Nota 21

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Y la abrazé, hundí la cabeza en su hombro y rompí a llorar. Un corro se formó a mi alrededor. No respondí, no quería que supieran que lloraba por ti.
Y tuvimos que entrar, y ya no lloraba por fuera. Por dentro estaba prácticamente muerta.
Ojalá NUNCA leas la patética vida que tengo.

Hola "mejor amigo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora