Prueba de sonido.

1.- Sangre Seca

6 meses antes.

V se apoyó contra la reja de salida del Instituto mientras los estudiantes comenzaban a abandonar las inmediaciones, el timbre de salida había retumbado entre las paredes del imponente edificio unos minutos antes, dando la bienvenida oficial a las vacaciones de verano. Observó distraído su reloj de muñeca mientras se preguntaba dónde estaría Jimin. Habían quedado de encontrarse a las afueras una vez se acabará la jornada para ir a ver a los hyungs. Sin embargo, no había rastro de Jimin. Se dijo con pesar que tampoco lo había de Jungkook.

Él y Jimin estaban ya en su último año pero no compartían más de dos cursos juntos mientras que Jungkook estaba en segundo año, por lo que no lo veía en ninguna clase a parte del club de canto, al cual el menor de sus amigos no iba desde hace casi tres semanas. Casi el mismo tiempo que llevaba sin verlo ni cruzarse con él, aun cuando le había enviado miles de mensajes y llamado incontables veces.

Según el mayor y más bajito de los tres, todo se debía a que Jungkook estaba esforzándose para obtener buenos resultados en sus exámenes preliminares, por lo que no había vuelto ni al club de canto ni al de baile. Sin embargo, para V no dejaba de ser preocupante no tener a la vista al más pequeño, Kook y él siempre habían sido muy cercanos y no saber nada del menor por ya casi un mes comenzaba a alarmarlo.

Y no, no era un exagerado.

.- ¡Hey, tú! – El claxon del automóvil se fundió con la voz mientras V despegaba su vista del camino de salida del instituto y la clavaba en los cuatro pares de ojo que lo observaban con curiosidad.

Sus hyungs asomaban sus cabezas por las dos ventanillas del automóvil rojo brillante recién adquirido semanas antes por el mayor de ellos. Jimin se había quejado casi por una semana entera sobre el color y el tamaño del auto que Jin hyung había elegido. Todos sabían que los gustos del mayor no eran del todo varoniles pero al final del día, ninguno decidía quejarse con excesiva fuerza, no fuera a ser que el siempre maternal Jin decidiera que no eran bienvenidos en su auto.

.- ¿Dónde están los demás? – Suga hyung fue el primero en hablar mientras se baja de la parte trasera y estiraba sus cortas piernas.

V se encogió de hombros: .- Se supone que Jimin debería de estar aquí y Jungkook...

.- ¿Sigue sin aparecer? – fue lo que preguntó Jin, asomándose desde su puesto de conductor, su rostro reflejaba la preocupación de los demás. Todos ellos, a parte de Jimin, no tenían ningún tipo de contacto con el menor desde hace semanas, eso hacía sentir un poco mejor a V porque quería decir que no estaba molesto con él.

.- ¡Oppa! ¡V oppa!

Los cinco voltearon sus rostros hacía de dónde venían los gritos, tres chicas corrían en su dirección mientras seguían gritando por él. V pasó la lengua por los labios, extrañado por aquello y sin mirar a sus hyungs, dio unos pasos hacia la entrada. Las tres chicas llegaron a él segundos más tarde, lucían agitadas por la carrera y habían perdido el glamur con el que estaba seguro, habían arribado esa mañana a clases.

.- ¿Sucede algo? – les pregunto con cortesía, no lucían familiares a sus ojos aunque eso podía ser por sus cabellos revueltos y uniformes desarreglados.

.- Oppa, tiene que detenerlo – fue lo que dijo una de ellas al recobrar el aire, se enderezó y sus ojos reflejaron preocupación mientras su mano se aferraba a la manga del uniforme del peli naranja.

V ladeó su rostro y observó de reojo a sus mayores, que ya se habían bajado todos del auto mientras se acercaban con cautela, como un grupo de viejas ahjummas, fue lo que pensó. Sin embargo, regresó su atención a las tres chicas frente a él mientras comenzaba a jugar con su bombón.