Capítulo 188

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Ashley: ¡¿Qué?! ¡Espera!

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Ashley: ¡¿Qué?! ¡Espera!... ¿Por qué tú a él y no él a ti?

Lucy: Porque he sido una idiota y cada vez que él ha querido avanzar en nuestra relación yo lo detengo y él me dijo hace tiempo que no me pedirá nada más, que yo debo hacerlo y no aguanto un día más sin poder tenerlo para mí para siempre y antes todas las leyes.

Ashley suspiró...

Lucy: ¿Te parece mala idea?

Ashley: Adelante. Te ayudaré.

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Durante una semana Ian y Lucy estuvieron a la dosposición de los caprichos de Ashley y Tyler, pero a la vez estuvieron siendo pidiendo ayuda a ellos para preparar sus respectivas sorpresa para el otro, no se vieron mucho esa semana, la mayor parte del tiempo que estuvieron juntos fue mientras dormían.

Llegó el sábado en la noche y Lucy terminó de grabar alrededor de las 11:30pm, se dirigió rápidamente a casa, ahí la esperaba Ian... Cuando entró, vio a Ian acostado en el sillón durmiendo, caminó intentando hacer el menor ruido posible y lo cubrió con una mantilla que tenían en un mueble cercano, fue a la cocina y pudo oler que él había preparado comida, sonrió y al pasar por el comedor mientras se dirigía a su habitación, notó que Ian había decorado el lugar para una cena especial, en ese momento entristeció, no llegaba tarde a casa porque quisiera, su trabajo la obligaba a hacerlo, pero en toda la semana no compartieron muchos momentos y se sentía terrible de no estar ahí para él, lo miró nuevamente y seguía dormido, ella fue al dormitorio, se dio una rápida ducha con la esperanza de estar regresar con Ian antes de que él despertara. Lucy se puso un vestido elegante y sensual a la vez, usó tacones, se maquilló y peinó como si fuese a una cenar fuera de casa, luego se dirigió a la cocina, al pasar vio a Ian aún dormido, ella sonrió y suspiró, luego calentó la comida que él había preparado y sirvió dos platos, organizó todo en el comedor que él había decorado y luego se acercó a Ian, se sentó silenciosamente en un espacio del sillón, se inclinó y besó sutilmente sus labios, él no reaccionó, ella volvió a besarlo pero esta vez puso más presión contra su boca, Ian empujó su propio rostro hacia atrás, despertó asustado, Lucy se apartó de él confusa por su reacción, mientras Ian refregaba sus ojos con sus puños...

Lucy: ¿Pasa algo?

Ian: No, ¿Por qué?

Lucy: Tu reacción fue... No lo sé, extraña.

Ian: ¿Quieres que deje que cualquiera me bese para despertar?

Lucy negó con la cabeza rápidamente.

Lucy: ¡Por supuesto que no!

Ian: Por eso tuve esa reacción, uno nunca sabe quien puede intentar despertarte con un beso.

Lucy: ¿Quién más podría ser? ¿Has traído a tu amante acá?

Ella preguntó indignada pero bromeando.

Ian: Podría ser cualquiera de mis amantes, estaba durmiendo y no recordaba donde estaba... Y no, por ningún motivo traería a mis amantes aquí Goose, no soy tan idiota como para hacer que me descubras.

Lucy negó con la cabeza e Ian sonrió, ella tomó su mano y lo acarició...

Lucy: Vamos, levántate para que vayamos a comer que se va a enfriar...

Dijo ella mientras se levantaba y él se sentaba antes de levantarse, la miró de pies a cabeza y sonrió...

Ian: ¡Woooooooooow! ¿Quién es el afortunado que podrá salir contigo así?

Lucy giró antes sus ojos y tendió su mano hacia él, Ian la tomó siguiendo sus pasos hacia el comedor.

Lucy: Solo hay una persona afortunada aquí y esa soy yo.

Se volteó y besó brevemente sus labios.

Lucy: Gracias por preparar la cena, lamento llegar tarde.

Ella dijo e Ian vio la fugaz tristeza y culpa que pasó por sus ojos antes de que siguió caminando para sentarse.

Ian: ¿Qué estamos celebrando?

Lucy: Creí que eso me lo dirías tú... ¿Hiciste una cena especial?

Ian: Algo así... Pero no por una razón en particular... Además ahora solo puedo pensar en quitarte ese diminuto vestido que estás usando para provocarme.

Dijo él cuando ya estaban sentados y se acercó a ella para besarla sensualmente por un par de minutos, ella se apartó del beso sin aliento, ambos suspiraron mientras aún tenían sus frentes pegadas...

Lucy: Primero la comida, luego el postre amor.

Él asintió y comenzaron a comer, hablaron de la semana exhaustiva que tuvieron en el trabajo y luego le contaron al otro de los caprichos de sus amigos que ellos les llamaban necesidades, rieron y disfrutaron de la cena, cuando terminaron la comida, Ian fue a buscar el postre que había preparado.

Lucy: De verdad que cocinas riquísimo mi paraíso.

Ian: Me alegra saber que te ha gustado... Por cierto, mañana necesito que me hagas un favor.

Lucy: ¿Qué pasa?

Ian: ¿Podrías ir a comprar algunas cosas que necesito?... Me refiero a cosas para preparar la comida, he utilizado casi todo lo que nos quedaba.

Ella asintió pero luego frunció el ceño...

Lucy: Espera, ¿Por qué no vamos los dos? ¿Tienes planes para mañana?

Ian: Sí, tengo, lo siento mi vida, pero no voy a estar durante la mañana.

Ella suspiró mostrando su decepción.

Ian: De verdad lo siento amor, pero no puedo cancelar mis planes, en recompensa, cocinaré para ti y dejaré que decidas lo que haremos en la tarde.

Lucy: Shmian, no podremos hacer nada en la tarde, ya has olvidado que tengo un concierto por la noche... Realmente quería que pasaramos algo de tiempo juntos mañana.

Dijo ella sumamente frustrada y triste.

Ian: Mi amor, no podremos mañana, no hemos podido durante la semana, pero tendremos tiempo, no debe haber culpa y tristeza en eso, puede ser desagradable, lo sé, pero ambos trabajamos y no hay nada que pueda hacer que te ame menos, eres mi paraíso y sin ti no podría vivir.

Ella suspiró y se acercó a él para darle un pequeño beso...

Lucy: Apesta, de verdad me siento culpable de llegar tarde hoy... ¿Acaso no me extrañas?

Ian: ¿Qué clase de pregunta es esa? ¡Por supuesto que lo hago! Pero entiendo que no podemos estar todo el día juntos... Ahora vamos al dormitorio, no aguanto las ganas de quitarse ese vestido.

Lucy: Mmm... Estoy super cansada, creo que podríamos dejarlo para la próxima semana...

Ian: ¿Acaso no me extrañas?

Ambos sonrieron y se levantaron, comenzaron a besarse e Ian la alzó para que ella entrelazara sus piernas alrededor de su cintura, sin dejar de besarse se fueron al dormitorio.


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