Capítulo 3: Enculados

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- ¡¿Pero cómo se les ocurre ser tan estúpidos?! - exclamó Keyra

Su hermana, Kayra, ya había perdonado a Dante por ser tan idiota. Pero Keyra era una historia distinta, estaba furiosa. Para comenzar ella nunca quiso que él bajara con ellas.

- ¡Sabía que no era una buena idea! ¡NUNCA ME HACEN CASO! ¡COMO SI YO FUERA UNA HUECA! - gritó con voz chillona.

- Tranquila Keyra, todos aquí sabemos que eres muy buena en estrategia, un poco loca, pero buena al fin y al cabo - dijo Kayra y tranquilamente.

- ¡ARG! - gruñó su melliza frustrada y se fue a sentar en un rincón.

Dante suspiró y se recargó contra Kayra. Ambos estaban agotados de tantos gritos.

Después de varias horas de puro silencio, escucharon como se abría la puerta de otra celda. Kayra se asomó a ver qué pasaba: un grupo de chicos - dos chicos y dos chicas - estaban siendo metidos a la fuerza en la celda de en frente. A la chica le pareció un poco sobreactuado, pero qué sabia ella de criminales adolescentes.

Reparó en que el policía que cerraba la puerta con llave era especialmente guapo y joven.

Muy joven.

Y guapo.

El chico no tendría más de 21 años.

Cuando la puerta se cerró Keyra se volteó ante el sonido.

- ¡Kayra! - estaba con la boca ligeramente abierta - Mira a ese chico.

Kayra lo escaneó disimuladamente y se dio cuenta de que su hermana le miraba el trasero al misterioso chico.

- ¡Por nosotras*! - exclamó esta un tanto fuerte, haciendo que el muchacho se volteara sonrojado.

El chico la miró de pies a cabeza con una pícara sonrisa y seductora mirada; sus ojos, de un verde tan intenso como hojas del bosque en todo su esplendor; sus brazos denotaban músculos y su cabello era negro, oscuro y sedoso. Kayra babeaba internamente mientras compartían miradas coquetas con sus perfectos labios curvados hacia arriba, hasta que el muchacho se retiró.

Y... Kayra volvió a la realidad. Keyra y Dante discutían a gritos. De nuevo.

- ¿Se pueden callar, maldita sea? - exclamó enfurecida la morena.

- ¡Yo estoy más bueno que ese tipo! ¡¿Por qué te le quedas mirando?!

- ¡No eres quién para decirme a quien puedo mirar y a quien no! ¡IDIOTA! - se defendió Keyra.

- ¿Qué acaso no notas mi culo? - replicó Dante con cara de incredulidad.

- ¡EN NINGÚN MOMENTO CUESTIONÉ EL PODER DE TU CULO!

Se hizo el silencio. Se escuchó el tintineo de unas llaves cayendo al suelo. Kayra, Keyra y Dante se voltearon en perfecta sincronía y vieron que los chicos de la celda de enfrente, y el sexy policía, tenían la boca abierta y se habían quedado como en pausa mirándolos fijamente.

- Incómodo... - dijo Dante levantando los brazos incómodamente con voz chillona.

A una de las chicas - la de cabello rubio - se le dibujó una sonrisa coqueta en el rostro.

- ¿Ves lo que haces, idiota? - espetó Keyra con los celos filtrándose en su voz mientras le daba un golpe en la frente a Dante con la palma de su mano.

- ¡Ay! ¿Por qué la violencia? - el dios frotaba su frente con aire de indignado.

- Emm...eh...yo...creo que tengo que abrir esto - murmuró el policía mientras Kayra lo desnudaba con la mirada.

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⏰ Última actualización: Oct 31, 2015 ⏰

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