El Secreto del Dragón

Conociendolo

Salí de casa, como siempre. Con el celular en el bolsillo y audífonos, parecía una día normal; si me lo hubieran contado no me lo hubiera creído pero pasó, sí, me pasó a mí. Fue el día que comenzó esta gran aventura, aunque en ese entonces no sabía lo que era. Caminaba con dirección a la escuela, me encontraba cerca del colegio Kansas. Mi escuela estaba unas cuadras después (otro día les hago un croquis). De pronto se cambió la canción y sonó una que no era de mis favoritas, así que saqué mi celular para cambiar la canción; miré hacia abajo y me estrellé con alguien. ¿Un día podía dejar de ser tan torpe? Levanté la cabeza para pronunciar mis disculpas y me encontré con unos ojos color caramelo; no llamaban la atención entre la multitud pero eran definitivamente preciosos ojos que estaban acompañados de una sonrisa aun más linda. Bajé la cabeza y caminé por el costado para seguir con mi camino.

-¿Sabes por donde es el colegio Newton?

Me recorrió como electricidad al escucharlo

-Sí-titubeé- De hecho allí estudio.

-Entonces podemos ir juntos- dijo alegre.

Asentí y cruzamos la calle. Yo seguía con los audífonos intentando no parecer tan nerviosa por aquel acontecimiento.

-Eres nuevo- Que tonta que eres Alba, pensé. Era obvio que era nuevo- ¿A qué año vas?

- Voy a 5to y ¿tú?

-¿A qué grado parece que voy?

Puso una mano en su barbilla e hizo una cara pensativa.

-Pareces joven, seguro estás en 3ro

Sonreí.

-Ya lo verás.

Seguimos caminando mientras intentaba ocultar la sonrisa nerviosa que quería asomarse hace un rato en mi rostro. Lo miraba y noté que tenía músculos, no era Sylvester Stalone pero parecía que hacía ejercicio. Me cansé del silencio y articulé:

-¿Te acabas de mudar?

-Sí, ayer llegué de Sevilla.

- ¿Y qué pasó con tu acento?-dije imitando asquerosamente el acento español.

-Soy peruano, un año viví en Sevilla, pero trasladaron a mis padres a Lima y se les hace más cerca si vivimos acá.

Asentí y no sabía que más decir, felizmente llegamos a la escuela. Lo miré y le hice un ademán de mostrarle el colegio.

Subí las gradas y entré al "genialísimo" colegio Newton.

N.A: Estoy muy emocionada por esta nueva historia, sé que por él momento no parece una novela de dragones, pero por estos primeros capítulos estará la parte amorosa del asunto. Espero que les guste.