Lo mire a los ojos de manera fulminante. Sus ojos expresaban alegría y diversión con la situación.
¡Yo no le veo lo divertido a todo esto!
-¡Ya! ¡Acepta que no lo lograrás y listo!- Grito conteniéndose de no explotar en carcajadas.
-¡No me rendiré! ¡Como que me llamo Kate O'Connor!- Grite molesta haciendo que él explotara en carcajadas.
-¡Volvi!- Apareció mi hermano Chase en la puerta de la cocina. Nos miro a ambos y fruncio el ceño- ¿Que hacían?
-Oh, ya sabes, Kate trata de adivinar el color de mis ojos, lo normal- Se encogió de hombros mi hermano Tate.
Chase me miro con la ceja alzada para después negar con la cabeza en forma de reproche.
-Kate, Kate, Kate. ¡Entiende que no se puede! ¡Sus estúpidos ojos cambian de color a cada rato!- Grito Chase sentándose a mi lado- Azules, verdes o grises ¡Nadie lo sabe!
-Ni yo niña- Dijo Tate y yo le saque la lengua.
Tate es el mayor de los tres, tiene sus 18 años, estúpido mayor de edad. Chase tiene 17 años... Es un estúpido bebé en el cuerpo de una adolescente mayor y pues yo... Yo tengo 16 años. Sip, soy la menor.
-¡Es que no tiene lógica!- Grite exasperada con el ceño fruncido. ¡Es que vamos! ¡¿Que lógica tiene que los ojos de Tate cambien de verde, azul y gris cada vez que se cambia?!
-Ya deja de buscarle la lógica a todo Kate- Se quejo Tate mientras le daba un sorbo a su café. Observo el reloj y casi se atraganta al ver la hora- ¡Se nos hace tarde! ¡Vamonos!
Chase y yo soltamos un bufido y tomamos nuestras mochilas para dirigirnos al auto de Tate.
El camino fue silencioso hasta que Tate estacionó una cuadra antes del instituto. Chase volteo a verme y Tate me miro por el espejo retrovisor con nerviosismo. Solté un pequeño bufido y abrí la puerta del auto para comenzar a caminar.
El auto se fue alejando hasta que desapareció de mi campo de visión. Seguro están pensado "¿Pero que carajo...?" Bien, les diré. Mis hermanos son los típicos populares en la escuela y la verdad nadie sabe que son mis hermanos, solo mi único amigo.
Despues de caminar un rato llegue al instituto, como de costumbre nadie me habló. Frunci el ceño al ver al equipo de Barbies acercarse a mi. ¿Es enserio? ¿Lo mismo todos los días?
-Hola Marimacho- Sonreí de lado ¿Enserio creen que eso me afecta? Wow, cada día me sorprenden más.
Rodé los ojos con diversión y seguí de lado. Todos los días un nuevo apodo, todos los días las ignoró más ¿Qué creen que hacen al darme un apodo? ¿Insultarme? ¡Ja! Ya quisieran.
Llegue a mi casillero, lo mire por un minuto... Y seguí caminando. No tengo ganas de entrar a clase.
Salí al campus del instituto y comencé a caminar por el césped.
-¡Kate O'Connor!- Escuche una voz que me gritaba por lo que pare mi paso.
Mi mejor y único amigo, Jason.
-¡¿Que quieres aborto de idiota?!- Grite y él fruncio el ceño.
-¡Esperame!- Grito y alce una ceja. ¿Esperarlo? ¿Parada?
Me deje caer al suelo y mire al cielo con una mueca mientras Jason caminaba hacia mi.
-Kate- Escuche la voz de Jason y voltee para verlo- ¿Que haces en el suelo?
-¿Enserio pensabas que te iba a esperar parada?- Pregunte con el ceño fruncido- ¡Pavadas!
Me levante un poco y me quede sentada en el césped mientras que Jason se sentaba en frente de mi.
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¿Por Qué A Mi?
Ficção AdolescenteEn el instituto Mason High hay una regla que por el bien de todos se debe de seguir: "No meterse con Kate O'Connor" Los matones que por creerse "Importantes" se han metido con ella, al día siguiente aparecen colgados del mástil del instituto. Ni siq...