Pasaban los meses, ellos eran inseparables. Decir que sabían todo del otro era poco. O eso creían..
Ella, por más simple que parecía ser. Ocultaba un gran secreto, algo que, le cambiaría la vida completamente a cualquiera que lo sepa.
Como todos los días, ella sentía voces interiores. Voces que querían lástimarla, le recordaban hechos que dañaron su infancia y adolescencia. Y la llevaban al borde del silencio permanente.
Pero todo eso sólo pasaba en su interior. Así que nadie podría darse cuenta lo que de verdad le sucedía a diario.
No tuve opción que convivir con aquella "voz" o "personalidad" que la torturaba.
Llegaron a un punto en el que su relación iba tan bien que ella decidió mostrar su verdadero ser.
Tenia tanto miedo de espantarlo y que todo ese vínculo perfecto se rompa con tan sólo decirle el infierno que vivía.
Un día, en medio de una discusión. El le dijo;
- ¿Qué me estás ocultando?- con un tono enojado. A lo que ella respondió:
-Nada, sólo que estoy cansada.. no puedo más.-
Él no le creyó ni media palabra y siguió insistiendo. Procedió así:
-Puedes contarme lo que sea, soy tu novio. Confía..
Después de minutos de silencio ella pensó, que si se pudo enamorar de él y lo amaba. Tenia que decírselo.
Tomó aire, se tranquilizó y dejo que la verdad salga lentamente de su boca sin pensarlo dos veces. Sabía que si lo pensaba más, iban a terminar peleando mucho más.
-Bueno, yo.. hace tiempo puedo escuchar cosas que no son normales. Puedo sentir que algo más esta en mí.. - respiro profundo y no pudo evitar que se caigan algunas lágrimas de sus mejillas -
Él la miro extrañado, y intento hacer silencio para que ella sigua contando.
Ella continuó explicando entrecortadamente lo que le sucedía en su cabeza:
-Lo que.. en. . trato de decir, es que.. yo.. puedo escuchar voces, por así decirlo.
El silencio invadió el lugar. Sus miradas chocaban con miedo y dudas.
