Me mojé la cara y me miré al espejo. Apoyé mis manos en la mesada del baño del colegio.
Miré mi imagen reflejada, era horrible. Si no me hubiese acostumbrado a esa cara en el último año, hubiese hecho una muestra de asco.
-Faltan tres días Madeleine.- le hablé al reflejo en el espejo.- Tres días más y empiezan tus vacaciones de verano.- Y un año más de escuela.- Se burlo mi inconsciente. Ignoré ese comentario causado en mi cerebro, me acomode mi ropa negra, agarre mi morral y salí.
-¿Qué clase tengo ahora?- me pregunté a mí misma. Quise volver al baño a llorar cuando recordé que tenía deportes.
Me dirigí hacia el campo de deportes y me adentré en los vestidores para cambiarme la ropa. Abrí mi casillero ignorando al resto de las chicas de mi clase, que ya estaban vistiéndose con sus diminutos shorts-calzas, luciendo sus bronceadas piernas. Me puse mis pantalones de jogging negros y una camiseta negra. Mi blanca piel siempre resalta debido al contraste de mis ropas.
Suspiré y salí para reunirme con toda la clase, por suerte mi amigo Frank estaba en la clase conmigo, así no me sentía tan sola.
Después de hacer caso omiso a lo que el profesor estaba explicando, entendí que íbamos a jugar softball, y eso significaba una sola cosa: elegir equipo. Me senté sobre el césped cómodamente sabiendo que iba a ser la última en ser elegida y escuche mi apellido. Sorprendida levante la vista y supe que venía del profesor.
-Señorita Müller, debe quitarse esa cosa para permanecer en mi clase.- dijo refiriéndose a mi septum.
Puse los ojos en blanco y escondí la pequeña pieza dentro de mi nariz.
Muchos me miraban sorprendidos, otros ya se habían acostumbrado, no es mucha ciencia guardarse un septum dentro de la nariz, por Dios.
Como predije, fui la última en ser elegida en un equipo y Frank fue el último del otro. Mi equipo fue el primero en batear. No todos lo hacían muy bien, pero al momento de correr hacia las bases, todos lo hacían como atletas.
Llego mi turno, agarre el bate y le erre a propósito, no tenía ganas de correr.
-¡1er strike! - gritó el profesor.
De nuevo le erre adrede y dijo -¡2do strike!- antes de que pueda hacer mi tercer strike el profesor gritó:
-Müller, si no quiere presentarse en la escuela de verano más le vale que por lo menos lo intente. Le queda un solo intento.- y le arrojó la pelota al pitcher (el lanzador).
En segundos reflexione lo que dijo, y me prepare para batear, esta vez en serio. Sonreí al recordar la fuerza que tenía.
La pelota vino a mi y bateé con todas mis fuerzas. La pelota fue tan lejos, que prácticamente desapareció. Todos empezaron a correr hacia su próxima base y yo solo me dedique a caminar.
Los que estaban en campo corrían desesperados detrás de la pelota.
Cuando lograron atraparla, yo ya estaba en la tercera base de mi caminata. Tenía suficiente tiempo hasta que vuelva al campo como para que me 'quemen' o la pelota llegue a Home. Así que me dirigí a esta última caminando muy convencida y antes de apoyar mi pie derecho en la base de Home, le sonreí irónicamente al Catcher y la pise.
Luego de esa jugada tuvimos que cambiar de lugares y 'mi equipo' fue a campo. Me situé al fondo del campo como jardinero para no tener que correr ni un centímetro.
Después de estar parada ahí sin hacer nada, el juego termino con el silbato del profesor.
Saqué mi celular para ver mis notificaciones, y cuando estaba a punto de responder los mensajes, una pelota golpeó mi cabeza. Cerré los ojos con furia y me giré. El estúpido grupo de las huecas populares estaba riendo a causa del golpe que ellas habían provocado. Me dirijo hacia ellas lentamente y cuando notan esto, cambian sus risas por miradas de miedo.
Me acerco a su grupo y todas hacen un paso hacia atrás excepto una. Scarlett, una hueca seguidora, dice: -Fue Brittany.- con voz de asustada. Brittany, la chica que había quedado al frente y también la más popular de la escuela me mira atemorizada.
Me acerco mucho a ella provocándole miedo y en ese momento el profesor dice: -¡Müller, un solo problema y llamó al director!- Cierro los ojos y escucho que la hueca se ríe, los abro de repente con furia y se calla.
-¡BU!- le grité haciendo que suelte un agudo grito. Me doy vuelta estallando a carcajadas y cuando me alejo escucho que grita: -¡Fenómeno!-
Me acostumbre a que la gente me llame por ese apodo, así que continúe caminando sin darle importancia.
Llegue a los cambiadores y me desvestí y me vestí lo más rápido que pude. No quería cruzarme de nuevo a las unineuronales.
Sonreí al saber que esa fue mi última clase y salí de allí.
Me encontré con Frank y Taylor y fuimos a tomar el bus, porque claro, nosotros no tenemos auto.
Frank le contaba a Taylor lo sucedido en la clase de deportes, mientras yo miraba distraída a un 'amigo' mío, el único que no pertenecía al grupo de los 'fenómenos'.
Fui a saludarlo, era hermoso, pelo Rubio ojos celestes, era tímido, muy, pero nos llevábamos demasiado bien, era como mi mejor amigo, pero hace unas semanas atrás me había empezado a interesar un poco más.
No era popular en el colegio, debido a su timidez; su grupo de amigos también era uno de los grupos apartados de la sociedad.
Pero aún así las chicas estaban encantadas con él, pero él nunca había estado con una chica antes por lo que no les daba el gusto, por más que él quisiera hacerlo.
-¡Hola!- le dije. Se dio vuelta y al verme me dedico una sonrisa.
Se acercó a mí para darme un abrazo y yo me tense, avergonzándome de que abrazaba mi cuerpo.
-¿Cómo estás?- me preguntó amablemente.
-Bien.- le dije dudosa.- Tengo que hablar contigo.- le dije decidida a aclarar mis sentimientos hacia el.
Estaba 90% segura de que él sentía algo parecido.
-Suéltalo.- dijo con una sonrisa.
-¡Madeleine!- una voz interrumpió lo que estaba a punto de decir. Me giré y pude ver a mi amiga Taylor haciéndome una seña diciéndome que me apure, porque el bus ya estaba allí.
-¡Mierda!- solté.
-Mañana me dirás Madeleine.- dijo en tono amenazante, pero solo en broma.
-Mañana tengo planeado faltar a clases. Pero el viernes, lo prometo.- Me acerco a darle un rápido beso en la mejilla y me dirijo al bus.
-¡Adiós Mark!- le grito agitando mi mano en forma de saludo, y me subo al bus.
ESTÁS LEYENDO
Change
RandomLo primero que tienes que hacer es amarte a ti mismo. Pero qué ocurre cuando amas lo que eres pero no como te ves? Change