No te acerques a Bieber.

273 14 1
                                    

Ya habían pasado diez minutos desde que me había despertado y yo aún estaba tendida en la cama. Sólo imaginaba como podía ser el colegio y si podría conseguir amistades o simplemente conocidos pronto, porque sinceramente no era agradable estar sola durante horas en un instituto.
Después de dar vueltas en la cama pensando en lo que podía pasar en el nuevo infierno -O así lo imaginaba- decidí levantarme de la cama y caminé hacia el baño, era un buen momento para apreciarlo. Tomé el peine y éste pasó sin ninguna dificultad por mi cabello. Coloqué un labial rojo pero no tan potente sobre mis labios y eché un poco de fragancia sobre mi cuello, dejándome un rico aroma. Mi cara estaba natural pero bien, no podía quejarme. El uniforme de aquel instituto que ni sabía cómo se llamaba estaba sobre mi cama,era una pollera con pequeños cuadrados de colores bordo y mezclas de negro y grises, una remera blanca básica junto con mis zapatillas vans negras que mi madre me había regalado para mi cumpleaños. Cuando ya estaba preparada para ir al colegio bajé las escaleras anchas hasta llegar a la gran cocina. La mochila estaba sobre mi asiento, mi madre se había tomado la molestia de prepararla. Reí por lo bajo y vi el reloj, 7:00. Oh mierda llegaría tarde. Le di un pequeño mordisco a mi tostada y salí de casa. Nick estaba apoyado sobre su auto esperándome. ¿Nick me llevara? Bueno, mi día no empezaría tan mal.

-¿Lista para tu primer día de clases? - Dijo con una gran sonrisa en su rostro, levantó su mano para que yo la chocara con la suya pero no resultó.

-No me trates como si nunca hubiera ido a un instituto, Nick. - Pasé de largo esquivando su choque y él me siguió con la mirada tiempo después rodeó sus ojos.
-Tienes un carácter de mierda.
Subimos al auto e instantáneamente arrancó hacia el instituto. Apoyé mi cabeza sobre el respaldo de la silla y cerré los ojos, esperaba que el viaje sea bastante largo para dormirme ocho horas más. Pero no, después de quince minutos llegamos, por fuera era grandioso, había una fuente rodeada de banco donde algunos adolescentes estaban sobre ellos charlando o mejor dicho, gritando.

-Si pasa algo, sabes que puedes llamarme. Quería acompañarte en este día, ya que venir caminando o con tus padres sería mortal. -Reí ante su comentario y di un pequeño beso en su mejilla en modo de despido.
Bajé del auto y me dirigí hacia la entrada del instituto, solté un suspiro y entré a éste. Varias personas colocaron sus ojos en mí, pero ya a los segundos siguieron en lo suyo. Suspire nuevamente aliviada y caminé por el pasillo, buscando el aula 4.7 que según mi madre esa era la indicada. Al encontrarla me llene de valor y abrí la puerta, todos los alumnos volvieron a poner la mirada sobre mí. ¿Qué nunca habían visto a una chica? Busqué con la mirada algún asiento vacío y encontré uno, al lado de un chico, éste se veía bastante guapo, su pelo era oscuro y éste estaba hacia atrás, su mirada era graciosa, quiero decir, parecía un chico divertido y sociable, por el momento iba a sentarme a su lado. No dude más y caminé hacia allí, dejando la mochila sobre el respaldo de la silla y sentándome en ella.

-Sé que soy una persona muy sexy pero no debías mirarme de esa forma, preciosa. -Dijo aquel muchacho causando que riera. Había dicho que era divertido, mi intuición nunca falla.

-Sólo estaba buscando un asiento y..

-No inventes excusas, sé que gustas de mi, muñeca. Zayn, Zayn Malik. -Estiró su mano y de inmediato la estreche con gusto.

-Natasha Wilde, un gusto señor coqueto. - Dije reprimiendo una risa.

Habíamos entablado una buena conversación llena de risas y chistes hasta que apareció la profesora, era una mujer alta, guapa, de unos veinticuatro años, ojos claros y labios rosados finos. Una mujer muy elegante, combinaba con éste colegio.

-Buen día alumnos. Primero quiero presentarme, mi nombre es Amy Vushik...

Mi atención hacia ella se interrumpió al ver a un chico entrar al salón. Verlo ya me causaba curiosidad y escalofríos. Era un joven alto y apuesto, su cabellera castaña lucia desordenada, sus ojos color miel estaban pesados, unas grandes bolsas cargaban en ellos, notaba que no había tenido una buena noche claramente. Su vestimenta era parecida a la de un mafioso, completamente de negro. Llevaba una campera de cuero oscura la cual combinaba perfectamente con su pantalón negro ajustado al cuerpo. Su mirada se cruzó con la mía y al instante miré hacia abajo. Aquel chico estaba lleno de secretos por revelar pero yo no quería saberlos, me aterraba la idea de tan solo hablar con él.

El día continuó normal, Zayn hacía que las horas pasen rápidas por sus burlas a las profesoras y por cada sanción con lo que lo castigaban. Era un chico rebelde y a todas les gustaba eso.

-¡Por fin termina este día de mierda! -Gritó Zayn dando pequeños saltos hacia la salida.

Reí pero de inmediato mi cuerpo se tenso cuando vi como alguien tomaba del cuello a Zayn. Corrí hacia donde estaban y empuje con valentía al chico que tenía agarrado a mi nuevo amigo. Era el chico misterioso. Mierda.

-¿Tus putas tienen que venir a defenderte, Malik? Das asco. Devuelve lo que me pertenece o juro que te mataré sin piedad.

Me quedé sin habla, quería matarlo pero el temor corría por mis venas y no pude decir ningún palabra.

- ¿Qué mierda fue eso? -Pregunté exaltada, si había saltado a defenderlo e arriesgado mi vida merecía mínimamente una respuesta.

-Agh.. Tuve una apuesta y no la pagué.. Por favor Natasha, no te acerques a Bieber.

Bieber.. Su apellido era Bieber. Cerré los ojos y asentí con la cabeza, lo salude con un simple abrazo y me retiré del instituto. Zayn estaba en problemas y sinceramente, fue el único que me habló natural y sin juzgar, me parecía un buen chico.

-Deberías aprender a no meterte en cosas que no te incumben, niña mimada.

Miré a la moto que estaba parada enfrente mío, apreté mis puños y caminé hacia Bieber, no sé cómo pero iba a enseñarle que nadie se mete con una Wilde, y menos conmigo.

-¿¡Quién te crees que eres!? ¡Tu no puedes..

-Soy Drew, Drew Bieber. Tu no puedes meterte en asuntos que no te importan una mierda. No te metas conmigo si no quieres problemas. Ah, y por cierto, lindo trasero.. -Una de sus manos acaricio mi muslo izquierdo y la saqué de inmediato. Maldito pervertido. Río sin ganas y se esfumó en cuestión de segundos.

No podía creer que ninguna palabra salió de mi boca, pero Bieber era extraño, misterioso y cruel, muy cruel. Podía ser un jugador pero a mí aquel hombre me causaba escalofríos.

Heartless.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora