13. Mis reglas.

36 3 0
                                    

Charlotte.

Sentía frío, mucho frío. Un ruido molesto se filtraba en mis oídos y la cabeza me dolía tanto como los ojos. Quería abrirlos pero no podía, intenté moverme pero tampoco lo hacía.

De repente sentí que no podía respirar, como si estuvieran apoyando 100 kilos de cemento en mi pecho. Comencé a desesperarme por moverme o abrir los ojos, pero no lo lograba, el dolor se hacía cada vez más intenso y quería gritar, pero no lo hacía.

De un segundo a otro todo se volvió blanco y abrí los ojos con desesperación.

Mierda, ¿Qué diablos hice?

Reconocía las habitaciones de los hospitales porque eran incontables las veces que había estado en uno, pero esta vez no entiendo el por qué, ni recuerdo por qué he estado en un hospital alguna vez.

Intenté moverme pero me sentía demasiado débil, y cuando corrí mi vista hacía la puerta vi a un chico rubio sentado en ella, dormido. Christian.

-Hey Chris, despierta.- Susurré, no podía emitir las palabras porque dolía como el infierno.-Christian.

Y no hubo respuesta, ni siquiera se inmutó. Observé un manojo de llaves al lado de mi cama, y no lo pensé dos veces y se lo arrojé a Christian en la cara tratando de despertarlo.

Las llaves hicieron un ruido seco en su cara y abrió sus ojos de una manera paranóica que calmó cuando me vió.

-Mierda Char, y al fin despiertas.- Dijo sonriendo mientras se acercaba a mi cama y se sentaba.- ¿Puedes explicarme por qué diablos lo hiciste?

-Mi cabeza duele demasiado y apenas puedo hablar, no recuerdo con exactitud que ha sucedido.- Continué susurrando.- ¿Puedes explicarme qué hago aquí?

Suspiró y bajó su mirada a sus pies.

-Tuviste una sobredosis.- Me miró decepcionado.- Y estuviste en coma por una semana.

-¿Cómo que tuve una sobredosis? Si ni siquiera estaba consumiendo.

-Charlotte no sé que te paso, solo se que Logan se despertó y comenzó a buscarte con James, y cuando te encontraron estabas en el piso del ático y había una aguja tirada, un frasco roto y una bolsa vacía.- Volvió a suspirar, hizo una pausa, y continuó.- Realmente lo lamento Char, no debí meterte en todo esto.

Miles de flashbacks invadieron mi mente de un golpe. Christian, peligro, Logan.

-¿Dónde está Logan?.- Pregunté incorporándome rápidamente en la cama e intentando levantarme.- Debes irte, corres peligro aquí.

-Charlotte, ya no importa, no puedo dejar que nada te pase.

-Christian cállate y escúchame. Da igual lo que quieras decirme o protegerme, Logan lo hará y esto no volverá a pasar. Vete lejos. Corres peligro aquí y yo también lo hago.- Me levanté e intenté caminar pero no lo logré y caí al suelo.- Llama a Logan y vete, hazlo por mi.

-¿Estás segura?

-Nunca estuve tan segura.

Vi a Christian desaparecer por la puerta mientras seguía sentada en el piso, esto era estúpido, algún día simplemente no iba a despertar si seguía así, y tengo muchas cosas para hacer como para morir tan joven.

-Charlie, haz despertado.- Susurró James mientras seguía a Logan que entraba por la puerta.

-Si, lo he hecho, ahora ¿Puede alguien ayudarme a levantarme? Se me está congelando el trasero.

Ambos rieron y Logan se acercó a mi levantándome en brazos y sentándome nuevamente en la cama. Nunca me sentí tan inutil.

-Dejen de reir y escuchenme, este es el plan. Tu. -Dije señalando a James.- Te quedarás en casa hasta que papá vuelva o haz lo que quieras, solo protegete, si realmente quieres hacerlo, sacate un pasaje ya mismo con destino a Buenos Aires y ve con Dustin, estarás bien ahí.

-Charlotte no puedo dejarte sola aquí.- Contestó James en tono de advertencia.

-No me quedaré aquí James, nos iremos a Australia.

-Char, eso es peligroso, debemos quedarnos aquí hasta que esto se termine.

-Es que no lo entiendes Logan, esto no se terminará si continuamos aquí y no puedes mantenerme mucho tiempo encerrada, ¿sabes?.- Contesté borde.- Deben hacerme caso si quieren salvar nuestros culos. Y si realmente quieren hacerlo van a tener que seguir mis reglas sin importar qué.

-Estás debil, Charlotte. Ni siquiera puedes hablar de una manera normal, caminas y te caes, y aun así quieres que viajemos a otro país, ¿Realmente te volviste una demente?

-Si Christian está siguiendo mis reglas, ¿Por qué ustedes no?.- Pregunté y levanté una ceja en forma de fastidio sin recibir respuesta.-Ahora, tu James, vete, ya mismo, y quiero que me informes todo al teléfono de Logan lo que harás.

-Te extrañaré.- Susurró mientras se acercaba a mi y me daba un fuerte abrazo.- y nos quedará una conversación pendiente, porque deberás explicarme el por qué el susto que me haz dado esta semana.

-Yo también lo haré, princeso, avisame que harás.- Susurré y le di un sonoro beso en su mejilla.

Observé como James salía del cuarto dejandome a solas con Logan.

-¿Y ahora que Lady Drama?.- Preguntó con sarcasmo.

-Llama a una enfermera, dile que venga a ayudarme a que me de un baño y me vista, luego pide mis papeles de alta y saca dos pasajes para un vuelo a Australia lo antes posible.

Me miró confuso.

-Ah si, y no te olvides de ir a buscar ropa, las cosas que crees que serían importantes llevar y el pasaporte.

-Parece que estás muy acostumbrada a esto.- Contestó y salió de la habitación antes dandome una mirada reconfortante.

-Ni que lo digas.- Susurré.

Mi dolor de cabeza comenzaba a desvanecerse de a poco, pero me atormentaba recordar lo que había sucedido y todavía me preguntaba en qué diablos me había convertido y qué se suponía que iba a hacer ahora. El dolor de cabeza volvía a aparecer cuando recordaba que cuando saliera de ese maldito hospital iba a tener que dar explicaciones. Y muchas.

Y lo jodido del tema, es que no sabía que iba a decir...

Ni cómo averiguaría que le pasó a mamá y cómo la encontraron.

Mrs. Problems.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora