Ella parpadeó con la repentina luz y le miró a los ojos. -Nunca alejo a nadie- Respondió. -Si nunca ganases un gramo, todavía obtendría un placer inmenso de ti. Si volvieses a ser regordeta de nuevo, como tú lo llamas, no cambiaría mi atracción por ti. Pero te quiero sana, y quiero que seamos prudentes. Necesitas sustento para tener la energía para satisfacer mis necesidades sexuales. Nunca me confundo. Te encuentro absolutamente hermosa-
Sus mejillas se calentaron, y se mordió el labio. Nunca esperó que la revelación de su pasado la llevara hasta aquí.
-Háblame de ti- Dijo ella cambiando de tema.
-No-
-Sólo algo General- Dijo en voz baja.
Su mandíbula se apretó, y ella lo vio debatirse por dentro. Finalmente, suspiró y rodó a su lado, tirando de ella hacia él ahora.
-Tengo una familia. Una gran familia con un montón de personas como yo. Mi padre, mis hermanos, mis primos. Mi pobre madre rodeada de toda esa testosterona. Dos hermanas testarudas-
-¿Cuantos hermanos?-
-Cinco. Sí, hay ocho de nosotros. Creo que a mis padres les gustaba mucho el sexo-
-¿Tú crees?- Ella rió.
-Soy el hijo del medio. En el centro muerto junto con mi hermano gemelo. Nosotros éramos los infernales-
-Nunca lo hubiese imaginado-
-Mentirosa. ¿Quieres que te cuente o no?-
-Continúa.- Ella se inclinó y movió la lengua sobre su pezón plano. Ella sonrió por la forma en que se endureció. Afortunadamente, mordisqueó la punta mientras él gemía. Momentos después, lo empujó sobre su espalda y comenzó a rastrear su tatuaje con la lengua. Sus dedos enterrados en su pelo.
-El ejército me ayudó a enderezarme. Un poco. También aprendí un montón de novedades, cosas eróticas-
-¿Cosas que usaras en mí?- Ella quería probarlo todo. Se había desatado algo sorprendente en su interior.
-Algunas. Otras alcanzan demasiado el sadismo o lo perverso para mí.-
Ella se estremeció, agradecida de que tuviera buen juicio.
-Tengo mi propio negocio- Reveló. -Las mujeres parecen quererme por esto-
-Idiotas.- Resopló _____. Ella sonrió hacia él. -Yo te quiero por tu cuerpo- Se arrastró hacia arriba y puso toda su longitud a lo largo de él. -En serio, si así es como son, nunca trataron de conocerte-
-¿Y tú me conoces?-
-Yo quiero.-
Él la puso debajo de él, y tomó sus manos sobre de su cabeza. Con ellos cara a cara, su polla dura apretaba contra su pierna. Su coño húmedo creció una vez más con la necesidad de él. ¿Podría tener suficiente alguna vez?
Sus ojos se cerraron, y se dio cuenta, que había visto tanto de él como estaba dispuesto a compartir en ese momento.
-De rodillas.- Ordenó, dándole espacio. -Quiero ver las marcas en tu trasero mientras te follo-
-Sí, Amo.- Murmuró. Su exigencia la puso caliente, incluso cuando ella quería un mayor intercambio.
Se apresuró a ponerse a cuatro patas, pero él la reorganizó, empujando almohadas bajo sus caderas y empujando sus hombros al colchón.
Su pulgar pasó sobre su ano. -¿Alguna vez has tenido un hombre aquí?-
Su voz era estrangulada. -No.-
Metió un largo dedo en su coño empapado, y luego lo llevó a frotar la carne virgen.
-Respira, amor. No te hará daño, y mi polla no va a ir ahí hoy-
La yema del dedo empujó dentro, y con voz estrangulada dijo. -Amo, por favor-
-Sólo siente. ¿Se siente mal?- él preguntó.
-No-
-¿Sólo atrevido?- Deslizó su dedo más profundo. Ella gimió ante la sensación inusual.
-Un poco... vergonzoso. Incómodo.- Ella admitió.
-Nada debe ser vergonzoso entre amantes que se preocupan el uno por el otro. Y yo me preocupo por ti- Sus labios apretaron su espalda mientras lentamente empujaba hacia dentro hasta que los nudillos descansaron en el pliegue de su culo. Su pasaje trasero parecía tan lleno. No podía imaginar cómo sería tener su polla allí.
Suavemente, él la follo con el dedo. Ella cerró sus ojos, comenzando a disfrutar de la extraña sensación. Si él quería esto, se lo daría. No era malo. De hecho, estaba creciendo en ella.
-Me agrada que me des tu trasero de esta manera- Le dijo, era evidente la satisfacción en su voz. -Para follar, abofetear, azotar. Que te arrodilles ante mí y me des tu voluntad-
-No soy cobarde- Mantuvo en voz baja.
-Lo sé, lo que hace la sumisión más especial. Tú eres especial-
Alineó la cabeza de su polla con su coño. Mientras continuaba arando su culo, empujó dentro de su coño, llenándola y con un movimiento seguro.
-¡Sí!- Exclamó. ¡Dulce cielo! Podía sentir su dedo contra su polla a través de la fina membrana que los separaba.
-Oh, sí, amor, te sientes tan bien rodeándome. Sí, apriétame así.-
Ella no pudo evitarlo. Su cuerpo se contrajo con sus palabras, endureciéndose, conduciéndole dentro, deseando que la llenara con su polla y semen. Su mano libre la rodeó para provocar su clítoris y ella galopó hacia el olvido. Su polla se mantuvo bombeándola, empujando, buscando su liberación hasta que explotó en un clímax violento que la sacudió, arrastrándolo junto a ella mientras un rayo recorría sus miembros.
Juntos, se derrumbaron.
-Increíble.- Él murmuró, después de un rato, cuando pudieron respirar. De mala gana, se sacó fuera y se dirigió al cuarto de baño. -Cuando salga, vamos a comer.- Gritó.
Su estómago gruñó, recordándole que habían llegado deprisa al final del día y que sin embargo, aun no habían comido. A pesar de sí misma, quería más de la terapia de la tarta de queso. Con suerte habría algo para el postre.
¿Postre? ¿Qué le estaba pasando?
Ella sonrió. Fuera lo que fuese, era del tipo que le gustaba. Y ella le gustaba algo más.
En silencio, salió de la cama y se arrodilló al lado. Su amante se paró, cuando salió del cuarto de baño con una toalla en la mano.
-¿Qué es esto?-
Ella bajó la cabeza. -Siento haber sido tan mala- Ella le miró, y vio sus brazos cruzados sobre su ancho pecho, la toalla todavía colgando de su gran mano. -Tú ¿me azotaras? Yo quiero sentir tu castigo mientras comemos-
-_____.- Suspiró. Él se movió hacia el extremo de la cama antes que ella y se sentó -Ven aquí.-
Impaciente, se levantó y luego se curvó sobre sus piernas. Él suavemente movió su pelo por encima de su hombro. Su índice se arrastró por su espalda antes de sujetarla con el brazo.
Ella cerró sus ojos. Era extraño. Nunca se había sentido tan protegida como cuando estaba sobre su regazo, su torso curvado ligeramente sobre ella, su antebrazo manteniéndola en su lugar.
Para su sorpresa, la toalla caliente se frotó sobre su coño y luego sobre el pliegue de su culo mientras él limpiaba su sexo. El tejido golpeó la madera con un golpe húmedo. Su mano frotándola tiernamente por la espalda. Sí, sí, por favor, suplicó en silencio.
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Kidnap and kink - TERMINADA-
Fiksi Penggemar-Cuidado con lo que deseas... ______ Marks tiene una fantasía secreta, ser secuestrada, amarrada y seducida. Cuando confiesa su secreto a su mejor amiga en un desafío, nunca se imagina que se haría realidad. Joe Jonas, el dueño de "La Mazmorra" le...