-Me tengo que ir. -dije un poco cortante y fría.
-Vale, te llamaré esta noche, me dijo Marc.
Asentí despacio, y en silencio, cogí mí bolso, lo había dejado en el banco en el que estábamos antes de besarle. Le di un pequeño abrazo y me fui alejando, iba metalizando que él nunca iba a ser para mí, y yo nunca sería para él, además quedaba una semana para que empezaran las clases, y no lo volvería a ver...
Salí del parque y llamé a mí hermana Andrea para que viniera a recogerme, ya me había dicho que ella estaría cerca de la zona para ir directas a nuestra nueva casa...¡¡Me iría a vivir con mí hermana!!
Seguí caminando, un coche se acercaba hasta mí. Yo no conseguí reconocer al conductor ni a los chicos que van con él.
¡Eh guapa! Sube que te llevamos. -dijo uno de ellos, tenía pinta de ser el típico tío chulo. -seguro que lo pasaremos bien.
-Anda, cállate retrasado. -solté cabreada, tampoco les hacía mucho caso, seguí caminando más rápido todavía.
-¡Ay dios! Vaya con la zorrita.-se escuchó.
*No te gires y sigue caminando, tonta*. -pensé.
Crucé la carretera rápido, evitando que esa pandilla de gilipollas me pudiera seguir, caminaba mientras miraba el móvil para ver sí por fin mí hermana se decidía a contestarme, y vi un mensaje de Marc.
MARC: podríamos volver a quedar un día de estos, avisa:).
No pensé en responderle, no tenía ni ganas. De nuevo metí el móvil en el bolso, me recogí el pelo y me puse mí chaqueta, seguí caminando, y me quedé mirando a una chica pelirroja que intentaba ligar con un chico moreno, algo guapo, hasta que de pronto...me tropecé al bajar un escalón de la acera, justo como sí alguien lo hubiera llamado, y cuando ya tenía los ojos cerrados esperando a caerme...apareció Marc, y en el último segundo me cogió de la cintura, evitando que me comiera el suelo.
Se me tuvieron que dilatar las pupilas, se me aceleró la respiración, y me brillaban mucho más los ojos, seguro.
