¿Regreso?

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Me recosté en el mullido respaldo del Audi Plateado de West, mi "chófer" por así decirlo la huida de la mansión de Edelle me dejo completamente cansada mas si tenia que estar esperando a que llegasen por nosotros con una bala en mi muslo derecho y esperando a que un Matthew moribundo recibiese ayuda medica, o que por lo menos fuese al hospital.

Matthew aun seguía mareado después de tan tremenda paliza que le propinaron y en los pocos minutos que estuvimos juntos en el automóvil se debatía entre la consciencia y la inconsciencia, por ende nuestra primera parada fue en el hospital mas próximo, mi vestido estaba hecho jirones, mis pies dolían como nunca antes lo había hecho después de haberme quitado los zapatos de aguja.

-ya casi llegamos señorita- me dice West.

-muy bien-murmuro.

suspiro pesadamente pues se que cuando llegue a casa solo me recibirá el vació que siempre deja Amelie.

-señorita hemos llegado-West se detiene frente a las grandes berjas de metal de la entra a la casa de Amelie, digo la casa de Amelie porque nunca le he considero un hogar al cual pertenecer.

-¿desea que le lleve hasta adentro?-dijo West mientras se volvia un poco en el asiento para mirarme.

-por favor- le digo.

-muy bien- West espera a que el auto sea reconocido por las camaras y que las berjas comiencen su lenta apertura, despues de unos 2 minutos las berjas se abren completamente y West se pone en marcha, pasamos por el jardin principal y rodeamos la fuente del centro, West estaciona justo frente a la puerta de la casa.

Me apeo del auto, no sin antes agradecer a West por su disposicion.

Entro a mi "hogar", hacia unos 2 años que me habia mudado a un departamento aparte mas cerca de la universidad, pero como no tenia animos para dirijirme a mi verdadero hogar no me quedo mas remedio que llegar aqui.

Caminando lo mas rapido que podia debido al dolor en mis piernas, y la bala por cierto, que hasta estos momentos se me habia olvidado que la tenia aun en mi muslo derecho, me diriji a mi habitacion, apoyo mi mano sobre la manija plateada y fria de la puerta y hale de ella hacia abajo, entre.

Mi habitacion seguia tal y como la habia dejado, un monton de libros en sus respectivas estanterias, ordenados alfabeticamente y por genero.

Todo estaba igual de pulcro desde la última vez que lo había dejado antes de mudarme.

Me quito el vestido rojo y dorado hecho girones, al ver el estado del vestido me siento un poco apenada y triste porque primero que nada fue un regalo, de alguien del que no esperaba nada pero un regalo sigue siendo un regalo.

Fui donde mi armario y cogí un short gris y un blusa blanca manga larga, como pijama, ya después de haberme puesto el pijama pude notar mas claramente el daño que me había causado la bala, tal parece que esta no impacto del todo, bueno eso es lo que pienso puesto que no veo rastro alguna de la bala en mi muslo, así que solo tendré que examinar un poco la herida, ir por el botiquín y algo que comer, moría de hambre.

(...)



-Demonios-masculle por lo bajo cuando Mary, una de las mucamas, puso un poco de agua oxigenada en mi herida para limpiarlo, Mary al verme en casa se alegro en demasía pero que al notar mi herida en mi muslo puso una dramática expresión de horror y se dispuso a llamar al medico de cabecera pero afortunadamente logré convencerla de que no era necesario y que solo necesitaba que me ayudase a desinfectar la herida.

-Lo siento- murmuro Mary observándome a los ojos con una expresión apenada.

Suspire profundamente-No te preocupes....gracias- dije cuando noté que Mary se paraba y dejaba las cosas aun lado para ir por unas gasas y un poco de vendas para cubrir la herida. Me llamaba la atención que aun no me preguntase por que tengo esta herida.

-¿Qué le sucedió?- me pregunta dándome la espalda, ven se los dije.

-Estaba corriendo no me di cuenta que había una parte de la acera de la cual sobresalía una especie de tubo, tropecé con el y de paso me lo encaje un poco- dije con total naturalidad, pues no podía permitir que Mary le contara a Amelie que trabajaba para una agencia de "espías" por así decirlo, y mucho menos iba a dejar que lo descubriesen, lo hago por su bien... y por el mío.

-Oye señorita eso es horrible, ¿y desde entonces tiene esa herida en su muslo?- pregunta, por su expresión puedo notar que en parte se a creído lo que le digo pero logro notar un pequeño atisbo de duda en su mirar.

-Si bueno tampoco es para tanto,... antes llegaba a casa en situaciones peores- le digo y suelto una pequeña risa al recordar como llegaba a casa tiempo atrás, con diversas magulladuras en el cuerpo, un labio sangrando, alguna pequeña fractura en la muñeca y pierna, incluso una fractura que me requería que me postrase en cama. Todo eso sucedió durante mis primeros trabajos, los cuales no fueron hace tanto como hago a idea.


Recuerdo que daba todo lo que tenia en lo que hacia durante mis misiones/trabajos, justo como lo hace Matthew en estos momentos...Matthew, Matthew...¡demonios Matthew!, se me olvido preguntar por él, observo rápidamente el reloj, son las 10:31, a esta hora el hospital donde le dejé no recibirá mi llamada, mas bien no me parece del todo oportuna.

Bueno, entonces tengo que llamar al jefe, trague duro, no me imagine nunca que la primera llamada que le realizaría al jefe fuera del trabajo seria para informar que su hijo único, al menos eso creo, esta en el hospital que antes de que lo dejase estaba debatiéndose entre la consciencia y la inconsciencia, y que todo eso se debía a mi pensamiento egoísta de que seria una carga para mi al desplazarme por aquel sótano, vaya no sabia que podía arrepentirme tanto por mis acciones, y que estas no fueran ligadas solamente a Alexa, pensándolo bien tampoco estaba muy al tanto de lo estaba haciendo ella ahora mismo.... necesito ponerme al corriente.

-Mary, ¿puedes traerme el teléfono?, si no es mucha molestia, claro- le dije.

-Para nada, además en su estado debe quedarse en cama, ya iré por el, espere unos momentos.

Y dando un portazo salió de mi habitación.

Mary siempre me había caído bien, aunque siempre fuese quien se encargaba de poner al tanto a Amelie de mi estado.

Eso me dejo de preocupar durante unos momentos, y me enfoque en recriminarme a mi misma que el estado actual de Matthew era por mi causa y me sorprendí aun mas al notar que en tan poco tiempo Matthew se había ganado mi confianza suficiente como para preocuparme por él, cuando eso es algo que no hago a la primera con las personas.

Suspiré.

Y sonreí un poco.

-¿Vaya quien diría que estar de regreso en mi supuesta casa, me llevaría a estar aun mas melancólica?- murmure para mi misma- ¿y que me llevaría a pensar en otras personas?.

Espía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora