Mi amor de Wattpad (Libro I & II) [En librerías] ✔️

19. Esta bien, puedes tocar si quieres.

Capítulo diecinueve

Odio los tacones

Y tal vez ellos me odiaban, podría ser una cosa mutua, como la relación difícil que mantenía con superficies rocosas.

Cerré los ojos, gimiendo de placer mientras me los quitaba, libere mis pies y perdí la sensación en muchos de mis dedos. No podía negar que la gente se veía muy elegante con zapatos de tacón pero eran malos para la circulación.

Me dejé caer en la cama. Los abuelos de Evan prácticamente nos obligaron a quedarnos la noche, alegando que era demasiado tarde para conducir todo el camino de regreso a Crookwell. Pero en el fondo, sabía que era una excusa para tener a su nieto con ellos un poco más. No podía culparlos, tal vez tenían miedo de no volver a verlo después de esta noche.

Me quedé mirando el techo, sintiendo la suave cama debajo de mí. Sonreí, recordando lo incómodo que había sido cuando nos preguntaron si Evan y yo queríamos compartir una habitación. Trataron de actuar como si fueran de mente abierta, pero vi la mirada de alivio en sus rostros cuando dije que queríamos habitaciones separadas. Evan me dio una mirada extraña, pero lo último que quería era escandalizar a sus abuelos cuando los acababa de conocer. Además, hay un límite de tentación que puedo manejar por día. Y Evan se veía tan hermoso esa noche, dormir en la misma cama con él no era la idea más inteligente si quería mantener mi virginidad conmigo.

La habitación era ridículamente amplia, como era de esperarse de esa gran mansión. Me preguntaba por qué los abuelos de Evan eran ricos. Quiero decir, ¿De dónde venía el dinero? ¿Sería una compañía familiar o solo ese tipo de herencia que pasa y pasa en generaciones?

Mis pensamientos fueron interrumpidos por un golpe en la puerta.

—Adelante— dije, sentándome.

Helen asomó la cabeza en el interior y me sonrió: —Hola, ¿estás ocupada?

Le devolví la sonrisa, —No, adelante.

Mientras caminaba, me quedé mirando su hermoso vestido verde. Caminó como una experta en sus tacones plateados. Su cabello castaño estaba liso arriba y terminaba en ondas perfectas y elegantes. Su maquillaje se veía profesional y detallado. Fue entonces cuando me di cuenta de la semejanza entre ella y Evan. Sus rostros tenían casi los mismos, delicados rasgos perfectos.

Ella se inclinó para darme un beso en la mejilla, —No te he visto en mucho tiempo.

Luego, se sentó a mi lado, —Sí, te ves hermosa.

Tú también.

—¿Dónde estabas? No te vi allí abajoLe pregunté por curiosidad.

Ella suspiró, —Llegue tarde y luego fui absorbida por mis tíos, primos, etc. No paraban de hablar y sólo pude sentarme y escuchar.

Le di una mirada curiosa, —¿Por qué?

—Porque, de acuerdo con toda mi familia, es lo que debo hacer como la persona educada que soy— Explicó, masajeando sus tobillos, —¿Cómo estás?

—Bien, ¿tu?

Ella bajó la mirada, —Estoy... bien, supongo— Yo sabía que no estaba bien. Teniéndola tan cerca, podía ver la tristeza en sus ojos y su postura derrotada, y entonces ella dijo lo último que esperaba escuchar de ella, —Me alegra mucho que él te haya perdonado— Me quedé helada, sabía que se refería a Evan.

—¿De verdad?— Le pregunté sorprendida. Helen me había amenazado con golpearme si le hacía daño Evan así que, ¿Por qué estaba diciendo esto y siendo amable conmigo?