¡Ábrete, Sésamo!

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Al día siguiente, quería ir a surfear. Pero como el universo me adora. No habían buenas olas y no quería quedarme encerrada como la floja que soy. Así que decidí salir a pasear por el malecón. Desayuné lentamente mientras pensaba en Tyler, su sonrisa, su seguridad, su forma de... Un momento paren todo. Yo no podía estar pensando de esa forma en Tyler. Sacudí la cabeza y quité todo de mi mente, luego me puse ropa sport y salí a caminar.

Mientras estaba en el malecón, me sentía bien. Me sentía bien por tener la brisa en mi rostro y escuchar el mar chocando contra las rocas. Bajé por las escaleras a la playa y me senté en la arena. Estaba tan cálido y fresco a la vez. Aunque seguía sintiendo que algo me llamaba y me,impulsaba a meterme al mar. No quería mojarme y cuando comenzó a subir la marea, me paré y me dirigí a las escaleras.

Antes de comenzar a subirlas, vi a Tyler acompañado con un grupo de chicos caminando por el malecón. De pronto, los colores se hicieron más tenues y con más luz. Los vi a ellos caminando por la playa, luego la imagen cambió. Los vi a ellos frente a una gran roca, esta se movió y ellos entraron a una cueva.

Todo volvió a la normalidad. Acababa de tener una visión y entendí que debía seguirlos. A pesar que conocía el camino para llegar a ese lugar de memoria. Allí iba a pensar cuando mi madre nos abandonó.

Vi que Tyler y sus amigos se alejaban y subí rápidamente las escaleras para seguirlos. Cuando estaban a medio camino, se detuvieron a comprar helados. Ironías en las que dragones que lanzan fuego, comen helado.

Estuve siguiendolos por 15 minutos, hasta que llegaron al final del malecón. Y saltaron a la arena (dragones, resoplé), lo que me faltaba las escaleras estaban destruidas. Me asomé por el borde y comencé a deslizarme por la bajada que se habia formado. Me deslizaba lentamente, teniendo cuidado con no chocar con ningún trozo afilado. Hasta que no me sostuve bien y llegué más rápido a la playa; me levanté y me limpié los pantalones para salir corriendo y encontrarlos parados frente a la roca. Justo como en mi visión, me escondí detrás de otra roca y esperé para ver como entraban. Entonces dijeron algo, parecía la clave y tuve que ponerme la mano en la boca para contener mi risa. La roca se movió, los vi entrar y noté que la roca volvía a su lugar muy rápido. Ok, me paré frente a ella y dije:

-Ábrete, Sésamo-Parecía ridículo, pero eso dijo Tyler al entrar.

Entonces noté como la roca se movió, caminé rápidamente y entré a la cueva. Estaba todo oscuro, no pude diferenciar nada; aun así caminé hacia una pequeña luz que noté en el fondo del largo túnel. Cuando me iba acercando noté que era como una puerta, una puerta de oro que iluminaba la instancia.

De pronto algo me tomó por la espalda, di la vuelta y vi a un gran dragón. Era del mismo tamaño que Tyler, mas era de escamas negras casi sin brillo y con los ojos sin expresión.

-Tú no deberías estar aquí.-dijo en la lengua gutural de los dragones, lo entendí muy claro y él pareció notarlo.

Pero no cambió su postura, me tomó de la cintura y se elevó. ¿Qué iba a hacer? Comencé a patearlo donde mis pies llegaban, sin embargo no le hacía daño alguno y comenzaba a desesperarme.

Vi como nos alejábamos más de la salida. Hasta que noté que una mancha roja se acercaba. Tyler, de una embestida me tomó en sus brazos y comenzó a volar de regreso a la salida.

El dragón negro lo tomó de los pies y quiso hacerle caer, pero Tyler se puso fuerte y le lanzó una patada en la cara con la otra pierna. Él voló más rápido y comenzó a descender, hasta que mis pies tocaron el suelo y volvió a elevarse para seguir peleando con el dragón negro.

De pronto, las luces se encendieron, pude ver la lujosa cueva en la que me encontraba. Y a los dragones en posición de ataque que me rodeaban, retrocedí y choqué con algo. Di la vuelta y me encontré con un dragón algo más pequeño que Tyler y con escamas como el oro. Pero igual de amenazador

"Oh,oh" pensé.

N.A: Espero les guste este capítulo. Espero que no haya ningún error pues lo publiqué desde mi celular por que mi laptop se malogró, triste. Eso y y escribir con gripe tampoco es fácil Si les gusta voten y comenten. Si no también, okno. Cambio y fuera. Adiós.

El Secreto del DragónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora