Cuando llegas te apoderas de mi pecho y te quedas para siempre, y confieso que aprovecho para mirarte y tus ojos no me mienten, tienes miedo a enamorarte, pero trataré de enseñarte que yo soy diferente, convertiré mis labios en tu deleite y te volveré presa de mis letras, te enredarás entre mis dedos, me contarás tus anhelos y juntos llegaremos más allá del firmamento.