Se levantó, con ojeras que acompañaban sus ojos. Y un cansancio en todo su cuerpo.
Caminó hasta el comedor. Y notó que su familia se había ido, le dio igual ya que normalmente estaba sola en su habitación. No notaban incluso sus padres que ella no comía hace 5 días.
Pasaron los días, la misma rutina, colegio, casa, colegio, casa.
Llegó el sábado y era el día más feliz de toda la semana. Se encontraba con su chico .
Todo Cómo planeaban. Ella iba a ir a su casa, en camino para allá. La reciben con una sonrisa la familia de él, iba todo bien. Hasta que vio un rostro no tan familiar. Era el tío de su novio.
Recordó que él le había comentado que su tío podía ver o sentir cosas "anormales".
Su novio la llevo a un costado para hablar sobre la presencia de su tío. Claro que antes ella saludo a toda la familia antes.
Su novio pensó que era buena idea que su tío examine a su novia con cuidado. Ella nerviosa dijo: - No se si es buena idea. Pero supongo que no tengo elección- Suspiro y le dio un corto beso en los labios a su chico.
Volvieron de las manos agarradas en donde estaban el resto de las personas.
Luego de servir el almuerzo y tomar un café pequeño. Ella notó que el tío de pareja miraba cada tanto lo que ella hacia, como si estuviese estudiando cada gesto y mirada de ella. Muy inteligentemente le devolvió una sonrisa de casi desesperación. Recibió sólo una pequeña mueca a cambio.
Paso la tarde, eran las 5 pm aproximadamente y en menos de 2 horas ella debería irse a su casa. Miro la hora con preocupación. Su novio la interrumpió con un golpe ligero de codo. Y le preguntó: -¿Qué pasa amor?- ella lo miro con distracción observando de reojo que el hombre la observaba fijamente. Ella respondió: -Ah, no, sólo que, tendría que disfrutar más este poco tiempo contigo porque tendría que irme-. A eso él le respondió: - Sí, estaba viendo cada tanto la hora. No te preocupes, yo te acompañó-. Se devolvieron una sonrisa comprometedora y volvieron a la charla familiar.
Ella siguió sintiendose incómoda por la mirada de aquel hombre que se fijaría si ella ocultaba detrás de su sonrisa algo más..
Pasaron 20 minutos y ella ya estaba preparandose para salir rumbo a su casa, con cara triste porque sabía que extrañaría a su novio luego. .
En el momento, el hombre, se levantó y se sosteniendo su abrigo le dijo a ella: - Si quieres te podemos llevar hasta tu casa, tengo el auto estacionado en la vereda-. Ella sabía que no era una gran idea. Pero estaba oscuro y la última vez que habían salido tarde les habían querido robar. Así que ella pensó rápido y contestó con un gesto rápido para calmar a la duda se él hombre y un simple: -Bien, gracia- devolviendo una sonrisa.
Para la sorpresa del hombre se abrigo lo más rápido posible. Su novio estaba a su lado y le dijo al oído: -Yo te acompañó.- esas simples palabras alcanzaron a calmarla.