que la reja de aquella casa se abrió y caí para atrás ya que estaba apoyada en ella y al mirar quien venía de la casa noté que era Liam

- Hola –sonrío algo desentendido- disculpa, no sabía que estabas en mi puerta. - Hola –musité una sonrisa algo apenada y avergonzada- que vergüenza.

- no te preocupes linda… ¿Qué haces aquí? –Río un poco y luego yo me levante de donde estaba sentada- 

- Nada, salí a caminar y me senté un rato aquí… he caminado mucho –Sonreí- ¿vives aquí?

- Si, aquí vivo… -me miro tiernamente- ¿y qué haces de noche sola? 

- ¿Crees que una chica no puede andar sola a las doce de la noche? –Pregunté entre risas- 

One & Only (Liam Payne & Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora