Capítulo 27 - El final.

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Después de que mis amigos me separasen de Ray, tuve que abrir mi boca e inspirar una gran bocanada de aire. Stiles se ha asegurado de arrastrarme hacia atrás y alejarme del mayor idiota del mundo. Este me mira, encarnando una ceja y frunciendo el ceño a la vez. Parece molesto y puedo entenderlo, pero no lo acepto. A fin de cuentas, yo soy el más enfadado en estos momentos y probablemente mis ganas de asesinar a alguien sean mucho más elevadas que las de Stiles.

La mano de Stiles agarra de mi brazo y me tira hacia atrás, parece que la distancia con Ray no es suficiente para él. Ambos andamos durante algunos minutos y llegamos a la esquina del edificio, giramos y entonces él para. Su gesto sigue confuso, es difícil adivinar qué está pensando, pero entonces parece relajarse y yo también.

—Esto... Liam. ¿Podrías dejar tus celitos para otra ocasión? Sé que es por eso de la luna llena, y todo ese rollo, pero... ¡Puede que Scott y Kira estén gravemente heridos y tú te pones a pelearte con un idiota! —Esto último lo dice elevando el tono de voz, pero luego vuelve a callar. — Que por cierto, no sé qué hace aquí. Aunque la cuestión no es esa, a la próxima estás de nuevo en el coche.

— ¡¿Qué?! Ya te lo he dicho, April estaba con ellos y ahora no está.

—Y ya te lo he dicho yo, se habrá quedado en su casa.

Resoplo y pongo los ojos en blanco.

— ¿No has escuchado lo que ha dicho? ¡Le ha podido hacer daño!

—Ese tío no mataría ni a una mosca. —Stiles evita darle importancia. —No sé que hacen aquí, pero si el otro tipo es el detective que busca a Isaac eso lo explica todo. Están intentando meter las narices donde no le llaman y no puedes ponerte histérico porque el otro sea el ex novio de April.

Pienso en innumerables respuestas para Stiles, y aunque le doy mil vueltas, la que quiero usar es gritarle. Pero me calmo, porque la amenaza de llevarme de nuevo al coche es cierta. No sé dónde demonios está April, pero quizás ya no deba importarme.

Todo esto me atormenta la cabeza. Los pensamientos de ella con otro hombre, o con otros, en los que puede que incluya a mi amigo, por no hablar del tipo que le escribió la carta llamándola la niña de mis ojos.

Un momento.

Me detengo, Stiles sigue caminando pero yo no puedo continuar. Saco de mi bolsillo del pantalón la carta que aún no le di a April. Tomo mi móvil, con miedo de que todo esto sea cierto. ¿Cómo podría reaccionar si Mason me confirma que ambos se han besado? ¿Qué han estado teniendo algo mientras yo le contaba las pasteladas con las que soñaba a él?

Para: Mason

Sé lo del beso con April.

Ni si quiera sé si fueron más de uno, si se quedó ahí o siguió. Aunque sea como sea, el detective no pareció haber mentido. Sus latidos se habrían disparados por mentir y no fue así. Sin embargo, fueron los míos los que lo hicieron.

Me quedo observando la pantalla del teléfono, esperando una respuesta mientras mis manos tiemblan. Stiles me llama pero decido ignorarle, hacer como si no le hubiese escuchado. Tengo bastante con lo mío. Y a la tercera llamada él se resiste y continúa andando. El teléfono vibra y tengo una respuesta.

De: Mason

¿Lo sabes? ¿Estás enfadado?

Aprieto los puños y estoy a punto de estampar el móvil contra el suelo. Estoy completamente en shock. Y cuando este shock desaparece, es la furia la que lo sustituye. Tomo la carta y vuelvo a leer esa frase, no sé si es de Mason, pero estoy demasiado enfadado para preguntármelo dos veces más y acabo rompiéndola. Me siento traicionado por ambos, y el dolor interno que siento comienza a atormentarme la cabeza. No puedo evitar sentarme en entre restos de piedra y construcción, y apoyar la espalda contra el frío muro de la Iglesia. Mis puños, que vuelven a estar cerrados, sacuden el suelo con fuerza. Intento reprimir que las lágrimas no salgan, pero es imposible. Acabo mirando al cielo mientras mis ojos se van nublando rápidamente.

CONTROL. || Liam Dunbar (Teen Wolf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora