Quiero salvarla.

Capitulo 11

A petición de algunas chicas seguiré la novela,  mínimo para darle un final decente. Los episodios tardaran, si, porque como ya lo he comentado, Jose ya no me gusta y como no me gusta no tengo la inspiración necesaria.

Bueno, dejando eso de lado. 

Hagamos esto.

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Era lunes por la mañana, hacia calor pero ahora era sofocante, pronosticaban lluvias en los próximos días y rogaba porque fuera así.

Estaba en la barra de la cocina, tomando un café con leche mientras veía 'Friends', la mejor serie del mundo en toda su historia, eran las diez de la mañana y tenia que ir a la oficina en cuatro horas, no tenia nada que hacer ni amigos que visitar, era todo muy aburrido y solitario.

Escuche mi celular sonar a lo lejos y me di cuenta que lo había dejado en mi habitación, corrí a ella y sacudí las blancas sabanas de la cama, no lo encontraba y seguía sonando 'Vértigo' a volumen alto. Lo encontré envuelto y conteste. Era mama.

- Hola mama, buenos días.

- Hija ¿Por que no me has llamado? Solo hablas con tu padre -parecía un poco molesta su voz-.

- Mama, he estado ocupada, conseguí la pasantía de la escuela y tengo trabajo -dije orgullosa-.

- Yaiza no quiero que te estreses, se supone que vas a relajarte y aprender una que otra cosa.

Mi madre es muy obstinada. Voltee los ojos.

- ¡No me estreso! La escuela me dio la pasantía temporal, fue algo de suerte y el trabajo es sencillo, soy jefa de repostería en un café/bar.

- Oh bueno, si quieres hacer todo eso. ¿Ya hiciste amigos? -su voz sonó emocionada-.

- ¿Amigos? -comencé a caminar a la sala- Pues no se si son amigos pero mi jefe en la pasantia es solo unos años mayor que yo y me presento a sus amigos, son agradables -me encogí de hombros mientras me sentaba en el sofá-.

- ¿Que tan mayor es? -sonaba como si me interrogara, creo que piensa que tiene unos 40-.

- ¡Mama! Solo unos años, seis cuando mucho, creo. Ademas tu esposo es mayor que por cinco -le restregué lo mayor que es papa-.

- Es algo mayor pero esta bien, siempre has sido más madura para tu edad. ¿Fueron amables contigo? -omitió el tema de papa-.

- Si, son agradables. ¡Oh! He estado pintando un poco.

- ¿En serio? Pense que lo habías dejado -parecía algo sorprendida pero no la culpo, antes de llegar acá no había pintado en un año-.