Capítulo 4

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Mi nombre es Scarlet, tengo 17 años, éste es mi último año en esta escuela, luego espero entrar a la universidad. A pesar de que llevo algunos años estudiando en este instituto, mi única amiga es la soledad, desde "El incidente" con Axel, y todas esas burlas que vinieron después, no he tenido muchas personas que quieran acercarse a mí. Unos meses después de lo que pasó, mi madre se dio cuenta por un mensaje de texto que me llegó, yo estaba en la ducha y ella tomó el celular, luego fue a hablar con el director del colegio e hizo que me cambiaran todas las clases para ni coincidir con Axel o Alicia, eso no sirvió de mucho ya que me los encuentro en los pasillos o en la cafetería, aparte de que las burlas ya habían pasado por toda la escuela, y de ellas no me salvaba en ningún lugar.
Todo mi sufrimiento se acabó hace un año, no es porque se hayan acabado los insultos o las burlas, lo que pasa es que ya no queda sentimiento alguno, simplemente no siento nada, soy muy fría, yo sé que muy en el fondo alguien logrará sacarme una sonrisa, pero mientras llega ese alguien yo seré fuerte, no derramaré lágrimas ni regalaré sonrisas.
Camino por los pasillos de la escuela hasta llegar a mi casillero, el número 129, cuando lo abro, noto que algo cae de él, cuando lo levanto del suelo me doy cuenta de que es una carta, de las que se usa para el "póker". Es una "Reina de corazones". No sé de donde viene eso, pero aun así la guardo en mi bolsillo. Tomo mis cosas y camino lentamente a mi salón de clases, como siempre, mientras camino siento las miradas y escucho los susurros de las personas a mí alrededor, no les tomo importancia y sigo caminando hasta llegar al salón.
- Gracias a Dios he llegado. - Me digo a mi misma.
Tomo asiento, como siempre, frente al profesor. Sé que sentarme ahí no aislará por completo las burlas de mis compañeros, pero al menos las detiene unos minutos. El profesor llega y toda la clase guarda silencio.
- Buenos Días clase. - Dice él al entrar.
- Buenos Días profesor. - Responde la clase al unísono.
- Abran sus libros en la página 126. - Ordena el Profesor.
Cuando yo abro mi libro en la página que se me ha indicado, descubro que justo en la página, hay otra carta como la que encontré en mi casillero, puede que sea un intento de algún compañero para fastidiarme, pero el que hizo esto, debe saber mucho de mí, como cuál es mi casillero, qué clase me toca primero y en qué página del libro voy. Esto es algo raro.
Cambio de clase, cuando camino por el pasillo me dan ganas de ir al baño, corro ya que no debo llegar al baño antes de llegar al salón. Entro muy apurado y me meto en el segundo cubículo ya que es el más limpio. Cuando entro veo algo que me aterra, todo el cubículo está lleno de cartas, esto no puede ser posible, nadie puede saber tanto sobre mí. ¿Cómo rayos alguien iba a saber qué iría al baño en este momento o qué entraría a este cubículo? Salgo corriendo un poco asustada, cuando salgo todo se torna un poco extraño, no logro ver nada, se me nubla la vista, me detengo un poco hasta que logre ver mejor, cuando todo se ve claro noto que hay alguien viéndome en la ventana de enfrente, es el hombre que se llevó a Will. No tengo tiempo para aterrarme, debo ir por él, y hacer algo para que me diga que fue lo que hizo con mi hermano.
Corro hacia la salida de emergencia, el hombre está en el patio, no puedo creer que esté a punto de saber que ha pasado con mi hermano, tal vez lo vuelva a ver, después de 9 años, se me sueltan las lágrimas, en verdad lo extraño, me ha hecho mucha falta, odio a este hombre, por su culpa he sufrido mucho sin mi hermano, es un hijo de perra, debo mantenerme fuerte para llegar hasta Will. Estoy por llegar al patio donde vi al hombre. Lo que veo al llegar, hace que me detenga, todo el piso está lleno de cartas de "la reina de corazones", busco con la mirada a aquel hombre, no pudo desaparecer de la nada, la única salida del patio es el camino que yo recorrí para llegar, Dios, esto no puede estar pasando, era mi única oportunidad para recuperar a mi hermano mayor, este hombre lo tiene, estoy segura, y él ha dejado todas las cartas para llamar mi atención, tal vez ahora viene por mí.
- ¿Scarlet? ¿Qué pasa?- Pregunta el prefecto que está detrás de mí. Cuando volteo me doy cuenta de que han desaparecido todas las cartas.
- Nada, sólo he tenido una crisis nerviosa. - Respondo.
