- Vamos - dijo el tío de su novio, - No queremos que te demores- término esas últimas palabras con una pequeña risa.
Su novio la abrazo en el camino.
Llegaron a la casa y ella estando por bajar se despide de su chico y de el tío de él. Les da las gracias y enseguida baja del auto.
En eso, el hombre examina en profundidad la casa, y la sigue a la chica con la mirada atenta.
Él se dio cuenta de cómo la miraba y interrumpió el silencio: -¿Por qué la miras tanto?. ¿Ves algo raro en ella? - dijo él, mientras subía por la parte del acompañante del auto.
Su tio lo miro de reojo y con una risa mínima respondio: -No, bueno, creo que sí puede existir algo raro en tu novia. Pero supongo que necesita ayuda. Y por lo que vi no es nada normal, necesitas llevarla con alguien que pueda ayudarla.-
Él reflexiona cada palabra de lo que su tío le recomendó y acto seguido le redponde: -Y, exactamente, ¿Qué es lo que viste?-
Su tío lo vuelve a mirar y le responde. -No es nada bueno. Pedía ayuda a gritos. Por lo que pude ver detrás de ella, siempre había una sombra- hizo una pausa y continuó.. -sabes que puedo ayudarte en lo que necesites. Conozco un excelente lugar que podría ayudarla- su tío puso la radio y suspiro al aire. Esperando una respuesta.
Él sentía que a lo que su novia le pasaba era psicológico, totalmente tratable. Así que no sería mala idea ayudarla de esa manera, a descubrir que era lo que realmente la acosaba en su mente. Unos segundos después de aclarar sus pensamientos lanzó un comentario: - Si, creo que podría servir. Sólo que no quiero hacerla ir sin que ella se sienta preparada, es algo difícil. Pero no descartaría la idea. Gracias tío. - Se esforzó en dar una pequeña sonrisa para que acompañe a as últimas palabras.
Su tío lo miro convencido y agregó: - Puedo darte la dirección si necesitas, por si acaso-. El le respondió: -Si, gracias-. Y así, finalizó la charla por esa noche.
La semana, siguió su curso con normalidad. Excepto para ella, que cada noche eran peores las voces y las figuras visuales.
Un Jueves a las 11:00 pm ella empezó a sentirse mal, sentía náuseas, y cada vez que intentaba parar eso que escuchaba eran más los insultos y los recuerdos que la invadían. Todo lo que consumió, un café y unas galletas de agua. Lo expulsó por el inodoro. Y comenzó a golpear todo lo que encontraba, estaba totalmente desorientada. - ¿De dónde vienen esos ruidos?. ¿Qué quieren?. Ya, por favor. Solo un día. Todo volverá a ser como antes. Sólo un rato-. Luego de esas palabras ahogadas con llanto. Los ruidos en su interior se calmaron por tan sólo unos segundos, esos segundos que para ella fueron eternos, estaba acostumbrada a las voces. Y pudo entender que se sentía bien a veces teniendo esa compañía, ya que, su peor miedo siempre fue la soledad..
Luego de ese poco tiempo. Volvieron intensamente los ruidos a su cabeza.
+Otra noche sin dormir+
-Otra noche juntas- dijo ella con una pequeña sonrisa de consuelo.
Le envío un mensaje a su novio contándole lo que le sucedía, ya habían pasado varios días en los que ella le comentaba lo que pasaba y él sólo escuchaba.. opinando siempre lo mismo. Cuando de repente el le manda en un mensaje la dirección que su tío le dio para que la lleve a su novia. En cuanto ella vio ese mensaje, se dio cuenta que reconocía ese lugar. Sólo tardó minutos en recordar que ya había estado allí. Y no quería volver a pisar ese lugar ni en sus peores sueños.
Y le respondió: - ¿Por qué me mandas esa dirección? ¿Quieres internarme ahí? - Unos segundos después recibe la llamada de su novio. Ella le atiende y comienza a hablar:..
- Amor, no es nada grave ese lugar, de verdad creo que podría ayudarte. No se si hay otra opción razonable-. A ella se le iba haciendo un dolor en el estómago, como puntadas bruscas. Y con dificultad le responde: -No es buena idea. De verdad, por favor, no me lleves ahí, ni lo menciones- con su voz de tristeza dejo caer unas lágrimas silenciosas.