♣︎Perfectos Desconocidos Fic Kyuhyun y _________♣︎ Dany

Capítulo 5

-¡¿Qué haces aquí?!-, gritó Alex furiosa.

-Supe que está aquí-, dijo una voz masculina.

Me levanté para ver quien era, no se por que, pero esperaba que fuera Kyuhyun, era casi imposible, Kyuhyun me había dejado aquí.

-¡Que no entiendes que ella ya no quiere nada contigo!-, Alex frunció el ceño- Espera, ella nunca quiso nada contigo, así que vete

-¿________?-, preguntó aquel hombre al verme asomarme por el barandál de las escaleras, quitó a Alex de la puerta y empezó a subir las escaleras corriendo, aquella persona tenía una imagen elegante, como si tuviera buena vida económica. Cabello negro, por su ropa se podía ver que tenía buen cuerpo, alto... Guapo.

-_______-, exclamó estirando los brazos hacia mi.

-No-, dije casi en un susurro y poniendo mi mano en alto en señal de que parara, no estaba dispuesta a tener mas problemas, ya me sentía mal, la cabeza me iba a estallar, mamá me engañó, traicioné al amor de mi vida y la persona que causó el enojo de Kyuhyun está aquí, viéndome como si nada hubiera pasado.

-¿Qué te pasa, por que actúas así conmigo?-, en esos momentos pienso, seguramente no sabrá que recuperé parte de mi memoria.

Alex subió y amenazó a Siwon de llamar a la policía si no se iba. El se negaba rotundamente a irse, al final tuve que hablar.

-Vete, tu y yo tenemos muchas cosas de que hablar... Pero no ahora-, apenas podía hablar, apenas podía asimilar las cosas y no sabia que estaba diciendo.

-Te hablaré _______-, asintió Siwon

-¡No, tu no le hablarás!-, Alex estaba furiosa, tuve que negar con la cabeza para que ella dejara que él se fuera lo más rápido posible.

-Nos vemos pronto _____-, Siwon ignoraba cualquier palabra de Alex y solo me veía a mi. Asentí con la cabeza y se fue.

☁︎

Más tarde ya estaba tan exhausta que con trabajos podía respirar. Me recosté en el cuarto de Alex y ella me cambió de ropa a una piyama, me fue a comprar medicamentos para los dolores que estaba sintiendo (si tan sólo hubiera uno para el corazón).

No podía regresar a casa, no ahora, necesito alejarme de mamá y poder pensar las cosas bien, tendría que conseguir trabajo y tal vez quedarme en la casa de Alex, decirles a todos que le digan a mamá que no sabe donde vivo, Seúl es una ciudad muy grande... Pero todo puede pasar.

Desperté después de una larga y pesada noche, en el buró de alado de la cama había una nota, "________, salí por unas cosas, por favor descansa, ¡nada de estar recordando por favor!. En unas horas regreso, cuídate. Alex."

Y lo iba a hacer, solo me paré por un poco de leche y una rebanada de pan... Mi apetito era leve.
La puerta sonó al instante que cerré la nevera. Caminé sigilosamente hasta la puerta para abrirla, por una ventana vi mi reflejo, rímel corrido, piel pálida, cara demacrada, parecía que estaba muerta, ¿tan mal me sentía?. Abrí la puerta esperando que fuera Alex, pero... Era Kyuhyun.

-¿Sigues aquí?-, sonaba... Normal.

-Si... No puedo regresar a casa.

-Ya veo, ¿está Alexa?-, ¡Que no se acuerda que me besó ayer!

-Kyuhyun... Ya sé por que perdí la memoria, y,... Lo siento-, tenía ganas de volver a llorar, pero ya no podía era mucho para mi. El no dijo nada, solo se me quedó viendo.

-Entonces ¿no está?-, bajé mi mirada sin ganas de seguir con la conversación

-No-, contesté seca.

-Bien, dile que vine.

-¡Oye!-, Kyuhyun ya había girado la perilla de la puerta dispuesto a salir de la casa, pero solo tenía una duda. El volteó y esperó a que yo hablara.

-¿Por qué me besaste ayer, si sigues comportándote como un patán conmigo?-, su expresión era fría que hizo que mi piel se pusiera de gallina e instintivamente puse una mano sobre mi brazo sobándome.

-Por favor no se te olvide decirle que vine-, yo quería alguna expresión, una señal de que... Le seguía importando, al menos un poco. Respire hondo y saqué lo primero que se me vino a la mente.

-Siwon, vino ayer a verme...-, observé que giró un poco la cabeza volteándome a ver por encima de su hombro, luego la volvió a girar al frente, apretó su puño derecho tanto que pude ver su piel ponerse roja al salir sus nudillos de ella, abrió la puerta y salió por ella azotando la puerta, me asomé por la ventana para ver que y se iba pero no arrancó, entró a su auto, golpeó el volante con fuerza, apoyó su cara contra el volante, habrá pasado al menos un minuto cuando subió la mirada y arrancó.