Capitulo 38.

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-Sentí como todo se me venía en encima, si a Liam no le daban un nuevo riñón no podría vivir y yo por egoísta que suene, no podía quedarme sin él, era algo que no podía permitir si Liam no estaba conmigo yo terminaría hundiéndome "tranquila saldremos de esto" me había dicho el mismo día que lo internaron.

>>Yo sabía que si no conseguíamos ese dinero no saldríamos de eso "no vayas a cometer una estupidez para conseguirlo Lilith" me había dicho "prométemelo" y se lo prometí. Pero ambos sabíamos que terminaría rompiendo la promesa, no había forma de que yo- me separe de Harry manteniendo nuestras manos unidas solamente- no buscara una forma para conseguir ese dinero, al igual que él habría hecho de yo estar en su lugar.

Mi hermano se quedo dormido pocos minutos después de nuestra platica, hice que el doctor me prometiera que me hablaría si Liam despertaba o algo salía mal y salí del hospital.

Estaba desesperada, ese día llore lo que no llore cuando mi mama murió o el día que enterramos a papa, me sentí en un gran hoyo negro, si daba un paso en falso yo caía, y no quería caer.

Fui a visitar a mis padres, buscando algo que resolviera el problema y desahogarme un poco, quería un poco de consuelo, algo o alguien que me dijera que todo iba a estar bien, pero eso era imposible, éramos solo Liam y yo contra el mundo y en ese momento era solo yo.

Cuando sentí que ya no podía más, me fui de ahí. Ya no lloraba, solo caminaba, estaba en piloto automático, mi cuerpo avanzaba de forma inconsciente. Repare en el gran tramo que había recorrido cuando mis piernas empezaron a entumecerse.

Los edificios estaban deteriorados, algunos abandonados, las tiendas que si funcionaban llamaban mucho la atención, estaba segura de que vendían cualquier cosa menos comida o algo así, a lo lejos se podía escuchar música que de seguro venia de algún antro cerca de ahí. Había tipos con abrigos largos y lentes oscuros en las esquinas, algunos escondidos en los callejones, jóvenes y otros hombres se acercaban a ellos de manera desesperada con fajos de dinero en mano, había chicos tirados en el suelo con los brazos llenos de moretones y marcas aspirando aquel polvito blanco del suelo con desesperación y ansias o vaciando frascos de donde sacaban pastillas de colores, además de las mujeres que se paseaban por las calles con maquillaje exagerado cubriendo sus demacrados rostros y muy poca ropa cubriéndolas, estaba haciendo frio como para vestirse así,.

Estaba aterrada, había visto calles así pero solo en películas y series, jamás me imagine que fuera a terminar vagando por una, ¿que se supone que debía de hacer? no sabía cómo había llegado a ese lugar, tal vez si daba vuelta y caminaba por donde había venido podría encontrar mi camino de regreso a casa.

Solo tenía que empezar a caminar y llegaría a algún lugar que conociera, empezaba a hacer frio y las miradas de los tipos que caminaban por ahí empezaban a ponerme nerviosa.

-¡hey linda!- escuche que llamaban a un lado mío

No estaba segura de que fuera a mí a quien llamaban, así que seguí de largo, me encogí en mi misma y baje la cabeza intimidada, ya no quería estar ahí.

-vamos, no me ignores, se que te interesara lo que te diré, podemos hacer un buen trato, te pagare bien- volví a escuchar a mi costado

¿De verdad me estaba hablando a mí? ¡Lo único que quiero es irme de aquí! Quiero ir con mi hermano.

Voltee lentamente a mi derecha encontrándome con un lujoso auto negro y una mirada gris fija en mi, sentí un escalofrío recorrerme, podía correr, tal vez si veía que yo no quería nada con él me dejaría en paz.

-te pagare bien, dime la cantidad- voltee a verlo- sube al auto, hace frio podemos hablar aquí- si le pedía el dinero para pagar la operación ¿me lo daría?

Voltee a verlo otra vez, el sonrío de medio lado indicándome con su cabeza que subiera, mi corazón latía fuerte y los nervios empezaron a hacerse presentes, sentía el sudor frió en mi nuca bajando a mi espalda, dirigí mi mirada al chico otra vez que me veía fijamente.

Camine con pasos lentos e inseguros hasta el lado del copiloto parándome frente a la puerta, el bajo el vidrio inclinándose para que pudiera verlo.

-vamos, hace frió- hablo nuevamente abriéndome la puerta

Lo pensé un poco, estas eran el tipo de estupideces que Liam me dijo que no hiciera, pero... ¿de qué otra forma podría conseguir el dinero que no tardara más de una semana? mientras Liam esté bien y no se entere de donde salió el dinero todo está bien.

Tome una respiración y entre rápido al carro antes de arrepentirme, el chico me miro y su sonrisa de lado se hizo más grande, yo solo lo observaba de reojo, no quería voltear a verlo, sentí como mis brazos y piernas empezaban a temblar.

-¿tú no te dedicas a esto verdad?- me pregunto, yo negué apenas el soltó una pequeña risa- ¿cuánto quieres que te pague?- hablo de nuevo acercándose un poco a mi- si estás haciendo esto, debe ser por alguna razón-

-yo... necesito pagar una operación...- el chico enarco una ceja

-¿para ti?- yo negué- ¿tus padres?- yo volví a negar, el alzo una ceja nuevamente

-es para mi hermano...- hable en un susurro, note como sonreía de lado

-¿cuántos años tienes?- me pregunto en tono burlón

-diez y siete- el soltó una pequeña carcajada y me miró de una forma que me dio miedo

El chico volteo su vista al frente y echo a andar el carro, mi cuerpo se estremeció y un sentimiento de miedo y pánico se apoderó de mí, ya no quería hacer esto, quería correr con Liam y que me dijera que todo estaba bien.

-te propongo un trato...- el tono de voz que uso era extraño -tu cooperas con migo, pasamos una buena noche y yo te doy el dinero que necesitas, pero solo...- recalco- si haces todo lo que yo quiera- hablo decidido y en tono petulante

Temblé. ¿en qué me había metido? ahora no es como que pueda huir o decirle que no, unas horribles ganas de llorar me invadieron, pero no me mostraría débil ante él, asentí lentamente cuando sentí su mirada en mí, la sonrisa que esbozo me dio asco.

El camino continúo en silencio, sentí su mirada fija en mí en cada alto, yo lo miraba de reojo de vez en cuando.

Pelo negro corto y revuelto pero a la vez peinado, ojos grises fríos y de mirada penetrante, nariz recta que encajaba perfecto con su rostro, piel blanca lo que hacía resaltar sus labios rozados, no era para nada feo, pero no quería pasar una noche con él.

Después de unos minutos el auto se detuvo frente a un edificio, el bajo del auto y yo también, pensé en correr o gritar, tal vez alguien iría a ayudarme, pero al parecer el vio mis intenciones y me tomo del brazo haciendo que me tensara, me sonrió y me dirigió al edificio. Creo que ahora no me quedaba más que resignarme, yo había aceptado y entre más rápido terminara todo esto mejor.

El interior del lugar era parecido a donde vivíamos Liam y yo, solo que era más lujoso.

Caminamos al elevador, quedándonos los dos solos.

El se acerco a mí y me tomo por la cintura, asiendo que diera un brinco, lo escuche soltar una carcajada para después esconder su cabeza en mi cuello deposito un beso ahí y sentí como mordía el lóbulo de mi oreja, mi corazón empezó a latir fuerte y mi estomago se revolvió.

Cuando las puertas se abrieron solté el aire que había estado reteniendo y salí de ahí, el me tomo otra vez por la cintura y caminamos a la ultima puerta del pasillo.

Su departamento era bonito, no muy grande ni tampoco muy chico, la decoración era linda y elegante, estaba segura de que era alguien de dinero si estaba dispuesto a pagar por la operación de mi hermano.



The Best of You | Harry StylesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora