Narra Ashley:
-¡Ven acá Kendall ! -reí-
Estaba persiguiendo a mi hermosa Kendall , quien corría desde su habitación por las escaleras, salte los últimos 2 escalones y miré a la cocina donde no había nada fuera de lo normal, volteé a ver el living y vi una cabellera lacia detrás del sofá.
-Mmm... ¿Dónde estará Kendall?
Empecé a caminar a su dirección, me agacho detrás del pequeño sofá y suspiro
-Aquí no está –dije-
Volteo a su lado y Kendall quien se reía vio que la vi y colocó una de sus pequeñas manitos en su boca, me paré y fui en dirección contraria, caminé por la otra esquina del sofá y vi la espaldas, camine sigilosamente y la tomé en mis brazos haciendo que riera, empecé a dar vueltas riendo y luego la puse en el suelo.
-Ven, iremos a ver a Madison ¿quieres? -dije agachándome a su altura-
-¡Sí, vamos mami! –reí-
-Tranquila, déjame que te ponga tu gorrito -dije-
Agarré un gorrito rojo que tenía en el perchero y me agaché, se lo coloqué en su cabellera lacia y ella sonrió dejando ver esos hermosos hoyuelos que tanto amo.
-Bien, ahora vamos.
Tomé mi bolso y lo crucé por mi cuerpo, agarré las llaves y tomé la mano de Kendall, abrí la puerta y salimos, cerré la puerta con llave y las guardé en mi bolso, tomé la pequeña mano de mi hija y empezamos a caminar por las hermosas calles de Los Angeles.
Estábamos en verano, pero eran pasadas las 6 pm y hacía frío, Kendall miraba las vidrieras de tiendas que veíamos y las observaba con un brillo en sus ojos fascinada con lo que había en la vidrieras. Llegamos a la pequeña tienda de chocolates que tiene mi amiga Madison con su novio Jack, abrimos la puerta y el delicioso olor a chocolate invadió mi nariz, Kendall corrió donde Madison quien se encontraba viendo un conejo de chocolate que había en la estantería, ella la tomo en brazos y la saludó, caminé hasta ella y la abrasé para luego separarme.
-¡Hola Ashley! qué bueno que hayas venido, he estado sola hoy –me dijo Madison-
-¿Dónde está Jack? –le pregunté-
-Tuvo que salir a entregar un pedido al otro lado de la ciudad
-¿Les ha ido bien?
-La verdad es que nos está yendo mejor de lo que esperaba, ya sabes, a los niños les encanta todo esto
Iba a contestar pero un ruido llamo mi atención, volteamos a ver a Kendall quien se le había caído el conejito de chocolate y estaba en el suelo.
-Oh-Oh -dijo Kendall
-Kendall ¿qué hiciste?
Me acerqué a ella, seguida de Mad quien solo reía, me agaché a recoger el conejito que se hallaba en el suelo.
-Yo quería alcanzarlo mami, pero cayó así, ¡¡pum!! al suelo
Explicaba ella haciendo gestos raros con las manos, logrando que Madison y yo riéramos, me acerqué a Madison y le pasé el chocolate.
-Lo lamento mucho, déjame pagártelo -dije buscando dinero en mi bolso, pero ella me de tuvo -
-No te preocupes Ash, ella es pequeña y no sabe –reímos-
-Está bien, Kend , ¡ten más cuidado la próxima vez! -dije mirándola y ella asintió sonriendo y poniendo una mano en su corazón-
-Kendall lo promete mami -dijo sonriendo-
Reí y salió corriendo por otro chocolate.
-Es igual a ti, bueno el gesto, tú siempre hacías eso cuando éramos pequeñas
-Sí, verdad, no puedo creerlo –reí-
-Se parece mucho en tu actitud pero las dos sabemos a quién se parece
-Lo sé –suspiré-
Mad y Jack eran los únicos que sabían que Cameron era el padre, obviamente mis padres y él, claro y bueno... los chicos, Aaron, Nash, Shawn, Jack And Jack, y demas
-Mira, hablando del rey de Roma... –dijo mad apuntando a la tele-
Volteé a ver y apareció una imagen de Cameron junto a los chicos bajando de una camioneta y tomándose fotos con fans, nos acercamos al televisor y Mad le subió el volumen, puse más atención a lo que decía el periodista.
-Los chicos de Magcon ya se encuentran en Los Angeles, han llegado en la madrugada de hoy, pero nada los detuvo para tomarse fotos con las fans que los esperaban afuera del hotel. Chicas, ¿Qué están esperando para ir al hotel a probar su suerte?
Quedé en shock, ¿Estaba aquí? ¿En la misma ciudad que yo?, esto era totalmente ridículo, ósea no tanto, ya que él probablemente no se acuerde de mí y ni se acuerde de que tiene una hija.
-Está en Los Angeles -dijo mad asombrada-
-Lo sé –suspiré-
-¿Que harás? -la miré-
-Nada -me encogí de hombros-
-¿Nada? -me miró asombrada-
-Digo, él tal vez no me recuerde y menos que tiene una hija, las cosas ahora están bastante bien, no quiero tener problemas
-Bueno, lo que tú digas
-Bien, me iré antes de que Kend rompa otra cosa –reímos-
-¡Adiós Ash!
-¡Adiós! *dijimos con Kendall *
Tomé la mano de Kendall y salimos de la tienda de mi amiga, empezamos a caminar y Kendall miraba los autos, ella contaba los rojos y yo los azules, cosa que siempre hacemos. Antes yo lo hacía con mi madre, ahora yo lo hago con ella.
Llegamos a casa y abrí la puerta, dejé el bolso en el perchero, seguido de mi abrigo y el gorrito de Kendall, la tomé en mis brazos y subimos las escaleras, entré a su cuarto y la dejé en la camita, saqué su piyama y se lo coloqué, consistía en un enterito rosa con lunares blancos y le peiné con dos colitas.
Luego bajamos y dejé a Darcy mirando su programa favorito, así yo hacía de cenar, cuando terminamos de comer la llevé a lavarse sus dientes y la metí en su cama.
-¡¡Teddy mami!! -dijo haciendo puchero y sonreí-
Me agaché y recogí al hermoso oso de Kendall y se lo pasé, ella lo abrazó y bese su frente, me paré y apagué la luz para luego irme a la cocina a lavar la losa, seguidamente apagué el televisor para ir a mi cuarto.
Abrí la puerta de mi habitación y entré, me despojé de mi ropa y me coloqué mi piyama que consiste en unos pantalones largos a cuadros rojos y una camisa blanca sin mangas, levanté las sabanas y me metí dentro. Empecé a recordar momentos que viví con Cameron, fuimos novios a los 15 años, él me dejó a los 16, vivimos muchas cosas divertidas, emotivas, tristes, peleas, de todo un poco, me acuerdo de Sierra, quien era una gran amiga mía, y odiando la idea de no verla nunca, después de recordar muchos momentos me dormí.
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Chicaas!, perdón perdón por tardar tanto en subir. Quiero que sepan que esta novela no es mía, es adaptada!!. Voten y comenten!
Espero que les guste 😊
