Capítulo 60: Escapatoria.

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Hanna

Corría todo lo que podía y más, no iba a permitir que ese secuestrador que un día pensaba que era mi amigo y el amigo de Jake me atrapara. Corrí y corrí hasta que llegue a una calle muy rara, hasta que encontré un bar y me pude meter allí. Las camareras al verme llorando y muy asustada, me cogieron de repente preguntándome que qué me pasaba, pero en ese momento no podía más y me desmayé.

Me desperté, parecía que habían pasado 50 años. Estaba en una habitación, el techo era blanco y las paredes azules, pero me percaté de que no era la habitación en la que estaba con Gianluca, así que me quedé más tranquila. Recordé que había entrado a un bar, así que esta casa debería de ser de alguna de las chicas que estaban trabajando allí.

A los diez minutos de despertarme, vino una chica pelirosa, alta con los ojos claros.

-Hola chica! ¿Estás mejor?? Soy Virginia, una camarera del bar al que entraste, espero que te acuerdes

-Si, muchísimas gracias pero me tengo que ir.. me llamo Hanna

-Que dices?!! Ni loca te dejo que te vayas! Ayer casi te da algo cuando entraste al bar! Te vas a quedar aquí unos días descansando, y cuando te encuentres mejor ya si quieres te vas

-No, de verdad muchas gracias.. no quiero molestar

-Que no, que no te dejo que te vayas, quédate aquí de verdad que no pasa nada

-Vale.. muchísimas gracias.

Al cabo del rato, me empezó a preguntar que de donde venía y qué me había pasado... le conté todo, al principio le costaba creérselo pero después lo asimiló todo.

Esos días que me quedé allí, se fueron convirtiendo en semanas, mientras pensaba donde estaría Jake... y Kris y Andrew... y mis padres... los echaba muchísimo de menos... no me podía creer lo que las personas eran capaces de hacer por un simple capricho.

Virginia, me dio una idea, ya que seguramente Gianluca seguiría buscándome, me dijo que debería de hacerme un cambio de look... no sabía si era una buena idea pero accedí. Me acompañó a su peluquera habitual y me tiñó de rubia... me puso una melena bien rizada y larga... por lo que decía Virginia no parecía la misma, así que había obtenido un buen resultado.

Luego nos fuimos de compras, podía comprarme algo gracias a que había estado trabajando con ellas en el bar, y me había ganado unos buenos ahorros. Me compré buena ropa londinense, cambié mi estilo totalmente, dando paso a una vida nueva, pero sin poder olvidar a mi querido Jake.


La chica invisible.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora