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El jueves había sido un día normal, clientes, café, charlas, gritos, los chistes malos de Jack.

Yo no podía dejar de pensar en mi madre, su enfermedad empeoraba cada vez más y me asustaba.

-Estas distraída pequeña ¿Te pasa algo? - preguntó Jack mirándome preocupado. No quería cargarlo con mis problemas, mostrarme débil ante los demás nunca había sido lo mío, solo negué suavemente y fui a tomar el pedido a una señora que era una clienta habitual, Julia. 

Ella era una mujer mayor, de unos 60, su cabello era blanco, usaba lentes de media luna y vestía muy bien, me parecía muy elegante, siempre llevaba un libro y siempre su pedido era el mismo.

-Buenos días, bienvenida a Big Bread ¿Puedo tomar su pedido?- dije mi discurso obligado, ella solo sonrió y me pidió su café expreso y su muffin, igual que todos los días. A veces la monotonía llegaba a cansarme, pero este trabajo mantenía viva a mi madre así que tenía que aguantar.

Las campanas sonaron y la puerta dio paso a la joven del día anterior, Lynn, hoy también traía ropa negra pero ya no tenía una capucha, así podía ver su cabello, era marrón como el chocolate y lo llevaba rapado en un lado. Recorrió el negocio con la mirada hasta que me encontró, se acercó a mí y me sonrió

-Buenos días, bienvenida a Big Bread ¿Puedo tomar su pe- comenzó a reír interrumpiéndome.

-No necesitas hacer eso, hola Jenna

-Hola ¿Lynn? –

-Oh me recuerdas –sonrió y camino hacia la barra, la seguí y espere a que se sentara.

-¿Vas a tomar algo?- Ignorando mi pregunta se puso a buscar algo en su bolso, hoy ya no traía la misma mochila que el día anterior, supuse que se había arruinado por la lluvia, por suerte la lluvia había cesado.- Si necesitas algo puedes llamarme o a mi compañero. – levanto su pulgar en señal que había entendido y me aleje para preparar el café de Julia.

Atendí a otros clientes, y Lynn seguía sentada en la barra acomodando papeles, sin ordenar nada. Yo por mi parte esperaba que el muchacho del día anterior entrara, ese del cabello negro y los ojos verdes pero mi deseo parecía quedarse sin cumplir. Volví a la barra y observe a la chica que acomodaba, fotos, no papeles como yo creía –Hey, son buenas – dije tratando de entablar una conversación, ella se sorprendió por mi voz y las tomo de golpe haciendo que se cayeran al piso. – Lo siento mucho- chille dando vuelta para ayudarla a levantar.

-No te preocupes, al parecer estaba muy concentrada – tomaba las fotografías con rapidez, como intentando que no las vea, hasta que logre reconocer una.

-Esta soy yo - mire mi rostro confundido en la imagen, seguramente tenía el mismo en este momento, ella la arrebato inmediatamente de mis manos. -¿Es la que me tomaste ayer?

-Sí, quería mostrártela pero estabas ocupada – recogió las últimas fotos que yacían en el suelo y se incorporo, imite su acción y comencé a observar las imágenes distribuidas por toda la barra.

- Son muy buenas ¿Eres fotógrafa?

-Es lo que quiero ser, pero no es tan fácil, ya sabes, no es tomar fotos y ya – negué comprendiendo su punto. Sus fotografías trasmitían algo, podrían ser consideradas arte. –Iba a preguntarte algo- sentí su mirada así que levante la mía, para encontrarme con unos grandes ojos color café. Asentí para que continuara – Tengo muchas más en mi departamento, tal vez te gustaría verlas. – ¿Irme al departamento de una extraña era algo peligroso? Seguramente sí, pero por alguna razón ella me generaba confianza. – Mi turno termina a las nueve, puede esperarme si quieres. – Ella sonrió.

Cuando faltaban treinta minutos para cerrar entro aquel chico al negocio. Su cabello negro lucia aun mejor y sus ojos parecían aun más verdes, volvió a sentarse en la misma mesa. Observe todo su camino hasta ella con, seguramente, una cara de tonta. –Oh mira quien llego ahí, tu novio – se burlo Jack – Ve atenderlo que debe extrañarte- empuje a Jack y me acerque a tomar el pedido del muchacho- Buenas noches, bienvenido a Big Bread ¿Qué desea tomar? - Él me sonrió y pidió un café negro. Se veía preocupado y no dejaba de mirar por la ventana, como si esperara a alguien, alguien que no quería que llegara.

Cuando me gire note que Lynn ya no estaba en la barra y en su lugar había dejado una nota

"Es mejor si lo hacemos otro día. Saludos a tu novio. Lynn." 

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⏰ Última actualización: Nov 09, 2016 ⏰

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