Capítulo 196

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Lucy: ¡¿Un tiempo?!

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Lucy: ¡¿Un tiempo?!

Ella gritó e Ian se volteó hacia ella.

Lucy: ¿Cuanto tiempo necesitas?

Ian: Creo que ambos lo necesitamos, para que pensemos...

Ella lo interrumpió.

Lucy: No tengo nada en qué pensar Ian, yo te amo y eres mi vida, mis inseguridades no sé si algún día desaparezcan porque contigo me siento así y no te voy a mentir diciendo que eso cambiará porque no sé, tampoco te puedo pedir que me aceptes como soy porque eso no sería justo para ti, aunque con todo me demuestras que me amas, siempre tengo miedo a perderte, como ahora, que por mis tonterías estoy a punto de hacerlo, de que te canses de mí, entiendo que necesites tu tiempo, tómalo, por favor que no sea más de un mes porque arruinarás la boda, estaré esperando por ti en nuestro hogar. Hoy confirmé que vamos a necesitar al juez para el día de tu cumpleaños, pensé que no querrías hacerlo en un día tan importante para ti, por todos los altos y bajos que hemos tenido, me puse en tu lugar, yo solo no quería que te sintieras presionado. Lo siento, de verdad, lo siento, te amo y solo quiero estar contigo.

Ian suspiró y sonrió levemente, luego caminó hacia Lucy para darle un beso en la frente antes de volver a girar e irse.

Lucy fue por sus cosas a su camerino mientras lloraba, se limpió la cara antes de salir por si se encontraba con alguien, no estaba de ánimo para preguntas respecto a Ian. Al llegar a casa, fue a darle de comer a Jack, Mochi y Bailey, los dejó entrar a la casa mientras preparaba algo rápido para comer, pero no comió, ella quería la comida que Ian preparaba, luego se sentó en el suelo para jugar con los perros, aunque Mochi estaba tirado en el suelo sin moverse, ella comenzó a llorar y acarició al perro inmóvil mientras le hablaba.

Lucy: También lo extrañas ¿Verdad?

Ella suspiró mientras las lágrimas seguían recorriendo sus mejillas.

Lucy: Esta casa está tan vacía sin él... Lo necesito, solo es la segunda noche que no viene y siento que me falta el aire...

En ese momento escuchó las llaves haciendo girar la manilla de la puerta y se sorprendió al ver a Ian entrar con el bolso que se había llevado, ella se levantó rápidamente expectante a lo que él dijera o hiciera, Ian suspiró antes de hablar.

Ian: No importa cuanto lo intente, no puedo estar lejos de ti.

Ella sonrió y comenzó a correr hacia él, saltó y con sus piernas rodeó la cintura de Ian, él la tomó por sus muslos para sostenerla y Lucy se afirmó de su cuello para besarlo brevemente, luego dio muchos besos repartidos por todo el rostro de Ian, él solo sonreía.

Ian: Supongo que me extrañaste.

Ella asintió y luego le pidió a Ian que la dejara en el piso, Lucy nuevamente le dio un pequeño beso en los labios y suspiró.

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