Sebastián
Era la ultima clase del día, y obviamente nadie estaba prestando atención. Al frente el profesor Smith nos estaba dando una cátedra acerca de la importancia del litio en nuestras vidas, y a mi lado Ethan me estaba contando la película que vio ayer, pero yo solo escuchaba palabras vagas, en parte por que luchaba para mantenerme despierto, y en parte por que estaba mirando fijamente a la chica que se sentaba dos pupitres adelante, en su regazo tenía un libro abierto por la mitad; estaba leyendo descaradamente.
Desafortunadamente no fui el único que la vio, el Profesor Smith tenía la vista clavada en ella, y el rojo de su cara iba en aumento junto con su enojo, sin embargo la chica estaba tan absorta en su lectura que ni siquiera se inmutó. Hasta que como era de esperarse el profesor exploto.
-Srta. Lancaster, ya que ha estado muy atenta a la clase, pase al frente y durante la hora que queda expliquemos lo que parece ya saber.
Con estas palabras toda la clase despertó de su letargo, y la miro fijamente, incluso Ethan se calló.
Se levanto tímidamente mientras dejaba su libro.
-Apúrese que la hora esta corriendo- gritó el profesor.
Camino hacia el frente y nos miro a todos con sus ojos grises, se acomodo la cola de caballo y comenzó a hablar.
-El litio es un metal tan ligero que flota en el agua, en ella reacciona liberando hidrógeno en forma de...
-¿Peso atómico?- la interrumpió el Sr. Smith cada vez más furioso.
-6.942- respondió con seguridad
-¿Densidad?
-0.535, me permite continuar- dijo en todo burlón, este asintió con brusquedad.
-Como iba diciendo el litio tiene un radio atómico de 167 pm y su estructura cristalina es así- tomo un plumón y comenzó a dibujar en el pizarrón blanco- El ion de litio...
Y así continuo, decir que todos estábamos con la boca abierta es minimizar el estado de la clase, esa chica nunca hablaba y tenía pocos amigos, pero ahí estaba frente a todos hablándonos y hablándonos, hasta que el profesor salió de un portazo.
-¿Pero Sr. Smith a donde va ? Se va a perder de la clase- le grito Ethan, todos estallamos en risas, pero después de recuperar el aliento la chica siguió hablando ahora sobre los usos bélicos del berilio, hasta que sonó el timbre, mientras agarraba mi mochila y ella recogía si libro, le pregunte:
-¿Cómo hiciste eso?
-Mi tía es química- respondió encogiéndose de hombros, como si esa simple respuesta lo aclarara todo, y así sin más salió del salón con su amiga.
Debí quedarme mirándola porque Ethan paso su mano frente a mis ojos una y otra vez.
-Hey! Bro reacciona
-¿Qué?
Caminamos por los pasillos abarrotados de adolescentes que corrían en todas direcciones.
-¿Vez a esa chica se ahí?-dijo señalando hacia un casillero, recargado en el estaba una chica muy guapa de pelo negro ondulado por arriba de los hombros- Bueno pues escuche por ahí que esta loca por ti.
Me reí, Ethan solía hacer esas bromas con las chicas nuevas.
-Esta buena.
-¿Tío es todo lo que puedes decir?- preguntó alarmado- Es como una diosa, y esta vez va enserio la escuche suspirando por ti.
Mis carcajadas se hicieron más fuertes y ella nos miro extrañados, le sonreí y ella me devolvió la sonrisa. Tenía unos ojos hermosos. Ethan me empujo con complicidad.
-Prométeme que seré el padrino en la boda-suplico.
Abrí la boca para responder, pero de pronto ambos nos paramos en seco, la chica de la clase de química venia hacia nosotros hecha un torbellino con una malteada en la mano, paso de largo entre nosotros y se paró frente a un chico rubio musculoso.
-Esta va por lo que le hiciste a Melisa, imbécil-le dijo mientras le tiraba la malteada encima, antes de que John saliera de su sorpresa, corrió con la chica que parecía ser la tal Melisa.
-Me las vas a pagar perra- le grito John escurriendo su camiseta, pero ella ya se había ido.
Ethan no paraba de reír.
-Creo que cada vez la amo mas- dijo tratando de no ahogarse con su propia risa.
Había dos clases de hombres, los que odiaban a John abiertamente como nosotros, y los que lo odiaban secretamente, que se hacían pasar por sus amigos. John era el típico rubio musculoso que traía a todas las chicas a sus pies, lo cual era ya una tremenda razón para odiarlo.
-Pensar que estuvo con nosotros desde hace dos años y no nos dimos cuenta.
-Se llama Anya-dije- es lo único que se de ella.
-James me dijo que sus padres murieron hace unos años.
-Esa chica es un misterio- entró Thomas que comenzó a caminar con nosotros.-la ultima vez oí, que sus padres la habían abandonado a las orillas del Támesis, y una buena mujer la recogió.
-Eso no es verdad- le regaño su novia- las chicas cuentan que tenía muchos problemas en con su familia y que un día, zas! Que se escapan ella y su hermano, por la ventana, ahora viven solos con mucho dinero que nadie sabe de donde lo sacaron.
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Invierno
Short StoryElla no quería saber nada, solo se encerró en su mundo. El no buscaba nada y la encontró a ella. Ella cargaba con la culpa que él no podía ayudarle a cargar. Ella estaba harta y él estaba perdido, pero ambos estaban rotos, cansados de lo común, de...