Soulmates (Camren)

3

Así que había llegado el día, el sueño de miles de jóvenes se haría realidad, muchos habían pasado la primera etapa, y ahora podrían cantar frente a los jueces, pero pocos de ellos podrían entrar al Bootcamp.

Lauren estaba agradecida de que toda su familia estuviera con ella en este momento, sentía que no tendría el valor suficiente sin ellos allí, motivándola cómo siempre. No sabía que hacer para controlar sus nervios, así que se paseteaba frente a sus padres, de derecha a izquierda, de izquierda a derecha, ensayando la canción que había escogido presentar: "If I Ain't Got You" de Alicia Keys. Había estado meditándolo mucho durante los últimos minutos, y se había decidido al fin, quería arriesgarse en esta prueba. Ver a muchas personas de diferentes edades y con el mismo sueño la hacía sentir un poco insegura, sin duda ese lugar estaba inundado de talento, detrás de sus padres, y a unos 10 pasos de ella se encontraba una niña que escuchaba a su madre con atención, se veía entusiasmada, tenía ese brillo en los ojos; el brillo de la esperanza, Lauren pensó que no tendría más de 14 años y sin embargo albergaba las mismas ganas de estar dentro, el mismo deseo de triunfar que ella. Entonces dirigió la mirada a sus padres, ¿así se verían los suyos?, ¿Así se veía ella? ¿Como una niña asustada y entusiasmada de 14 años? ¿O como aquel señor de 40 que luchaba por su sueño, el sueño que quizá pausó cuando tenía 20?, no quería pensar más en eso, no quería pensar en cómo se sentirían todos ellos cuando les dijeran que no, y no podría evitar sentirse egoísta, porque anhelaba tener su lugar, aunque eso implicara el sufrimiento de alguien más. Pero de eso se trataba esto, de luchar, de esforzarse al máximo y jamas darse por vencido, en eso se resumía la vida para Lauren, y eso mismo haría.

¿Alguna vez haz tenido la sensación de que algo grande está a punto de suceder?, de que de alguna manera misteriosa tu cuerpo lo sabe, el aire se siente lento, vez a las personas a través de un cristal, lo vez todo más nítido, como si el recuerdo de este preciso instante estuviera siendo grabado por tu cerebro para permanecer en tus recuerdos por siempre. Eso sintió Lauren al subir las escaleras, al estar caminando sobre aquel escenario. Y se entregó, dió todo lo que tenía, el sonido de su corazón le resonaba en los oídos, y de repente todo pareció ir rápido, se sentía de alguna manera irreal para Lauren haber conseguido los 4 "Yes" de los jueces y estar un paso más cerca. No podía dejar de sonreír, incluso pensó que sus mejillas estarían congeladas porque no podía bajarlas pero nada importaba ya, abrazó a sus padres, ellos se veían tan felices también, entonces Lauren se dio cuenta que no estaba sola en este sueño, ellos estaban con ella, como en cada momento de su vida.

Caminó con su familia un poco lejos de las escaleras que conducían al escenario, dejando espacio a los nuevos participantes, estaba intentado expresarles lo que había sentido, pero Lauren no tenia palabras para hacer eso, quizá nunca podría ser capaz de expresarlo, porque era un momento de esos en los que no prestas atención a los detalles, solo sientes. Pero este momento, sin tener idea de lo que significaría para ella, este momento lo atesoraría hasta el final de sus días, el momento en el que volteó a su derecha y vió a una señora de cabello rubio acariciando el brazo de la que parecía ser su hija, se veía tan nerviosa y su madre sin duda trataba de tranquilizarla, Lauren sabía que era de mala educación mirar a las personas por un largo tiempo, pero no podía evitarlo, eran sus ojos quienes no la obedecían, entonces sucedió, aquella chica dejó de ver a su madre y dirigió su vista hacia Lauren dedicándole una tímida sonrisa, la sonrisa que le robaría el aliento, Lauren aún no era consciente de eso, ella no, pero una parte de ella lo sabía, desde aquel momento lo supo. Entonces le devolvió la sonrisa, cuestionándose mentalmente por que había tardado tanto en hacerlo, quizá solo seguía abrumada por lo que acababa de suceder.

Cuando pudo salir de aquel trance o cualquier cosa que había retenido su atención, se dio cuenta que su padre le estaba cuestionando sobre lo que tenía preparado para el Bootcamp, y aunque no quería martirizarse en estos momentos, sabía que tenía que prepararse pues no todo estaba decidido aún. Le aconsejó que en la próxima canción debía que mostrar la potencia de su voz, Lauren estaba de acuerdo, además de que tendría que realmente sentir la canción, o cantarla cómo si disfrutara cada palabra, en realidad amaba hacer eso, amaba todo lo relacionado con la música, sabía que todo tenía que hacerse con pasión.

-Hija, estoy tan orgulloso de ti. Sin duda las palabras de su padre siempre la hacían sentir feliz, además de que compartía este amor con él, su padre amaba hacer música, y en sus ratos libres los dos se divertían, cantando, bailando o intercambiando opiniones sobre los artistas actuales, y sobre que géneros los hacía sentir, Lauren estaba feliz de tener este vínculo especial con él, y sin duda el amor por la música lo heredo de aquel hombre.

-¡Hola! Lauren escuchó a alguien a su espalda, una voz que nunca antes había oído, una singular voz, como ninguna que conociera, volteó y ahí estaba aquella chica, parada frente a ella y sonriendo nerviosamente, ¿Por qué estaba nerviosa?, se preguntó, después se reprendió internamente porque aún no le había contestado el saludo, -¡Hola! devolvió un poco apenada, dándose cuenta de que la chica estaba esperando su respuesta y que quizá ese era el motivo de su nerviosismo. -Me gusta tu camisa. ¿Qué había dicho? Lauren no estaba segura del por qué esa chica estaba alabando su camisa, ni del por qué ella en respuesta solo estaba asintiendo frenéticamente al cumplido que le acababa de hacer, se sintió como una tonta. -¡Gracias! A mí me gusta tu chaqueta. En las dos ocasiones que la había visto, ni siquiera había notado que clase de ropa llevaba puesta, gracias a que no podía poner su mirada en otro lugar que no fuese su rostro, así que lo más cercano a sus ojos era su chaqueta, no tuvo otra opción. Aunque después de haberla observado bien, pensó que no importaba que clase de ropa llevara, seguro a ella le sentaría todo muy bien, sin dudas era bonita, y muy agradable al parecer. ¡Oh perdón por no haberme presentado antes! Soy Karla, aunque siempre me ha gustado mas mi segundo nombre, así que puedes decirme Camila, y siento venir a hablarte y parecer muy rara, ya sabes, es solo que estoy tratando de despejar mi mente y mi madre está igual o más nerviosa que yo así que no está ayudando mucho en eso. Lauren no podía dejar de pensar en lo adorable que era aquella chica, Camila, y ademas de eso tenía un bonito nombre.-¡Perdona Camila! Soy Lauren, no hay problema, y tal vez te parezca una persona demasiado distraída, pero es solo que sigo en Shock después de haberme presentado en el escenario, demonios, fue alucinante. Lauren le contaba con esa sonrisa en su rostro que aún no había podido desaparecer. -¡Oh dios, tengo tanto miedo Lauren, no se que haría si me dicen que no, esto ha sido con lo que siempre he soñado, lo deseo tanto, creo que tendré un ataque de nervios en cualquier momento. En ese instante Lauren sintió un impulso, un impulso que su cuerpo estuvo a punto de obedecer, si no fuera por la oportuna madre de Camila, quien se acercó a su hija para decirle que pronto tendría que subir al escenario, así que sus palabras de aliento fueron "Tranquila, lo harás bien, sólo confía en ti y entrégate" y un "gracias Lauren" por parte de camila, antes de que se diera la vuelta y se marchara. La observó subir las escaleras y perderse detrás de aquella cortina. ¿Que había pasado?, Por qué demonios sintió la necesidad de abrazarla y decirle que todo saldría bien, hubiera quedado como una estúpida e internamente le daba las gracias a la madre de Camila por haber llegado en ese preciso instante, estaba tan confundida porque no podía explicarse que demonios había sido todo eso, y lo peor es que ya ni siquiera podía culpar a sus nervios. Lauren generalmente era una persona muy lista, pero no muy a menudo se daba cuenta de las cosas que sucedían a su alrededor, incluso menos de las que sucedían en su interior. Así que no, no se había percatado que aquel vacío; que la atormentaba en los momentos de soledad, al fin había sido llenado, una mirada, una sonrisa y ahora estaba completa.

¿Alguna vez haz tenido la sensación de que algo grande está a punto de suceder? ...