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La chica recién había salido a la tienda.

Mientras la chica estaba fuera, el aprovechó para volver a buscar entre las cosas de la chica, el día de ayer no había encontrado ninguna carta y ella nunca tuvo tiempo para escribir otra.

¿Cuando pudo haber escrito la otra?

Sacó toda la ropa de la chica y encontró una carta pero esta estaba en un sobre, la abrió con precaución.

Sacó la hoja, en ella había pequeñas gotas de rojo carmesí, la desdobló y comenzó a leer.

-No tienes que husmear entre mis cosas, amor.

La puerta de entrada se azotó y el corazón del chico dio un brinco.

TormentaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora