TERCERA PARTE.

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Mientras todo esto ocurre Angélica se levanta con energía claramente renovada; aprovechará estos días que aún tiene la Nana de descanso para llevarla de compras, descansar y sobre todo hablar. ¡Levántate Nana! dice el bello Ángel llamando a la puerta a grito entero.

¡Levántate! Repite una vez más; la Nana muerta de risa, le responde entre dormida que le de unos minutos más, para dormir. Pero ante la insistencia de la chica no le queda otra opción más que salir de su cama.

Dúchate Nana hoy tenemos mil cosas por hacer. Que ánimo y que ímpetu ha invadido al bello Ángel que siendo las ocho de la mañana ya está perfectamente lista para salir. Mientras la Nana se ducha y se arregla, Angélica habla por teléfono con su amor.

Hola mi cosita, buenos días.

- Hola mi amor.

¿Si dormiste bien mi niña?

- Si, gracias al cielo, tuve una buena noche.

Me alegra, mucho escuchar eso cosita.

- ¿y tú?

- ¿Qué tal todo amor?

- Súper bien, mama está más tranquila, y durmió con mi hermano, así que creo que pudieron descansar muy bien, porque no los escuche en toda la noche. Y yo dormí profundamente con el favor de Dios.

Menos mal, mi cielo, llevabas días sin conciliar correctamente el sueño. Amor, hoy iré de compras con la Nana. Donovan suelta una risa en señal de concordancia. Nada mejor que ir de compras, las mujeres tienen el pasatiempo ideal para hacer de un día bonito algo aburrido. Por amabas bocinas se pueden oír risas de lado y lado. Amor, no seas así, sabes muy bien que son los planes que me gusten, es solo que necesito comprar algunas cosas para mí y también le comprare algo a la Nana, después de todo ella se lo merece más que nadie.

¿Vas con nosotras?

Me gustaría, dice con total sarcasmo, pero la verdad quiero pasar tiempo con mi madre y mi hermano; quiero llevarlos a un restaurante y que compartamos un poco, el encierro no es bueno para mi madre. Eso es cierto, dice Angélica con un tono de resignación. Igual por la tardecita nos veremos un rato. De acuerdo, te amo mucho dice ella para finalizar la conversación. Y yo a ti mi Ángel de alas negras.

Ambas mujeres salen de la casa cerca de las diez de la mañana; irán a un enorme centro comercial que se ubica cerca del parque principal. Ya no hay riesgo de nada así que con total tranquilidad se pasearan pos las calles de la hermosa e icónica Grecia. Además, tienen mucho dinero, después de todo lo que gastaron en Eslovenia y la familia de Donovan no fue demasiado. Aunque bueno, tener más 7 millones de euros, en un país económicamente inestable es una ventaja enorme sin lugar a dudas. Planeo comprar una casa acá Nana. Esta voltea la cabeza y la mira con una sonrisita cargada de preguntas. Pero antes de que haga alguna, Angélica se adelanta y sin mayor reparación le dice: quiero una casa y si, es para vivir con Donovan. Ambas mujeres sueltan una enorme carcajada y siguen caminando. Me alegra mucho por ti mi niña, mereces grandes cosas y sé que Dios te ayudará, además como están las cosas no será difícil encontrar un buen lugar para que vivan. Así es Nana y además también compraré otra, y esa será para ti. La Nana se detiene en seco y de inmediato desaprueba con la cabeza. No mi niña, no tienes que hacer eso. Yo vivo bien y jamás te recibiría tal cosa. Le siguen un montón de justificaciones que igual en nada cambian la decisión del Angelito. En lo que respecta a ese tema Sabes muy bien que no me echaré para atrás en mi decisión, ya está tomada y así se hará. Tú verás que haces con la casa, si la vendes, la regalas, la quemas, la destruyes, eso es tu decisión. En efecto la Nana sabe que cuando a esa niña se le mete algo en la cabeza, es imposible hacerla cambiar de opinión. Así que la apenada Nana decide dejar el tema por el momento de ese tamaño.

ENTRE ALAS DE AMOR Y DOLORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora