Amar es pecado, pero no hacerlo también.

Capitulo 3: The start.

¿Por qué escapabas?-- mis labios estaban inmóviles, todo mi cuerpo estaba quieto, paralizado por la presencia de aquel galán.-- ¿Escapabas de mí?-- su mirada comenzó a inquietarse al darse cuenta de que las personas, solo alguna de ellas se giraban a verlo curiosamente.-- Vámonos..--susurro y tomo de mi muñeca con fuerza--

Avanzamos cuatro pasos, cuando las dudas inundaron mi mente y explotaron hacia el exterior--- ¡Que hace! ¡Suélteme! ¡Quien es usted! ¡Porque me habla! ¡Como sabe mi nombre!-- mi voz era baja pero por la gran exasperación y agitación que me había provocado aquel chico todo parecía un griterío--- Luego.. vámonos..-- miraba el suelo ¿Intentaba cubrir su rostro? ¿O era mi idea?-- ¡Basta!-- suspire, respire e intente calmarme colocando ambas manos sobre mi rostro--- Explíqueme ahora.--su mirada era seria aunque sonreía divertido ¿Le parecía gracioso asustarme de esta manera?--- Se acerco hasta mí, no estábamos a una gran distancia pero al dar esos dos pasos quedo casi impregnado en mi abrigo, me tomo por la perilla ¿Por qué no podía reaccionar y quitármelo de encima?--- Mi nombre es Zayn Malik y quiero ayudarte-- dejo caer un leve beso en mi frente, ¡Oh por dios! ¡Jamás había sentido algo así dentro de mi ser! una lombriz debía recorrerme por completo provocándome cosquillas--- De inmediato recupere la razón, guarde ambas manos en mis bolsillos y agache la cabeza para que no se notara lo sonrojada que estaba--- ¿Ahora me entiendes?-- solo asentí y comencé a seguir sus pasos--- Giramos luego de avanzar dos cuadras, me miraba con la intensión de hablarme cuando me perdía entre mis pensamientos pero al volver en mí el se ponía nervioso ¿Qué se traía entre manos?-- ¿Dónde me lleva?-- nuestro destino no parecía acercarse al fijarme en el automóvil que nos esperaba en la siguiente cuadra debajo de un árbol---     Una casa antigua bordeada de muchos escalones, con sus torres puntiagudas, muy típicas en la edad media según recordaba. Tenia un aspecto hogareño, aunque le frio que rodeaba la casa y todo el ambiente me causaba temor. El ruido de cada paso en cada frio escalón congelado, trapique dos o tres veces mientras subía, hasta que llegue a la puerta. La mano varonil de aquel chico choco dos veces contra la madera vieja, la puerta se abrió e ingresamos.-- ¡Llegamos! ¡Chicos!-- no hubo respuesta. Rodo los ojos y me sonrió, me tomo de las manos y pronuncio-- Esta es la casa de tus padres, bueno..--reviso mi rostro-- lo era, ponte cómoda mientras busco a los demás--- asentí algo distraída por el aspecto de la casa, dos pisos unidos por una larga escalera, una chimenea, sillones al rededor de esta, muchas puertas y en el fondo un gran ventanal. Reflejaba la luz del exterior, hermoso otoño. En mi país se presentaba el invierno con toda su fuerza en cambio acá estaban esperando que la nieve se apoderara de las calles, seria hermoso ver nevar. ¡Claro! si me pudiese quedar, pero aquello no estaba en mis planes.--- ¿Katerine?-- musite extrañada, caminé ¿Caminé? básicamente mis pies solos avanzaron hasta el ventanal, lo abrí con gran cuidado y pase detrás del. -- ¿Katerine? Exactamente esa figura encorvada con anchas caderas, proporcionándole un gran trasero, una chica con buenas curvas. Cabellera negra igual que la de mama, ojos color miel, nariz y labios perfectos. Claramente ella había sacado lo mejor de la familia, yo solo fui el "experimento" como suele decirme ella.-- ¡Katerine! -- comento en un tono burlesco-- ¿Qué no me ves? ¿Qué haces aca? ¿No te quedo claro?-- No planee esto--susurre-- ¡No balbucees!-- me abofeteo, ¿Por qué siempre yo tenia que callar? ¿Aguantar los golpees? ¿Por mama? ¿Por papa? ¿Por qué razón siempre tenia que perder, fallar y merecer lo peor?--- Mi mano avanzo hasta su cara, fue tan grave aquel choque que sonó, dejándole prácticamente mi mano impregnada en su mejilla. Reacciono tapándose rápidamente con ambos puños de su chaqueta-- No quería verte ¿Estoy balbuceando, Katerine?-- pronuncie con la misma forma burlesca que usaba para menospreciarme cada vez que se le presentaba la oportunidad---   Eres un perra, una huérfana ¡Estúpida mira lo que me has hecho!-- se descubrió su mejilla y pude observar mi mano marcada, dedo a dedo, la palma completa, reluciendo-- nadie te quiere a su lado ¿No lo entiendes? ¡Das Lastima!-- mi garganta se anudo, mis ojos se llenaron de lagrimas, porque lo peor de todo es que ella tenia razón, daba lastima.