Capítulo # 4

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  -Muy bien- dijo él sin mirar. Dejándola preguntarse si tenía ojos en la parte de atrás de su cabeza, era una medida de control y su excelente oído le servía como dominante.
_____ se quedó mirando la espalda ancha preguntándose cómo demonios sabía que ella había hecho exactamente lo que él le había pedido, se retorció un poco, la posición no era incómoda, no realmente, pero la forma en que impulsaba sus pechos y dejaba su coño abierto... Bueno de verdad la excitaba. ¿Había algo malo con ella? ¿No debería estar horrorizada en lugar de estar caliente? Él la estaba obligado a ser su esclava sexual. Ella casi soltó un bufido. Correcto. ¿Qué habían dicho ellos? No podía forzar su voluntad, una parte de su cerebro podía estar gritándole, pero el resto de ella era todo para esta escena.
La intensa de su mirada se centró en ella cuando se volvió lentamente con platos en la mano y _____ no podía apartar la mirada cuando sus ojos no la liberaron, sabía sin palabras que esperaba que los mantuviera en contacto.
Joe puso la comida en la mesa, una silla raspo cuando la puso delante de ella sentándose con las piernas abiertas, su brazo agarrando un lado de la silla mientras la miraba. Ella se quedó mirando sus fascinantes tatuajes, quería lamerlos y seguir el rastro de cada curva hasta llegar a su cintura, luego quería
Llevar su polla a la boca y darle placer. Lástima que estaba usando sus pantalones vaqueros porque le gustaría darle una buena mirada.
El se aclaró la garganta llevando su atención de nuevo a su rostro.
-Te advertí que podría haber un castigo por no confiar en mí antes, después de que te hubieras entregado a mis manos.-
-Me asuste- murmuró ella.
-Entiendo eso. El castigo por la desobediencia es parte del estilo de vida. Este es un buen lugar para que nosotros empecemos. Algo pequeño. Algo para darte una probada.-
Los ojos femeninos se cerraron dejando escapar un suspiro, había leído lo suficiente como para saber algunas de las cosas que podía hacerle. Su centro se estremeció, siempre se había preguntado sobre esto y un par de veces, incluso había fantaseado en someterse a su Amo por reprimendas físicas.
-Está bien- dijo ella con una voz más fuerte.
-Levántate y ven aquí.-
Ella siguió su dirección. Un momento después, él la había inclinado sobre sus rodillas, sabía exactamente lo que había planeado, una azotaina, su primera vez. No tenía idea de qué esperar mientras él la ajustaba. Sus pechos se cernían sobre el lado más alejado de sus muslos, mientras que sus caderas estaban apoyabas en la otra.
-Mantén tus manos hacia abajo y fuera del camino- le dijo. -Y las piernas separadas.-
Su gran palma frotaba sobre sus nalgas, presionando lo suficiente para crear una fricción caliente. _____ gimió, quería que le tocara sus pliegues necesitados. ¿Por qué estaba tan mojada ante la idea de esto?
Antes de que pudiera contemplarlo, la mano de él se levanto, luego dio una palmada en su trasero, hacia abajo, sacudiéndola.
Gritó cuando la picadura radio a través de su cuerpo. Involuntariamente, se alzo para cubrir su carne caliente.
-Las manos abajo- El la apretó.
Respiró con fuerza, todo lo que quería era proteger la piel expuesta a su disciplina, se mordió el labio, estuvo de acuerdo y quería esto...
-Sí, amo- asintió, esto no era lo que había esperado. ¿Dónde estaba la emoción?
Sin embargo, cuando su mano golpeó el trasero un par de veces más, el calor pareció llegar a su coño. _____ agarró la pierna con pantalón y se retorció cuando su canal se flexionó.
-Quédate quieta- le ordenó. Su mano aterrizó de nuevo.
¿Quedarse quieta? ¡No podía!, a pesar de su impacto inicial, la excitación se filtraba a través de ella, su culo estaba en llamas, pero el resto de ese sector, su coño, bajo en su vientre, su tembloroso centro estaban inundados con lava, goteaba de ella, haciéndola estar preparada y lista, un gemido se escapo de su garganta. Perdió la cuanta de los azotes que recibió, su mente estaba cada vez más difusa y la conexión de la palma de su mano la condujeron por un camino que nunca hubiera imaginado. Si tan sólo él la tocara, si tan sólo él llevara los dedos profundamente en su funda, o mejor, su polla, ella deseaba
Desesperadamente su polla. De repente, él se detuvo y ella se dio cuenta de que le frotaba el trasero. No, no podía parar todavía. Pero lo hizo.
-Voy a ayudarte a ponerte de pie- dijo -Quédate quieta por un momento para orientarte y luego vuelve a arrodillarte.-
¡Tócame! Su cabeza se inclinaba mientras permanecía de pie delante de él. -Sí, amo- murmuro, poco a poco, se arrodilló y descanso sus pies detrás de ella, se estremeció en el primer contacto de piel a piel. Su culo estaba tan sensible. El calor llegaba hasta su tobillo. Esto estaba mal, decidió cuando jadeó y trató de permanecer inmóvil. Su cuerpo entero zumbaba teñido por la lujuria que corría por su sangre, ¡necesitaba que la follara! Aquí en el suelo, contra el mostrador, inclinada sobre una silla o la mesa, montándolo a él donde estaba sentado. No, esos pensamientos no la estaban ayudando. A distancia, oyó un estruendo y se dio cuenta demasiado tarde que le estaba hablando, le apretó su barbilla y le hizo volver su mirada hacia él.
-Es hora de comer. No, quédate ahí- ordenó que cuando empezó a ponerse de pie.
Ella gimió mientras se sentaba en su trasero. Sonriente, él levantó un bocado de pastel de queso, también conocido como el éxtasis. Y se lo acercó a la boca.
Ella se apartó.
-No puedo comer eso.-
El tenedor golpeo el plato con un sonido metálico, luego lo vio cruzar los brazos sobre el pecho, mirándola.
-¿Por qué? ¿Eres diabética, tienes el colesterol alto, presión arterial alta, intolerancia a la lactosa o eres alérgica a algo en esto?-
El tenía su ceño profundo con cada sacudida de la cabeza. ¿Iba a castigarla? Le gustaría que tal vez la follara y sin retener su liberación, podía tener orgasmos pequeños sin que lo supiera, sí, eso sonaba como un plan viable.
-Creo que sólo está siendo difícil debido a tu fobia de peso- le dijo.
Estaba en lo cierto. Ambos lo sabían. Suspiró y abrió la boca, quería ser follada y siendo una malcriada no iba a conseguir lo quería, además, tenía hambre. Volvió a coger el tenedor y se lo llevó de nuevo a su boca. Ella cogió la mezcla de dulce en los dientes y gimió cuando el sabor explotó sobre sus papilas gustativas, el sabor artificial y las falsas golosinas no tenían nada que ver con esto, se lo tragó sin pensar en las calorías o el efecto sobre sus muslos, una mordida y estaba perdida, siempre había sabido que sería así, los postres eran su debilidad.
-¿Otro?- preguntó ella.
-¿Qué estarías dispuesta a hacer?-
Su mirada cayó al borde duro en sus pantalones vaqueros, parecía estar completamente erecto, podría pensar en algunas cosas que le gustaría hacer con su polla.
El se inclinó y le levantó la barbilla para que lo mirara.
-Estaba bromeando. Tengo todo un pedazo para ti y espero que te lo comas.-
-Está bien- respondió, se preocuparía acerca de las consecuencias más tarde. Se las arregló para bajar una rebanada entera con poco esfuerzo lo que la llenó de satisfacción. Su boca estaba satisfecha, pero otra parte de ella aún necesitaba más y el parecía estar en la misma página.
Poniéndose de pie se quito los pantalones y se sentó una vez más. Los dedos se cerraron haciéndole señas para que se adelantara, _____ se lamió los labios mientras miraba a su polla. Con gusto, con mucho gusto lo llevaría a su boca.
-No, esclava- él se rió tirando de ella hasta su regazo a horcajadas. No se molestó con preliminares ¿No habían pasado una hora con los juegos previos? Agarrando sus caderas, él la bajo a su polla. Ambos se quejaron ante la sensación de su eje empujando en sus húmedos pliegues apretados, de esta manera se sentía aún más grande y _____ apenas podía evitar la reacción inmediata que le rodó a través de su cuerpo estremecido. Las grandes manos de él se movían más bajo para agarrar su culo, lo apretó y sintió el fuego que se revivió sobre la carne abusada.
-Móntame- le ordenó.
Ella tenía la cabeza inclinada hacia atrás y su pelo en cascada sobre las muñecas de él haciéndole cosquillas mientras se movía, levanto su mano para agarrar su pecho, alzándolo como una ofrenda mientras él inclinaba la cabeza. Poco a poco, su lengua se arrastro sobre la cumbre provocándole un grito, su coño convulsiono y una ola de crema salió por encima de su polla. Sin pensar, sacudió sus caderas contra él, sus dedos se clavaron en sus hombros mientras frota su clítoris contra su base, la tensión hacia espirales, espirales y espirales en el vientre, sacándole palabras incoherentes de sus labios. Gritó cuando los dientes de él se cerraron en su pezón, un orgasmo se disparo dentro de ella, apretándolo con su cuerpo.
-Sigue adelante- murmuró alrededor de su pezón cuando los espasmos casi la paralizan, ambas manos fueron a sus caderas con fuerza, obligándola a mantenerse en movimiento, mientras que las ondas de placer nunca dejaron de arar a través de ella.
La acción de él pareció eliminar la capa protectora sobre sus nervios, dejándola cruda y sollozando cuando él tiró de su cuerpo y ella trató de moverse a pesar que la liberación parecía no parar, nunca había experimentado una respuesta tan cataclísmica por un hombre, la transpiración empapo su cuerpo y los rizos de su pelo se aferraron a los dos mientras follaban, el olor de su sexo era pesado en el aire mientras los sonidos terrenales hacían eco de acoplamiento en los azulejos de la cocina, los sonidos, el olor, la sensación de su crema cubriéndole los muslos y ahora la sensación de su polla gruesa empujando implacablemente sin descanso, incluso cuando apenas podía moverse, la llevó más y más hasta que su visión era borrosa sobrecargando sus sentidos. Cerró los ojos mientras sus músculos se liberaban y podía volver a montarlo en serio, espinas quemaban el largo de su piel por el esfuerzo, sin pensar, continuó su salvaje movimiento. El gimió, y el sonido vibro sobre su pezón, enviando una nueva onda a su núcleo, su lengua arremetió sobre la punta de su pecho cuando los sonidos frenéticos en la garganta le dijeron que él se acercaba al punto culminante.
-Oh sí, nena- gruñó -Llévame allí.-
Si su propia liberación no se hubiera reiniciado, se habría reído de su orden haciéndola tener la ilusión de que tenía el control. No había control mientras se estremecía en su polla, con las manos de él clavadas en sus caderas, empujándola, su coño lo apretó como un puño.
Volvió a gritar cuando cayó en el olvido acompañado por el gruñido gutural de él, lo vio alzar la cabeza y gritar cuando su esperma caliente salpicó profundamente dentro de su pasaje convulsionando junto a ella. Los fuertes brazos masculinos la aplastaron mientras que se arqueaban congelados en éxtasis, en un cuadro de extravagante placer.
Después de varios largos momentos, él la acariciaba mientras su piel iba enfriándose y la apretaba contra su pecho, sus labios acariciaron un camino por el lado de su cuello.
-Gracias, esclava- le susurró al oído. -El Amo está bien complacido.-
_____ se estremeció ante la conmoción de placer que acompaña sus palabras tabú. Le gustó ser la esclava en esa posición, sometiéndose a su dominio, había disfrutado completamente su castigo.

Kidnap and kink   - TERMINADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora