Solo un segundo... puede cambiarlo todo

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Después de separase lentamente de ese beso ambos se miraban fijamente el uno al otro, parecía un sueño, para Yoko, una novela. Solo sabían que con la compañía del otro se sentían bien, reconfortados, protegidos...

Yoko se volvió a recostar al pecho de él sin decir palabra, podía escuchar los rápidos latidos de nervios de Mako, le parecía muy tierno a lo que dejo salir una pequeña sonrisa de sus labios y sus mejillas se tornaban en color rosado. Las manos de Yoko se posan encima de los hombros de Mako y se aferran a la camisa de él. No quería arruinar el momento por lo que no dijo nada, se sentía tan bien a su lado. Sin embargo savia que sería difícil estar con él

Mako al ver las acciones de esta llevo ambos brazos a la espalda de ella y con los mismos la apego al pecho de él, sentía como si tuviera a un ángel en entre sus brazos, tan delicado y puro como su apariencia. El estar con Yoko sería difícil, él lo sabia sin embargo estaba dispuesto a luchar por ella. Yoko es un diamante en bruto entre u mar de rocas, desde el punto de vista de él, no podría dejarla ir de su lado he iba a intentar que Yoko sintiera lo mismo por ella pero no sabia que ella sentís lo mismo por él. Mako cerro los ojos levantándose del suelo con Yoko en manos y pronunciaba de manera tranquila - Yoko... Vámonos de acá.. Juntos.. - ya una ves de pie, con Yoko en brazos le miraba esperando su respuesta

Yoko quedo sorprendida por esto pero se quedó pensándolo cerca de 1 minuto y volteo su mirada hacía él y poso su mano derecha encima de la mejilla izquierda de él. Se mantuvo de esa forma por unos segundos y le respondió susurrándole - Mako.. Un segundo puede cambiarlo todo.. Y tu cambiaste mi corazón.. Mis sentimientos en tan solo un segundo... Acepto, me voy contigo -

Mako esbozo una gran sonrisa en su rostro y empezó a darle pequeños y varios besos en el rostro de Yoko mientras sentía una gran alegría dentro de él. No podría creer que aceptara al sentir tanta emoción un par de alas con plumas color azul oscuro brotan de espalda rompiendo su camisa. No le dio importancia a esto y más bien las utilizó para revolotear por la habitación con Yoko en brazos y dando vueltas, desapareció las alas cuando estaba arriba de la cama y cayo él encima de Yoko. Fue pasando su mano lentamente desde su rodilla hasta las caderas de Yoko mientras le miraba a los ojos - Yoko... Se bien que eres virgen a pesar de tu edad, pues una princesa del infierno tiene que esperar a casarse. Y como he estudiado las reglas se como hacer que no te acepten en el infierno si quiera, se que odias ese lugar... ¿quieres saber cual es la firma de escapar completamente de ese lugar? -

Yoko se quedó bastante sorprendida ante esto, le miraba en estado de shock y solo pudo responder - ¡Si! ¡N-no quiero volver a ese lugar! Mako.. Salvame -

Mako se sonrojo levemente pero seguía mirándola de forma seria - Yoko.. Deja que tome tu primera ves.. - sabia que era precipitado, pero era la única forma y Yoko lo pensó, lo estaba considerando al final aceptó

Ambos se empezaron a besar apasionadamente.. Pero no daré detalles.. Solo diré que.. Aquella mañana, fue la mas especial para Yoko y Mako. Y en definitiva Akuma y Vladimir iban a destruir medio infierno cuando no descubran. Bien, mientras dejamos a Mako y a Yoko a solas les explicare el porque de que si Yoko pierde su virginidad pierde su derecho a ser princesa.

Verán la virginidad en los demonios, o en su mundo, tiene una especie de sello mágico. Los de la familia real lo tienen, al momento de tener su primera ves el sello se rompe, y libera poderes si es que su primera ves es con alguien que también tenga el sello. Y esos poderes que se liberan son necesarios para gobernar o ser alguien de jerarquía.

Pero si alguien que no tiene sello toma la primera ves de alguien que si por tenga el sello se rompe pero sin embargo no libera nada, y por ende no podría gobernar aunque quisiera. Pues no tiene los requisitos para ser alguien de jerarquía en el infierno

Bien. Volviendo a la escena romántica de Yoko y Mako. Después de dos horas de pasión y placer para ambos Yoko y Mako se levantaron cono pudieron de la cama y se dieron una ducha, cambiaron las sabanas y se acostaron ambos a dormir. Ese día nunca lo olvidarían, y el siguiente tampoco pues Akuma se enteraría de todo esto.

Mako antes de quedarse dormido le susurro al oído a Yoko - Te amo mi pequeña princesa, acá estoy para protegerte - la acurrucó en su pecho y cerro los ojos

Yoko levantó su mirada hacia el y le susurro en un tono un poco mas bajo - Mi príncipe De armadura oxidada, me has salvado de las llamas del infierno, y me has mostrado el mayor placer que ofrece la vida. La libertad. Seré tu seguidora por el resto de mis alientos y latidos. Mi príncipe sin corona, te amo - pronuncio otro de sus poemas involuntariamente pues anda medio dormida. Y cerro sus ojos para acto segundo quedase completamente dormida

Ambos sentían el calor del otro, cada latido, cada suspiro, respiración, podían sentir la presencia y alma del otro. Era tan relajante, nunca se les había pasado por la cabeza que ambos terminarían teniendo una relación de esta manera, pero lo disfrutaron

Disculpen la tardanza, el internet se había puesto berrinchudo /n\

Solo amor... Sobrenatural...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora