Sola a los 16

24 de diciembre

La fiesta terminó con todos nosotros tirados en el sofá, o en el suelo; daba igual.

¡Son las dos de la tarde! Y me acabo de despertar, veo a todo el mundo tirado en el suelo, y de repente siento un insoportable dolor de cabeza, la resaca.
Cuando consigo despertarlos a todos empezamos a recoger y a limpiarlo todo, media hora mas tarde se despidieron diciendo que había sido una fiesta flipante, y se fueron.
Sofia y yo decimos pedir una pizza ya que no teniamos fuerzas para hacer la comida, o, simplemente, salir de casa.

Después de comer la resaca iba disminuyendo, así que decidí quedar con Andrés, un colega con el que llevaba patinando ya 3 años, y propusimos ir a patinar un rato por ahí, para despejarnos de la fiesta de anoche.

De repente, escucho la puerta, es Andrés. Cojo mi skate y bajo las escaleras, y allí estaba, tan chulo como siempre. Andrés es un chico bastante alto, rubio y con unos ojos azules que hipnotizan a cualquiera; muchas tías iban detrás de él, pero él pasaba de todo, como siempre.
Me saludó y nos fuimos al skatepark.

Llegue a casa y me puse a pensar que no hay ninguna tarde en la que no me ría con Andrés, no hay quien se aburra con él. Estoy cansada y veo a Sofia preparando la cena, me empieza a contar que se quedó toda la tarde dormida y que después decidió hacer la cena; así que la ayudé y pronto estábamos cenando.
Cuando acabamos lo recogimos todo y nos fuimos a dormir, mañana sería un día largo.