Cap. 2 Tiempo.

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Dia 14 de mayo...
Sabes...
Me cansé de contar los días, me cansé de pensar, de reflexionar, me volví esclava de los malos presagios en mi cabeza.
Poli.
Estaba loca.
Joder estaba loca.
Cómo no perderce en una locura tan preciosa.
Si la puta razón era ella.
No quiero decir nombres.
No quiero mal interpretarme, hacer que la gente llegué a pensar mal de mí, tampoco que un mal día esta persona llegará a leer esto.

Fijate que los regalos fueron excesivos, los chocolates muchos, los detalles bien preparados, pero ¿para qué?
Llegó el dia que todos los compañeros mios y los suyos por alguna extraña razón me obligaron casi, casi a decirle que la quería.
Asi fue...
Su respuesta.
-¿es todo lo que tienes que decirme?

Mi cara de ¿neta? ¿es todo lo que preguntaras? Pero bueno.

Me olvide del atole.
Su amiga, la loca, extrovertida, cara de niño... Bueno parecía niña pequeña a ser verdad, estuvo ahí, me caía bien, tan bien como para hacer que el atole se me olvidará fácilmente.

Mi compañero, amigo, eso creo, se aprovecho de la situación, o al menos eso pensaba, pero bueno, pensé mal, el es "hombre" después de todo.
La cara de niño me gustaba, pero no esa atracción física, me gustaba como me gusta ver el cielo, me gustaba como esas cosas que te sacan una sonrisa con tan solo pensarlas.

-el es "hombre"

Lo sé.
Me cuesta aceptarlo aún.
Pero estoy feliz.

Le regalé dos cuaderno a la cara de niño, uno tenía como título "100 razones de por que me encantas" el otro no tenía título.

Cuando le di el primer cuaderno, me percate como el atole me veía con una cara toda extraña a ser verdad, no sabía si era de odio o de desagrado ja,ja,ja. Le dije a la cara de niño que se diera la vuelta, le metí el cuaderno a la mochila y me retire.

En el trancurso de día no se por que la amiga del atole tenía el cuaderno, aún que ya no me importaba.

El segundo cuaderno no tenía ni una hoja en blanco, solo fue echo con cariño, creo yo, aún que ya no lo se muy bien. Se lo di un dia antes de salir de ciclo escolar, ese día fue fantástico.
Pero solo por ella echo de que pude convivir un día con ella.

105 razones para quererlaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora