Quiero salvarla.

Capitulo 1

El día de hoy me mudo a Distrito Federal, estudiare Ingeniería en Audio y Producción Música, será increíble empezar desde cero.

Aborde el avión que me llevaría a mi destino, puse mi maleta de mano en el compartimiento que esta sobre el asiento y me senté en mi lugar asignado, sería un viaje largo así que puse mis audífonos en mis oídos y me deje llevar por la música. Paso por lo menos una hora y mis ojos no pudieron aguantar más, sin darme cuenta me había quedado dormida.

Al despertar me di cuenta de que ya habíamos aterrizado, saque los audífonos de mis oídos y estire mis piernas y brazos, me puse de pie y tome mi bolso, al bajar del avión tenía que ir por mi maleta así que fui, mi poco equipaje consistía en mi bolso y una gran maleta azul, mis demás cosas serían enviadas con una compañía de mudanza. Entre al aeropuerto y tome asiento en el lugar de espera por lo menos 15 minutos, decidida para ir a mi nuevo hogar opte por buscar un taxi.

Encontré transporte en el estacionamiento, el amable chófer me ayudo a subir mi maleta y al subir a él le di la dirección a donde se debía de dirigir, de ahora en adelante viviría sola en una diferente ciudad, al parecer mis padres mandaron arreglar un lindo departamento para mí, sentía nervios y desesperación por llegar, tanto que no me di cuenta que ya estaba afuera del edificio, el chófer estaba en la acera con mi maleta, esperando mi reacción. Baje del auto.

-Disculpe, ¿cuánto seria el total? -pregunte, refiriéndome al pago-.

-Serian 120 pesos señorita.

Tome mi cartera y saque el monto exacto.

- Aquí esta, muchas gracias -le dije al amable señor dándole el dinero-.

Tome mi maleta y entre al edificio, me dirigí al recepcionista.

-Buenas tardes disculpe, soy la nueva residente, Yaiza Hermande -dije sonriendo y tratando de presentarme lo mejor posible-.

-Yo soy Gustavo, viejo amigo de tu padre, ellos me informaron todo al respecto, mucho gusto Yaiza- dijo tendiéndome la mano, la cual yo acepte y la estreche-.

- Bien ¿entonces?, ¿Cuál es mi nuevo hogar?

- Cierto, tu piso es el tres, apartamento 5 -dijo dándome un juego de llaves- afortunadamente tienes vecinos arriba.

-Grandioso, gracias Gustavo - me dirigí al ascensor y presione el botón tres, al cerrar las puertas hice un gesto despidiéndome de Gustavo- adiós.

Al llegar al piso me di cuenta de que solo son dos apartamentos por piso por lo que imagine que mi nuevo hogar seria enorme y no falle, al entrar me quede impactada, era tan hermoso el nuevo hogar, la sala tenia muebles estilo victoriano, sillones color menta con patas de madera talladas a mano, estoperoles en sus líneas finales y una singular tela, la sala le daba la espalda al gran ventanal que ocupaba toda la pared, este daba al departamento que está en el edificio de al lado podía ver todo y me imagino que mi vecino igual, además una televisión de 52 pulgadas y alfombra café claro, a la izquierda cuarto de invitados con su propio baño y una sala extra que pronto seria mi estudio de arte, a la izquierda una cocina a la vista, se dividía solo por la barra que también es el desayunador, muebles y estantes amarillos mostaza, por el pasillo dos habitaciones más que su temática están a mi elección, un baño y finalmente la habitación principal, era algo tan hermoso, tan elegante, había una enorme cama con dosel, sus cobijas eran blancas, al igual que las cortinas que surgían desde el techo, había además un magnifico escritorio dorado, armario dorado, tocador dorado y mesas de noche del mismo color, a la derecha una puerta que era un baño privado, tenía tina y regadera, armario de cosas extra y un gran tocador. Mis ojos y mi corazón estaba emocionados, todo era hermoso y nuevo, la vista del gran ventanal era hermosa, sin mencionar la enormes cortinas rosa pálido, después de que me cansara de recorrer mi casa fui a dormir un poco, eran poco más de las cuatro de la tarde cuando fui a dormir.

Desperté cerca de las nueve de la noche, decidí ir a comprar al supermercado alimentos para la semana, además de ir a comprar útiles escolares, iniciare la escuela el lunes así que tenía poco tiempo, tenía que adaptarme y ponerme al corriente con las clases ya que la escuela ya está a mitad de año, me levante de la cama y fui a donde mi maleta, tome la maleta de la sala y la lleve a la habitación, tome ropa cómoda, la deje en la cama y fui a darme un baño, dure aproximadamente 15 minutos en la ducha ya que no use la tina, salí en toalla, me deshice de ella y me puse mi ropa, cepille mi cabello y tome mi bolso, junto con las llaves del apartamento.

Salí y tome el ascensor, baje a recepción y vi a Gustavo, necesitaba un favor.

- Gustavo, hola -dije sonriendo-.

- Hola Yaiza, ¿saldrás? -dijo algo sorprendido-.

- Si, ¿no habrá algún auto del edificio que puedas prestarme? - dije con un inocente rostro y una gran sonrisa-.

- Claro que sí pero es mejor otra cosa -dijo y se agacho buscando algo en los estantes de su escritorio- ten, esto te lo da tu padre, me dijo que te lo diera en cuanto se diera la ocasión, es tuyo -dijo poniendo unas llaves en mis manos-.

Mi cara debió ser graciosa ya que Gustavo se rió. Estaba sorprendida, papa nunca me daría un auto así como así, pero no hay porque negarse.

- ¿Qué pasa? ¿Sorprendida? -dijo Gustavo aun riéndose-.

- Si, un poco -dije riendo-.

- Tu padre quiere que seas independiente, según él es un pequeño regalo.

- Gracias -dije dando saltos de la emoción-.

- El auto está en el garaje, ya tiene el control de la puerta del lugar y gasolina, tu padre me encargo ponérselo.

- Gracias -dije pasando un poco el escritorio para abrazarlo- gracias Gus, voy al centro comercial, adiós -dije agitando mi mano y yendo al garaje.

Mi nuevo auto era viejo modelo celeste, era hermoso.

Fui al centro comercial más cercano, compre la despensa y materiales escolares en plan:

* Libretas.

* Carpetas de vinilo.

* Lápices, bolígrafos.

*Tizas de todos los colores, pintura acrílica, de agua y acuarelas.

* Cuadros para pintar.

* Mochila.

* Etc.

Eran casi media noche cuando regrese al departamento, estacione el auto en mi lugar asignado y baje unas cuantas cosas, debía de hacer doble viaje, volví a bajar y pude escuchar mucho ruido, a mi derecha a algunos autos de mí, eran por lo menos siete personas y se veían muy borrachos, se veían muy divertidos, me dio envidia pensar que en esta ciudad no tenía amigos. Seguí viendo como esos chicos se dirigían al edificio vecino, me resultaban extrañamente familiares aunque ignore la situación ya que debía subir, tome el resto de las cosas e ingrese a recepción, salude a Gustavo, subí al ascensor y me despedí.

Al llegar a casa acomode los alimentos, acomode mi poca ropa en el armario y deje mis materiales de pintura en el estudio, decidí ver una película así que vi una de mis favoritas, sin pensarlo el sueño me ataco y caí en el sueño.