- ¿Quieres que le llamemos a tu madre?
- No, Gracias, ya estoy mejor. - Digo sin sentimiento alguno.
El prefecto se va, sólo hacía su trabajo, cuidar que todos los estudiantes estén dentro de clases. Parece que me estoy volviendo loca, tantas cartas no pueden desaparecer en un segundo. Mejor entro a la escuela, no vaya a ser que esté incidente me vaya a afectar académicamente.
Cuando entro, miro una sombra, alguien está siguiéndome, giro la cabeza para ver quién es, no hay nadie, sigo caminando, ahora no veo ninguna sombra pero escucho los pasos, acelero el paso, la persona también lo hace. Estoy nerviosa, empiezo a respirar muy rápido, mi corazón se acelera, vuelvo a voltear para ver quién es esa persona, de nuevo no hay nadie, cuando volteo de nuevo al frente, me sobresalto, el hombre está frente a mí.
- ¡¿Dónde está mi hermano?! - Le grito al hombre.
- ¡No puede ser! ¡Voy a llegar tarde! - Exclama el hombre mientras mira su reloj de bolsillo.
El hombre sale corriendo, y lo sigo, tal vez me lleve hacia donde se encuentra Will. Él corre demasiado rápido, pero no se me pierde de vista, va de nuevo al patio de la escuela, se va a la parte donde hay un árbol, cuando llega justo a detrás del árbol, desaparece, cómo arte de magia.
- Diablos. - Exclamo. - Se me ha escapado otra vez. - Sigo diciendo. - No, esta vez no lo dejaré.
Camino al lugar donde desapareció el hombre, no puede ser que haya desaparecido de la nada, me pongo de pie detrás del árbol, justo donde él desapareció. No hay nada, esperaba ver un pasadizo secreto o algo por el estilo. Doy un par de saltos hasta que de repente, caigo. He encontrado su pasadizo. La caída es muy larga, lo raro de este lugar es qué no hay escaleras, y al parecer voy a algún lugar muy pero muy profundo, ¿cómo le haré para salir? No sé la verdad lo que haré pero de algo estoy muy segura, mi hermano Will está en el lugar a donde esto me llevará. Tengo que encontrarlo.
Cuando caigo, es un lugar demasiado raro, hay una puerta qué está entre abierta, por ahí se fue el hombre, decido entrar para buscarlo. Lo que hay detrás de la puerta me deja maravillada, es un mundo cómo el de los cuentos de hadas, es mágico y maravilloso, con flores más grandes que yo.
Camino un poco y me encuentro con un hombre de cabello azul. Tiene una pipa en la boca.
- ¿Has visto a un hombre de cabello blanco pasar por aquí? - Le pregunto.
El hombre me suelta el humo en la cara, me da asco, es un hombre un poco salido de peso, y todavía tiene un carácter grosero.
- Te acabo de preguntar algo- Le digo un poco molesta.
- Lo he visto, se fue por allá - Dice el hombre señalando a la derecha.
Corro hacia donde él me ha indicado, no he dicho gracias siquiera, pero es que no puedo perder el tiempo, tengo que encontrar a mi hermano, y sólo ese hombre de cabello blanco me puede llevar a él.
Éste mundo es maravilloso, tiene muchas cosas que lo hacen diferente al mío, Dios, no puedo creer lo que estoy diciendo, esto seguro es un sueño, ¿cómo puede haber un mundo así? Por poco y me lo creo, decido darme un pellizco para despertar, diablos, eso me dolió. No lo puedo creer esto no es un sueño, en verdad estoy en un mundo de fantasía a punto de descubrir donde ha estado mi hermano en estos largos y dolorosos nueve años.
Camino y me encuentro con una larga mesa, tiene encima unas tazas de té, unos panecillos, y una tetera llena de té, esto me recuerda mucho a aquella noche en la casa de Alicia, la noche en que asesinaron a mi padre. Me acerco a la mesa a ver si veo a alguien que me pueda decir en donde encontrar al hombre.
- ¿Hay alguien? - Pregunto.
- Si - Oigo decir de una voz, luego suenan unas locas carcajadas y una taza de té se estrella junto a mí. No puedo creerlo son los señores de la casa de Alicia, el señor Earwicket, la señora Mallymkun y el señor Baker. Están acompañados de ese hombre. Corro hacia el hombre del cabello blanco y lo tomo del cuello.
- ¿Dónde tienes a mi hermano? - Le pregunto alterada.
- Tranquila, Scarlet. - Dice el hombre. ¿Cómo sabe mi nombre?
Mi nombre es Scarlet y a los 17 años conocí Wonderland.

La Reina de CorazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora