Prologo

24.8K 2.2K 427
                                    

La espalda de Jungkook golpeó con fuerza la puerta metálica del baño, los dos chicos frente a él ahogaron una risa mientras el menor cerraba los ojos con fuerza como sí eso, de alguna forma, le permitiera huir de ahí, de lo que pasaría durante los próximos minutos. Sin embargo, aún con los ojos cerrados podía sentir la fuerte mano cerrarse alrededor de su cuello, dejándolo sin aire. Empezó a contar hasta diez en su cabeza, como sí eso le distrajera de la falta de aire, del dolor que comenzaba a extenderse por su cuerpo debido a los múltiples golpes que le habían propinado para tenerlo ahí, en el baño del fondo del último piso del edificio.

1, 2...

La mano alrededor de su cuello aumentó la presión, abrió los labios en un afán inútil de retener algo de aire. La mano faltante se coló por debajo de su camiseta blanca ya manchada con su sangre, le acarició casi con suavidad el costado derecho y subió hasta su pezón, pellizcándolo con fuerza, lo que ocasionó que las lágrimas se acumularan en sus ojos.

3, 4...

Otras dos manos tomaron sus tobillos y lo alzaron como sí no pesara nada, mientras con esfuerzo pegaba patadas al aire que no le daban a nada. Le juntaron sus tobillos y los amarraron, impidiéndole cualquier movimiento defensivo. Ahogó un grito de frustración mientras ahora le quitaban la correa y la tiraban lejos.

5, 6...

En cuestión de segundos, la mano bajo su camiseta y la que no lo dejaba respirar desaparecieron y se ajustaron a sus muñecas, sujetándolas juntas mientras el otro par de mano las amarraba con su propia corbata. Jadeó en busca del aire que le habían privado, sintiendo sus pulmones hincharse con dolor. Y entonces le dieron una patada en el abdomen, doblegándolo producto del dolor.

7, 8...

Dejó escapar el poco aire que había retenido producto del dolor del golpe, mientras se arrodillaba, incapaz de ponerse de pie debido al amarre de sus pies. Lo golpearon entonces en la espalda, dejándolo tendido en el suelo, sabía que ya no había escapatoria. Ahogó un gemido de dolor mientras ahora lo arrastraban al primer cubículo.

Trató de gritar en vano, ningún sonido salió de sus labios magullados.

9, 10...

Dio un grito silencioso mientras la puerta del cubículo se cerraba tras él. Abrió los labios de nuevo, queriendo gritar pero ningún sonido salía de ellos. Llevaba meses de silencio, más de un año tal vez. Su voz se había ido cuando eso había comenzado.

.- Grita, grita kookie – ah, grita para mí – le escupió uno de los chicos mientras agarraba con fuerza su rostro y lo obligaba a mirarlo. Había visto antes esa mirada, la conocía, había tenido pesadillas con ella durante meses – Quiero escucharte, déjame hacerlo... no sabes cuánto soñé todo el verano con tenerte así de nuevo, kookie – ah.

Las manos se colaron de nuevo bajo su camiseta, con fuerza, con rabia. Le pellizcaban, le herían. Trató entonces de pensar en algo más, algo que lo alejara de ese cubículo, de esas manos. Pero sólo pensó en la suavidad de las manos de Taehyung cada vez que le abrazaba, la manera justa en como lo sostenía contra él y eso alejaba cualquier miedo. Pensó en lo que diría su hyung al verlo así, con las muñecas y los tobillos amarrados con simples corbatas escolares, pensó en cómo lo miraría luego de lo que esos dos chicos le harían. Pensó en la manera en cómo lo repudiaría sí lo supiera, sí supiera que siempre había sido así.

Entonces comenzó a llorar.

La tortura regresaba a su vida. 


Prueba de sonido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora