Fui a la cafetería, estaba repleta de gente y no me agrada estar con demasiada gente, siento que todos me miran. En fin, pedí una hamburguesa con una soda, si se acaban de dar cuenta, no me importa el físico. Aunque creo que el mío no es tan malo y no es por presumir, pero fui bailarina de ballet y es mi gran pasión aparte de los libros claro.
Me senté en la mesa más alejada que había, mi teléfono vibró y vi que tenía un mensaje de mi amiga Megan, así que decidí marcarle.
-¡EN QUE DIABLOS PIENSAS IANA ALESSANDRA!.-
Bueno, en realidad ya me esperaba ese grito, debido a que apenas hoy en la mañana prendí mi celular.
-Ya lo sé lo siento, es sólo que no me he sentido del todo bien.-
-Es tu mamá, ¿cierto?.-
Y en verdad era eso. Me duele mucho haberme distanciado tanto de mi madre y que ahora se comporte como toda una bruja, al igual que yo con ella, pero ella se lo merece por todo lo que me ha hecho, no le guardó ningún rencor, sólo que según yo las madres te protegen de todo y te apoyan ¿que no? Pues mi madre no fue así. Cuando mis papás se divorciaron a los dos años mi mamá encontró a un señor, y desde que lo vi, me dio mala espina.
Y estaba en lo cierto. Cuando tenía 14 mi mamá había salido con sus amigas y me dejó con ese señor.
Al estarme quedando dormida escuché como abrían la puerta pero supuse que era mi mamá a decirme que ya llegó y darme las buenas noches como lo hacía siempre. Pero ese señor, me da hasta asco pronunciar su nombre, pero se llama Robert, y bueno..
Una cosa llegó ala otra y el me violó estaba gritando como toda una loca para que alguien me ayudará, pero nadie jamás llegó.
Eso realmente marcó mi vida, yo era inocente y soñaba con casarme y tener mi primera vez con el amor de mi vida, no con un señor estúpido que abusó de mí.
Volviendo a la realidad escuché como mi amiga me llamaba..
-Contéstame Iana, ¿acaso estás llorando?.-
Y no me percaté, de que estaba en lo cierto, me dolió tanto recordarlo que estaba llorando, decidí colgarle a mi amiga y apagar mi celular, agarre mi mochila y me fui al baño a seguir llorando. Me hace tanto daño recordar eso y sólo es el principio.
A los minutos salí del baño y tropecé con alguien, rápidamente me levanté y me limpie la cara para que no se notará que esta llorando a mares, recogí mis cosas y dijo el extraño con el que tropecé que me ayudaba y yo bruscamente le dije que no, ¿la razón? No me gusta que me vean llorar, me agarró de la barbilla y me hizo voltear hacia arriba y me quedé hipnotizada..
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Alma solitaria..
Teen Fiction¿Para que vivir en el mundo si no tienes a nadie? Ya me canse de que me juzguen sin saber mi pasado. Creí que mudandome cambiaría y olvidaría todo lo sucedió. Pero, ¿saben qué? No fue así.. Yo soy Iana y esta es mi estúpida historia.
