IV.

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1987,junio 9.

Dos meses habían pasado como un flash, tanto para John como para el querido compañero Paul,John aplicando la ley del hielo a su familia, y también a esa señora que se hacía llamar su madre creyendo que haciendo aquella lograría algo, en el transcurso de esto se había independezado más de la forma que ahora hacía cosas solo, como lavar su ropa y hacerse un almuerzo sencillo e inclusive tareas, qué esas eran hechas por Paul pero valía.

Cada vez que aquella mujer le hablaba, John solía asentir y huir con el ceño fruncido, sin avanzar ni un poco en un relación.

- ¿Cuando vas a hablarle a tus tíos?,ya deben estar hartos de eso que haces.- Dijo McCartney con cierto tono de molestia.

-¿y qué es eso que hago?- Respondió.

- Lo mismo que estas haciendo ahora John. - dijo colmando la paciencia del más joven,mordió su labio inferior.

- Sabes Paul, yo no entiendo si no me dices las cosas de una forma precisa y clara, así que dime de una vez qué es el eso que yo hago porque no veo lo malo que hago para ponerte así. - Paul enrojeció de frustración y ira.
Golpeó el escritorio. - ¡Basta John!,me estas haciendo enfadar. -

John solo negó con la cabeza, enojando a Paul, John había cambiado desde ese dia pues se estaba volviendo un maníaco,estaba ciertamente obsesionado con la fantasía general en sí, como los hombre huevo y el señor morsa.Paul al principio creyó que se trataría de una broma cuando decía quien le aconsejaba era un morsa parlante o qué los hombres huevo habían robado sus calzones, inventaba personajes imaginario y eso preocupaba demasiado a McCartney siendo su pareja o si asi se podía decir.

Pues John lentamente se estaba alejando de una forma u otra, diciendo excusas mentirosas que herían a Paul sabiendo la verdad.

John había cambiado y no de la mejor forma, no era el de antes, no reía, no hacía esas típicas bromas picaronas por parte de él, había perdido gracia y lo peor es que estanque extrañamente desesperado por algo. Solía salir al bosque de vez en cuando y siempre que regresaba llegaba con un montón de cachivaches y hierbas extrañas.

- ¿Me vas a responder o te vas a quedar callado como un tonto? - Dijo el joven McCartney perdiendo toda su paciencia por completo.

- Paul.No me interesa hablarles hasta el momento asi que deja de joder ¿no ves lo que estoy haciendo ?- Dijo John saliendo de su escritorio con un poco de histeria.-Llevo toda la maldita noche tratando de hacer esto... - Dijo frustrado y con unas notables ojeras. Paul se sintió ignorado y herido, más de lo ya estaba por John.

- Esto es todo. - Pronunció harto,sin una mínima expresión. - John, quiero terminar esta relación, yo no doy más. -

John no respondió y permaneció en silencio haciendo aquella actividad en su escritorio.

-¡Cuando estés solo y sin ninguna compañía,no me busques porque yo no estaré allí!- Pronunció con un deje de tristeza y enfado.

Pero consiente de todo, reaccionó tarde y al darse vuelta Paul se había ido de un portazo.

John se agarró del cabello tironeandoselo, histérico, no lo podía dejar ir,no por lo que estaba sucediendo.

John se levantó de su asiento y corrió en busca de Paul.

-¡Paul!,¡espera!- Bajo las escaleras rápidamente y salió de la casa, buscando con la mirada a Paul.

Ahí estaba...

Estaba corriendo y a la vez llorando, soltando pequeñas lágrimas angustiosas.
-¡Paulie espera un momento !- Corrió hacia él y lo tomó de la muñeca haciéndolo retroceder unos pasos, Paul y hizo un puchero y insistió en qué lo dejará ir.

- ¡No!,suéltame idiota.- Le espetó furioso.

- No quiero.- Le dijo directamente. - Por favor Paulie, entiéndeme... - dijo ablandandose rápidamente, simplemente no podía ver a su Paulie sufrir de esa forma por un tonto, o sea él mismo.

- No te entiendo,John,no te entiendo. Yo creí qué tener una relación con una persona era de amarse entre sí y más pero no creí que se trataría de que me ignorases y me tuvieses como un simple trofeo a tu lado, no quiero eso y si tu sigues y estas dispuesto a ello pues adiós John.Ademas de tu cambio drástico, tu no eres así, tu eres John Lennon, sé qué algo te preocupa, sólo dímelo y tal vez te entienda. - Suplicó su amigo del alma, John soltó la muñeca de su amado y retrocedió a pensar en su fuente de la locura, simplemente no podía decirle nada de ello.

Pero había otra inquietud dentro de John.- Tengo miedo de perderte, no te quiero dejar ir jamás, perdón por todo lo que he hecho pero... yo..., nos estoy cuidando. - respondió John acercándose a Paul para abrirse de brazos y darle un gran abrazo de oso.

Ésta vez se había salvado una vez más.

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⏰ Última actualización: Jul 01, 2018 ⏰

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