Entre el Cielo y el Infierno

CAPÍTULO 1: Aterrizaje Forzoso

No puedo hacerlo.

-Debes adaptarte.

-Me niego.

-No puedes desobedecer al creador del infierno.

-Querrás decir mi padre.

-Eso también. -bufé ante su respuesta. Podría ser el ángel que se reveló contra Dios, pero no le tenía miedo. Era mi padre, desafiarle no era ningún problema para mí.

-Ya he dicho que no voy a ir a la Tierra, soy un diablo, no me relaciono con humanos.

-Allí también hay de los nuestros. Además, te recuerdo, que tu madre es una humana.

-No hace falta que me lo recuerdes...

-¡Pues no se hable más! Irás a vivir con tu madre.

-¿¡Q-qué!? ¡Yo no he dicho que..!

-¡Preparad sus cosas! Mañana mismo estarás en la Tierra.

No me dio tiempo de protestar, antes de darme cuenta ya estaba fuera de la sala.

-Señor, nosotros nos ocuparemos de su equipaje. -asentí y eché a andar hacia... ¿dónde? No tenía donde ir, este ya no era mi hogar.

Se que el infierno no es el mejor sitio para vivir pero cuando eres el hijo de Satán no esta tan mal. En realidad yo vivía bastante a gusto.

Inconscientemente mis pasos me llevaron a un acantilado desde el que se veía el mundo de los humanos.

-Mañana yo estaré ahí...

* * *

-Señor, es hora de marchar - escuchaba la voz del mayordomo lejos de mi sueño -señor... Despiértese ya... -no me movía, quería seguir durmiendo. Ser mitad diablo-mitad humano cansaba demasiado... -¡Despierte! -salté de la cama tan bruscamente que caí de pie.

-¿Y-ya es la hora?

-Si, señor. -este abrió la puerta invitándome a salir.

Caminé por el pasillo acompañado de mi mayordomo... De mi ex mayordomo. Llegamos al sitio acordado en el que se encontraba mi padre y dos de sus súbditos acompañándole. Era el mismo lugar en el que estuve anoche.

-Bueno hijo, te echaré de menos.

-Yo a ti tamb... -el brazo de mi padre empujándome al precipicio me impidió acabar la frase. ¡Ni se ha molestado en prepararme un transporte! Comencé a caer mientras el pánico se apoderaba de todo mi ser; yo, hijo de Lucifer, voy a morir aplastado cómo un simple insecto. Conforme voy cayendo me aproximo a un gran lago. -¡Oh, mierda!

El impacto contra el agua fue doloroso, pero nada que no pudiese soportar un diablo. Me levanté y nadé en la gran masa de agua en la que había caído.

Al mirar un pequeño acantilado situado junto al lago vi a un anciano asomado con la boca abierta.

-¡Buenos días! Hace un poco de calor aquí... -muy buen comienzo.

Miré hacia arriba y observé el equipaje caer justo antes de que acabase estampándose en mi cabeza.

-¡Por Satán, que daño me he hecho!

Después de unos minutos enjuagándome la sangre que chorreaba de mi cabeza, salí del agua para mirar que había de equipaje. Al abrir el maletín encontré una pluma, un móvil y una carta. Abrí la carta y leí la pequeña nota que había dentro, "Disfruta de tu estancia en la Tierra. PD: compra algo de ropa".

¿Ropa? Salí de la orilla del lago adentrándome en calles asfaltadas con bastante gente en ellas. Todo era muy normal a lo que había visto sobre este mundo pero... lo único que me sorprendía era el comportamiento de las personas. Muchos se asustaban al verme, otros apartaban las miradas o salían a correr y algunos comenzaban a reírse. ¿Sabrían que era un diablo y por eso se comportaban así? Si lo sabían corría un gran peligro.