Mi amor de Wattpad (Libro I & II) [En librerías] ✔️

28. Lo odio, de verdad, lo odio tanto.

Capítulo Veintiocho

No estoy lista.

Ese era el único pensamiento en el interior de mi cabeza en ese momento.

No estoy preparado para enfrentarlo, hablar con él, para hacer frente a esta sensación anhelo mezclado con el dolor que estrangulaba mi pecho.

Pero allí estaba, justo en frente de mí, observándome con esos ojos oscuros. Esa mirada intensa que podría hacer que cualquier chica se derritiera. El atractivo de Evan no solamente provenía de su aspecto físico, sino también de su actitud y personalidad: esa aura fría, deslumbrante y misteriosa a su alrededor era suficiente para atraer a una chica, era suficiente para atraerme desde el principio...

Había olvidado lo que su presencia causaba en mí. Mis hormonas traidoras sólo se estaban muriendo por brincarle y besarlo apasionadamente. Me di cuenta de que mis hormonas no se preocupaban por la decepción o la mentira, sólo se preocupaban por el espécimen atractivo frente a ellas y lo querían cerca.

Tenía su mano dentro de los bolsillos frontales de sus pantalones de una manera casual. Su cara no mostraba emoción alguna. ¿Estaba enojado? ¿Triste? ¿Estaba pasándola tan mal como yo? Me había olvidado por completo de su capacidad de ocultar sus sentimientos tan bien. Su expresión impasible no me decía nada.

Abrí la boca para decir algo, pero volví a cerrarla. ¿Qué se supone que debía decir? ¿Qué estaba haciendo aquí? ¿Debía preguntar?

Decidí esperar a que él dijera algo porque él fue el que llamo a mi nombre por primera vez.

Evan dio un paso hacia delante y mis hormonas se alegraron pero lo querían más cerca.

—¿Cómo estás?— preguntó, y se humedeció los labios. Subconscientemente, mis ojos siguieron la acción.

—Bien ¿y tú?— con nerviosismo, lamí mis labios. Su mirada se posó en mi boca y un destello de deseo apareció en sus ojos.

¿Tenía tantas ganas de besarme como yo de besarlo a el?

—No muy bien—sonaba sincero. Mi lado enamorado salió a la superficie y me esforcé para no tirar de él en un abrazo y consolarlo, —Jules...— se detuvo, mirándome directamente a los ojos, —Te extraño.

Esas tres palabras calentaron mi corazón y yo sabía que no era bueno. Estar frente a él debilitaría mi decisión porque él todavía me encantaba. Mi cuerpo todavía lo anhelaba y sería una cuestión de tiempo antes de que yo sucumbiera a él y terminara besándolo. Y yo no podía hacer eso, no cuando todavía tenía heridas dentro de mí que no se habían curado. Necesitaba tiempo. Habían pasado apenas dos días.

La cara de Jane invadió mi mente y eso fue suficiente para recuperar mi valor.

—Tengo que irme— Forcé las palabras fuera de mi boca. Su expresión impasible se transformó en una de pura tristeza, —Fue bueno verte— Dije tan cortés cómo fue posible.

Me volví sobre mis pies y comencé a alejarme.

—Jules— susurró detrás de mí, —No me voy a dar por vencido— Su voz tenía tal determinación, que hizo que un escalofrío corriera por mi espina dorsal.

Lo miré por encima del hombro y le di una sonrisa genuina, —Yo sé y no espero que lo hagas— Y con eso, me alejé de él.

Helen

—¡Arg! ¡Mierda!— grité sumergida en mi almohada una y otra vez. No podía creer que lo había hecho de nuevo, —¿Qué me pasa?— Me preguntaba en voz alta. No tenía auto-control alguno. Enterré mi cara en mi almohada y gemí. Lo odio, de verdad, lo odio tanto.