"- Que graciosa eres Miriam"

11 1 0
                                    

- ¡Papá! - corrí hacia él, para poder abrasarlo.

Mi madre jamás estuvo en mi infancia pero mi padre siempre estuvo ahí, él siempre iba a cada asunto de la escuela, él era jefe de un hospital, más bien su hospital pero aparte de eso era un médico, mientras que mi madre era ejecutiva general, presidenta y dueña en una empresa muy prestigiosa, que era suya.

- Alice - me tomo de la cintura y me elevo para enseguida abrasarme.

- Valla cuanto has crecido.

- Que gracioso eres, si solo te vi apenas el sábado.

- Es cierto pero has crecido. - acaricio mi cabello acción que provoco despeinarme.

- Papa, no soy una niña pequeña - tome mi cabello para poder acomodarlo - además me despeinas.

- Déjame - reclamo - pronto ya no podré hacer eso.

- Está bien, solo porque ya estas viejo.

El comenzó a reír como un loco, eso era lo que más me agradaba de mi padre, que a pesar de ser una persona con mucha riqueza, se podría decir, el jamás nos dejó de lado a Nicol ni a mí, siempre fuimos su prioridad.

- De acuerdo preciosa, por lo visto estas bien, eso me alegra bastante, ¿pero y Miriam?

- Al parecer ella salió, sin darme cuenta.

Se escuchó la puerta cerrar, los dos nos asomamos como niños pequeños, en eso comencé a reír, Miriam nos miró con una risa muy alegre, mientras cargaba algunas bolsas de supermercado.

- Valla, al parecer ya tengo que cuidar a otro pequeño más.

Comencé a reír por su comentario, ya que ellos siempre se llevaban de maravilla, por lo que tenía entendido es que ellos se conocen desde la infancia, poco tiempo después cuando Miriam, estuvo en una situación muy dura, mis padres decidieron contratarla para cuidarme además de que se viniera a vivir a la casa y así cuidarme todo el tiempo.

- Que graciosa eres Miriam

- Gracias Armando, siempre trato de que Alicia siempre saque un buen ejemplo de mí - comencé a reír, la verdad siempre me alegraba ver a mi padre hablar con Miriam de esa forma.

- Alicia, por favor jamás trates así a tu novio.

Cuando menciono eso mi risa comenzó a apagarse, me dolió recordar todo lo que había pasado hoy. Sin darme cuenta comencé a derramar lágrimas, mi padre junto con Miriam se dieron cuenta y dejaron de reír para enseguida comenzar a mirarme, mi padre cargo las bolsas de supermercado y se retiró a la cocina. Miriam se acercó a mí para abrazarme, mientras me sentaba en la sala. No pude aguantar más y comencé a llorar con más fuerza, ella solo me frotaba la espalda.

- Hermosa ¿quisieras contarme, que ocurrió?

- Miriam, c-creo que ya no amo a Eliot, que - me calle por uno segundos - solo lo tengo a mi lado, por el simple hecho de que te-tengo miedo de que me pueda l-lastimar. - apenas y podía contestar porque por lo visto mi llanto me impedía hablar claro.

Mi padre entro y me abrazo por la espalda, para darme besos en la frente y solo quedarse callado, él sabía que en estas situaciones, la persona indicada para todo esto era Miriam.

- Tranquila, preciosa, todo estará bien. Solo se honesta con él y dile lo que sientes.

- Pero, ¿Cómo lo are?

- Solo dile lo que me dijiste a mí.

Me aparte de ella para enseguida abrazar a mi padre. Ellos siempre fueron personas muy importantes en mi vida, jamás me abandonaron. Continúe llorando, hasta que ya no podía más y decidí tranquilizarme, sabía que llorar jamás seria la forma de solucionar algo, aunque sabía que mañana me esperaría un día muy largo. Debía descubrir que había ocurrido ayer en mi casa, además de que tenía que aclarar las cosas con él. Me despedí de ellos para después irme a mi habitación.

- Creo que lo mejor será que valla a dormir, mañana será un día muy duro.

- De acuerdo princesa,- contesto mi padre con una sonrisa en su rostro - pero mañana te llevare a la escuela, ¿te parece?

- Claro, me encantaría.

Abrí la puerta de mi habitación, solté una pequeña risa, me provocaba gracia el ver a mi gatita Kitty acostada en mi cama, parecía un peluche de felpa, me acerque para poder cargarla y pasarla a su cama que se encontraba alado de la mia. Me cambie para poder dormir sin antes dejar pasar a mi perro que siempre se encontraba en el balcón de mi habitación.

- Hola, pequeño, espero y no te enojes pero Kitty dormirá hoy con nosotros.

El solo movía la cola y se metió corriendo a mi habitación, para enseguida subir a mi cama y colocarse para dormir. Voltee para ver el cielo, que se veía hermoso. La luna estaba brillando muy hermosa mientras las estrellas se encontraban acompañándola, en eso un ruido me saco de mis pensamientos. Mire hacia el frente, en el cual había un balcón, como en mi habitación. Pero era raro, tenía entendido que en esa casa no habitaba nadie.

- Que cansancio, y mañana tengo escuela. - se escuchó una voz dentro de la habitación pero algo raro era que me parecía muy familiar.

Se prendió la luz de aquella habitación, me metí a la mía, ya que no tenía ningún sentido quedarme ahí parada. Cerré el pequeño balcón. Me coloque en la cama para dormir, mientras miraba para el balcón, tratando de descifrar ¿quien era esa persona? y ¿porque su voz me resultaba familiar?

Sin darme cuenta me dormí.

___________________________________________________________

Holi OuO/

Bien esta historia, como podran notar la estoy tardando xD

¿Porque? El caso es que mi tiempo no lo mido muy bien, entonces la continuo, ya llevo bastantes capitulos pero aún asi cuando continuo uno subo otro y asi xD

Entonces me puedo tardar mucho en subir....

No me maten :c

PD. Si algo no les gusta le agradaeceria que me dijeran xD

Asta entonces 7u7r


Encontrando la verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora