Miami

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Al fin llegamos al ansiado Miami a las 4 de la tarde, cogimos un taxi ya que las cosas no llegarian hasta mañana, al llegar nos quedamos con la boca abierta era una casa enorme comparada con la otra, tenía dos pisos y el sótano.
Entré la primera, por fuera podía parecer enorme pero por dentro era muy acogedora.Subí al piso de arriba donde estaban las habitaciones, solo habia tres por lo que supuse que la otra estaría en el sotano por lo que bajé, había un gran espacio vacío con una puerta, dentro estaba la otra habitación, era de un color melocotón con una ventana que dejaba ver el jardín, también un escritorio y un gran armario.
Saqué mi ropa y la coloque, después coloque mis pósters de boxeadores, coches, motos, el de Cristiano Ronaldo, de Melendi, Natos y Waor y Ocer y Rade.
Subí a la cocina donde estaban todos y me despedí, tenía que buscar un gimnasio para boxear, Sara me acompañaba ya que sabía como era. Mientras mis padres y mi hermano iban a comprar comida y cosas para el instituto, ya que era sábado y el lunes ya empezariamos.
Sara y yo llegamos a un ginmasio a unas calles de nuestra nueva casa, entramos y no habia nadie en la recepción asique dejamos los skates y entramos, allí solo había hombres ni una sola mujer golpeando los sacos. Había un chico bastante guapo, con el cuerpo tonificado, alto y con bastante destreza y rapidez en el ring, era moreno de ojos marrones.
Al entrar todos se giraron,el entrenador paro la pelea y se acercó diciendo que no se admitían mujeres, sonreí y Sara me miro sabuendo lo que iba a hacer ya que siempre que decían eso lo hacía.
Entrenador hagamos un trato, una pelea contra el chico que usted escoja. Si pierdo me voy, si gano me quedo- dije yo.
No creo que sea una buena idea- contestó.
Que pasa tiene miedo a que uno de sus muchachos pierda- contraataque.
Por supuesto que no,son muy buenos y podrían ganarte- dijo
Yo estaba segura de ganar ya que en Londres y Detroit era muy respetada, en las peleas clandestinas era la reina, al igual que en las carreras. Así es, soy de Detroit, Sara y yo nos criamos allí y a los 14 nos mudamos a Londres.
Alex ven aquí!!-dijo el entrenador a un chico.
El chico de antes, el moreno, le pasó unos guantes y un protector bucal.
Nos subimos al ring y Sara me dijo que no lastimará al chico mucho. Yo no usaba guantes ni protector bucal, ya que en las peleas clandestinas no se usaban y me había acostumbrado.
El entrenador dio el aviso de que la pelea comenzaba, me fui al medio y esperé a que lanzará el primer golpe, pero se le veía bastante nervioso y al ver que no hacía nada, lancé el primer golpe, un puñetazo al estómago, flojo pero eficaz ya que se dobló del dolor, después seguí con un gancho de derecha, que hizo que el chico callerá de espaldas en el ring.
Me bajé del ring y fui hasta donde el entrenador, que me felicitó y le dije que volvería el lunes.
Mientras salía un chico rubio, bastante guapo, me cogió del brazo y dijo- ¿Me das un beso, preciosa?
Claro, hermoso- le contesté
Él cerró los ojos y yo pasé mis brazos por su cuello, levanté mi rodilla y le di en sus partes, todos quedaron con muecas de dolor, mientras el se removía en el suelo.
Llegamos a casa y se lo contamos a todos, mi madre se río y ellos pusieron muecas de dolor.
Quedamos en que el lunes iría mi hermano conmigo para apuntarse.
Nos dormimos a las 3 de la madrugada y nos levantamos a las 2 de la tarde ya que tendríamos que comer, nos encantaba dormir.
A las 5 fuimos a dar una vuelta y paramos a tomar algo en una cafetería.Sara pidio una cocacola y yo una cerveza, cuando me la estaban dando vi al chico de ayer, con otros cuantos y nos acercamos.
"¿Qué tal te encuentras?¿Te duele algo?"Vacilé y nos echamos a reir.
En ese momento llegó mi hermano y cuando nos vio reirnos y al pobre chico enfadado supo lo que pasó.
Lo siento hermano, pero mi hermana suele hacer eso a muchos, cuando dudan de ella- dijo mi hermano.
Nosotras fuimos a por las bebidas y al llegar mi hermano estaba hablando con el moreno.
Dani este es Cristian y va ir con nosotros a clase, ya que repitío- comentó mi hermano.
Yo asentí con la cabeza y seguí bebiendo, cuando llegó un chico e intento sobrepasarse con Sara, por lo que me levanté y le pegué un puñetazo, cuando iba a darle el siguiente apareció mi hermano y me separó.
Dani basta no quiero que vuelvas- dijo Sara y la abracé.
¿Volver a dónde?- dijeron los amigos de el moreno y él.
A un reformatorio, estuve allí por dejar en coma a un chico que intentó propasarse con Sara y a otro casi matarlo- contesté.
Sara y yo nos fuimos a casa, ya eran las nueve, cenamos y nos fuimos a dormir, ya que mañana empezaríamos cuarto de la ESO en el nuevo instituto.
Mañana ya tendría la Ducati panigale 1199 en casa y el mitsubishi lancer evo IX.

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