La calle esta desierta, no se ve un alma. El reloj de mi mercedes marca las 19:56. Empieza a oscure. Sigo su ruta habitual hacia el consulado. A ver si se ha entretenido hablando con alguna amiga. Ni rastro. Mi ritmo cardíaco aumenta al ver un bolso parecido al que le regalé tirado en el suelo. Corro hacia él, lo miro fijamente y sé que es de Sammy. Se confirma al revisar su carrera, tiene dinero, las tarjetas de crédito, y su documentación. Esto no ha sido un robo. En el interior del bolso descubro una caja de aspirinas, caramelos, y su teléfono móvil del que nunca se separa. No lo dudo, han sido ellos. Marco el número de emergencias:
-Buenos días, ¿cuál es su emergencia? -me dice una joven, con voz calmada y decidida
-Se acaba de cometer un secuestro.
-Indíqueme su ubicación por favor.
-Me encuentro en la quinta de Rose con Michiggan, por favor dense prisa es mi hija.
-Ahora mismo le enviamos una patrulla para allá, le pido que no se mueva de ahí.
-Descuide pero dense prisa. Su vida está en juego- digo con un tembloroso hilo de voz y cuelgo.
ESTÁS LEYENDO
Sufragio mental
Teen FictionUna joven descubre una parte de su vida que cambiará su forma de ver el mundo para siempre.