Don't

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-Gracias- agradeció Jungkook haciendo una pequeña reverencia

Entro en aquella casa que le resultaba tan familiar como extraña, hacía mucho que no visitaba aquel lugar y sin embargo las cosas parecían seguir en el mismo sitio que antes. Ahí estaba el piano, ahí estaban todas esas fotos familiares, ahí estaban las escaleras repletas de adornos con flores, ahí estaba la puerta de la habitación de Namjoon.

Jungkook dudo un momento, su mano en el aire, temblando, sin saber si debía llamar a la puerta o no, ¿Sería demasiado pronto? ¿Estaba bien que lo visitara él? Se formó un nudo en su garganta, aun podía salir corriendo, aun podía darle más tiempo.

"Desde cuando te volviste tan cobarde ¿Eh?" se preguntó con molestia

Llamo a la puerta, llamo de nuevo antes de abrir sin recibir una respuesta, asomo la cabeza he inspecciono el lugar por un momento. Era la misma habitación que recordaba haber visitado alguna vez hace unos años, aquellas vacaciones en que Nam los había invitado a todos a pasar el verano en su hogar; y aunque todo seguía en el mismo lugar la atmósfera era más lúgubre de la que recordaba.


Perdona el desorden


Decía una nota pegada en el espejo de la habitación. Jungkook la tomo y sintió como las lágrimas picaban en sus ojos, se arrepintió de haber entrado, no tenía el valor para hacer esto aún, dio media vuelta dispuesto a salir corriendo y no volver en mucho tiempo, pero no pudo moverse.

En la puerta estaba Namjoon. Sonriendo y mirándolo como si hubiera anhelado aquel momento durante mucho tiempo.

Jungkook no sabía qué hacer, estaba helado, no podía pensar en nada, no tenía voz, ni siquiera podía devolver esa hermosa sonrisa que su mayor le estaba dedicando. Después de unos cuantos segundos que parecieron milenios el joven extendió las manos dándole el pequeño presente que había preparado para su líder.

El mayor tomo la pequeña bolsa y se sentó en el borde de la cama, comenzó a sacar una a una las cosas que esta contenía: un paquete de sus dulces favoritos, un par de sus bebidas energéticas favoritas, una gorra y una postal de Bangtan. Su mirada cambio de inmediato, la tristeza se apodero de sus facciones mientras contemplaba aquella fotografía.

Kookie recobro el sentido al verlo, corrió a sentarse frente a él en el suelo, sonrió de oreja a oreja y le dio la vuelta a la postal.

-Mira hyung, todos escribieron un mensaje para ti- dijo tratando de sonar animado –Lo ves, incluso Suga hyung escribió algo-

Pero aun cuando trataba de hacerlo sonreír nada en su rostro cambio, supo entonces que aquello había sido una mala idea, lo supo desde el principio cuando le pidió a los chicos que escribieran algo para su líder, lo supo cuando todos lo miraron con tristeza y resignación, lo supo cuando salió de la sala de ensayo y escucho a Jin llorar, todo el tiempo supo que era una mala idea ¿Por qué lo había hecho de todos modos?

Namjoon tomo una pequeña libreta y comenzó a escribir rápidamente en ella, luego la giro para mostrarle el mensaje a Jungkook.


¿Cómo se encuentran los chicos?


-Ellos están bien- dijo tratando de sonar convincente, lo que menos necesitaba su líder era tener preocupaciones extra –están ensayando muy duro, todos lo hacemos... para cuando regreses-

El chico desvió la mirada, Jungkook no dejaba de pensar en que esto había sido una pésima idea, debió haber esperado más tiempo. Namjoon volvió a escribir en la libreta.


Diles a todos que estoy bien


Fue todo lo que escribió, se puso de pie y le dio la espalda al menor, Jungkook supo que la visita había terminado y eso no le agradaba, había muchas cosas que quería decirle a su mayor, quería contarle como había estado desde aquel día, quería decirle cuanto lo sentía, quería hablarle sobre las pesadillas que no lo dejaban dormir, quería librarse de la culpa sobre sus hombros, quería decirle cuanto lo sentía.

-La próxima vez convenceré a los chicos para que vengan, podríamos tener un día de campo o una tarde de juegos ¿Qué dices hyung?- solo recibió un leve asentimiento como respuesta, el joven ya no pudo contener las lágrimas.

Jungkook salió del dormitorio, siguió por el pasillo, por las escaleras, se despidió de la madre de Namjoon y abandono aquella casa, aquella que había tenido su propio y único sonido, y que ahora se hundía en el silencio.

*****

Un mes antes.

-Vamos, por favor, nadie se dará cuenta- insistió Jungkook mientras tomaba a Namjoon del brazo –solo será un rato, por favor-

Namjoon lo miro un momento, con ternura y frustración, adoraba verlo de aquella forma, cuando se comportaba como un niño pequeño y por otro lado se sintió derrotado por que sabía que accedería a sus peticiones, no era capaz de decirle que no a ese pequeño.

-Solo media hora, ¿entendido?- advirtió

El pequeño asintió rápidamente y comenzó a jalar del brazo de su líder, aquella fiesta solo era un pretexto para salir de casa, esa noche Jungkook estaba decidido a declararle su amor al mayor, se había armado de valor toda la semana para ese momento, estaba decidido, aquella noche se lo diría todo.

-Nos llevaremos la camioneta- dijo el líder tomando las llaves con cuidado –más te vale que no vayas a contar nada de esto-

Jungkook solo sonrió, aquella noche seria inolvidable.


Don't talk about us [NamKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora