Un terror puro se apoderó de ella, haciendo temblar su cuerpo entero mientras luchaba contra el hombre que la sujetaba. Su abrazo se apretó, pero fue por el pánico que empezó a ver puntitos negros. Oh Dios, ¿se habría puesto en esta situación por haber dicho su deseo en voz alta?
-Cállate un poquito- él murmuró con su voz profunda y serena.
Las palabras suaves la tranquilizaron un poco. No sonaba como un lunático, ¿pero cómo sonaba un lunático?
-No voy a hacerte daño- continuó. -Conozco tu fantasía secreta, y estoy aquí para dártela-.
¿Cómo podría saber su fantasía? ¿Mia se lo habría contado a alguien? ¿Era este hombre uno de sus amigos y había sido enviado para una follada por pena? No podía ser el tipo de la cafetería de ayer. No podía haber oído nada, no había mostrado ninguna reacción con sus palabras. No, esto debía ser cosa de Mia, lo que significaba que estaba segura.
-Te he visto y deseado durante mucho tiempo, y ahora sé lo que quieres, Esta es tú oportunidad. Asiente con la cabeza para sí, y te llevaré de aquí. Niega para no, y te irás en tu coche.-
¿Le estaba dando opción? Eso definitivamente era idea de Mia. Su respiración se estremeció en sus pulmones cuando respiró por la temblorosa boca. Su estómago se agitó cuando se dio cuenta de que podía conseguir lo que quería y sin embargo estar todavía segura. ¡Por favor, que no sea un error!
Lentamente, ella asintió con la cabeza, sus nervios volaron salvajes por las implicaciones del éxito de su elección. ¡Esto era una estupidez! ¿Qué estaba pensando? Ella estaría completamente bajo su control.
-Buena elección, nena- Murmuró con voz aterciopelada.
-¿Quién eres?- Murmuró ella bajo su mano.
Ella lo sintió reír y a continuación la besó detrás de la oreja. Un temblor la atravesó, al tiempo de ser matizado por el deseo prohibido. La boca de su captor se trasladó hacia el lóbulo de su oreja, pellizcándole antes de seguir hacia arriba para susurrarle.
-¿Quién soy yo? Por el resto del fin de semana, me puedes llamar Amo- El brazo que la rodeaba se movió hacia arriba, luego le pellizcó el pezón rígido. Su voz se volvió más dura, provocando que se le pusiera la piel de gallina. -Y a ti te llamaré esclava-.
Levantó la mano de su boca, pero antes de que pudiera reaccionar, un paño de olor dulce la cubrió. Infructuosamente, luchó, inhalando entre gritos.
Lentamente, el mundo se volvió borroso, y luego se quedó a oscuras
_____ se despertó tan de repente como si un interruptor de luz se hubiera encendido en su cabeza. Sus sentidos inmediatamente se pusieron en alerta máxima y sus ojos se abrieron de golpe. ¿Qué había acordado ella? ¿Qué había pasado con ella?
Ella estaba en una cama. Sus manos atadas por encima de su cabeza y la boca amordazada. Sus piernas estaban separadas y atadas también. Ella todavía estaba vestida con sus pantalones de nylon y su camiseta de algodón que había llevado a casa del gimnasio.
¿Cuánto tiempo duraría esto?
Su corazón golpeo contra su pecho y ella miró a su alrededor. El hombre había dejado la luz encendida y podía ver por las paredes brillantes de madera que estaba en una cabaña bien cuidada. La pared a su derecha eran principalmente ventanas. A través de ellas, el agua y los árboles se extendían a todo lo que ella podía ver.
El la había tomado en la ciudad y la había traído a un lugar en que ella podía gritar y nadie podría oírla. ¿Qué había hecho?
De pronto, a pesar de su deseo secreto y creer en el garaje que su amiga había hecho esto, un crudo terror la atravesó.
-Hay algunas cosas que necesitas entender antes de empezar-dijo su captor sorprendiéndola. Su mirada fue a su izquierda y lo encontró sentado en una silla al otro lado de la cama. Sus labios se pusieron en una línea recta mientras la miraba con intención con sus ojos verdes. Él llevaba una máscara de cuero negra que ocultaba la mitad superior de su rostro. Por encima de él, tenía el
pelo en un desorden controlado que le dijo que el estilo desordenado era a propósito, si ese peinado batidor de huevos podría ser considerado un estilo.
A pesar de sí misma tenía que admitir que era caliente. Tenía que tener confianza en sí mismo para llevarlo.
Ella tragó saliva con la garganta seca cuando bajo la mirada , el se había quitado la camisa que había llevado, sabía que era fuerte por la forma que la había agarrado más temprano, pero ahora vio que los músculos eran mas grandes de lo que se había imaginado. Tal poder. Sus tatuajes tribales negros estaban pintados hacia abajo del brazo derecho y a mitad de camino sobre el pecho. Una línea recta de marcas pasaban a través de su vientre como una cola para rizar alrededor de su ombligo. Sus jeans vestían sus largas piernas, extendidas frente a él mientras la miraba.
-En primer lugar necesitas entender sobre todas las cosas que no voy a hacerte daño.- Él se inclinó más cerca. -Eso no significa que no habrá un poco de dolor. El dolor que voy a darte va a llevarte al placer. No soy un sádico y nunca serás herida. ¿Me entiendes?-.
Ella asintió con la cabeza un poco preocupada por la parte del dolor. Recordó lo suficiente acerca del BDSM para saber que un Dom a menudo iniciaba a una sumisa con satisfacción y cumplimiento. ¿Qué pensaría por su respuesta a su profunda voz de mando? ¿Le traería alguna satisfacción?
-En segundo lugar, te voy a regresar a tu apartamento el lunes en la mañana, pero este fin de semana, eres mía. Tendrás una palabra de seguridad si la dices en cualquier momento, esta escena terminara y yo te llevare a tu casa, inmediatamente. ¿Queda claro?-
Ella asintió de nuevo. Tragó saliva a la afirmación que ella era suya. La tentación de lamer sus labios se vio frustrada por la mordaza que llevaba.
frunció el ceño. Si ellos estuvieran a la mitad de ninguna parte, ¿por qué poner esto en su boca?
Debido a que él lo prefería y tal vez porque había pensado que podría excitarla. Era simple como eso. Sorprendentemente ella se sentía más segura cuando él expuso sus "reglas", entre más lo hizo mas la encendía, bueno, quizá no era tan sorprendente ya que tenía un montón de libros de BDSM en casa que la ponían completamente caliente.
-En tercer lugar, lo que diga se hace. Yo soy el Amo aquí. Tu Amo. Cuando te quite la mordaza, me vas a responder "Sí, amo y No, amo". Si me desobedeces, serás castigada. Primero discutiremos las acciones tabú, pero por lo demás si yo te mando a hacer algo lo haces, ¿me entiendes?-.
_____ vaciló. No le gustaba obedecer a nadie. A decir verdad, ella había sido obstinada de niña. Aún así... La idea de no tener voluntad propia por el fin de semana hizo palpitar su corazón.
-Esclava, responde ¿Quedo claro?-
"Esclava" la palabra le llamó la atención y envío fuego a su coño. Sus ojos se abrieron. No queriendo correr el riesgo de ser castigada como él había mencionado, rápidamente dio su consentimiento pues se dio cuenta de que estaba a salvo y su cuerpo estaba lleno de nervios por la anticipación. Esto era exactamente lo que quería no un secuestro de algún criminal horrible que le hiciera daño, que podía amenazarla o incluso matarla pero ser secuestrada por un desconocido sensual que iba a satisfacer las necesidades que había mantenido en secreto durante muchos años, uh, si.
¿Quién iba a seducirla para que lo obedeciera? ¿Quién era, obviamente un versado en el lado BDSM que ella había tenido miedo de explorar? ¿Quién era este desconocido...?
Ella se preguntó si vería su cara o si él siempre seria un desconocido para ella. ¿Podría verlo después de este fin de semana y no darse cuenta que el hombre ante ella fue con quien tuvo relaciones sexuales?
Su crema llenaba su coño mientras su mente corría. ¿Quién era él?
El Amo. Y eso era todo lo que ella tenía que saber.
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Kidnap and kink - TERMINADA-
Fanfiction-Cuidado con lo que deseas... ______ Marks tiene una fantasía secreta, ser secuestrada, amarrada y seducida. Cuando confiesa su secreto a su mejor amiga en un desafío, nunca se imagina que se haría realidad. Joe Jonas, el dueño de "La Mazmorra" le...