Capítulo I-Quiero saber más de ti

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Hoy la he visto de nuevo, su sonrisa tan radiante, su cabello danzante en el viento y su caminar tan inseguro. Nunca pensaré de otra mujer como pienso de ella

Mesera- Señor, ¿gustaría pedir algo más?

Sebastián- No, señorita, por favor tráigame la cuenta.

--El ambiente del restaurante es tan relajante y más pudiendo contemplar la belleza de Brucelda, mi compañera de trabajo.

Sebastián agacha la cabeza mientras piensa en un plan para acercarse a su "amada" Brucelda.

-¡Lo tengo! le prestaré dinero para almorzar y luego se lo pagaré invitándole a almorzar, será muy disimulado y de esta forma me le podré acercar sin espantarla.

Y así fue, al día siguiente Sebastián se acercó a Brucelda y muy tímidamente le pidió prestado dinero para el almuerzo, Brucelda accedió y parte del plan ya estaba hecho.

Sebastián- Bien, este día debo pagarle el favor a Brucelda, lo aprovecharé al máximo para poder saber más de ella.

Sebastián esperaba ansioso la hora del almuerzo. Su teléfono no dejaba de sonar y él muy molesto lo apagó para que nada le arruinase su momento.

Sebastian- ¡Hey, Brucelda! Espera, permiteme invitarte a almorzar en pago de tu favor.

Brucelda- ¿seguro? No es necesario, tómalo como un regalo de toda la vida- y se puso a reír para hacer sentir bien a Sebastián.

- Entonces déjame invitarte y ese será mi regalo para ti- Respondió Sebastián ya más confiado y decidido

Brucelda- ¡Vaya!.. Comamos juntos.

Brucelda y Sebastián habían pasado un almuerzo tan placentero que lo repitieron durante un mes (auque no hablaban más que puras bobadas). Todo iba tan perfecto, Brucelda Y Sebastián eran una pareja de tórtolos que sin duda acabarían juntos fuera de la manera que fuera...


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