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El chico llevaba toda la noche manejando, ella se quedo dormida, inconsciente a la mitad del camino.

¿Tanto confiaba en el?
Ni el mismo sabia a donde ir.
Se preguntaba el chico durante todo el camino.

La cabeza de la chica se encontraba recargada contra la puerta del coche, tenía los ojos cerrados y la boca entre abierta.

El chico estacionó el coche en doble fila enfrente del hotel, el primer hotel que encontró.

Lo más seguro es que la policía los estaría buscando así que despertó a la chica de manera sutil.

-Ya me puse el condón.

-¿Que estamos esperando?

[...]

Fría era la noche.

El coche era antiguo y barato

El canto de los búhos y los mosquitos adornaban la noche.

No tenían radio, el coche parecía desplomarse cada que pasaban un tope o una vuelta.

El chico manejaba a velocidad extrema, tenia el cabello desordenado, los labios secos y desesperación en sus venas.

La chica cerro los ojos y quedó profundamente dormida.

Abrió los ojos poco a poco, pensó que soñaba. Había dejado su miserable vida para irse con un chico miserable y su vida.

"Ya me puse el condón"

Por eso estamos aquí, para eso me quiere pensó la chica.

-¿Que estamos esperando?-Dijo ella con seguridad.

Tenía un destello en su mirada.

TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora